Senderismo Málaga: Ruta circular de la Laguna de la Barrera

Este itinerario transcurre por la Laguna de la Barrera, entre los barrios malagueños de El Atabal y la Colonia de Santa Inés.

Para comenzar esta ruta hay que dirigirse hacia la barriada malagueña de Teatinos. Más concretamente habrá que dirigirse a la zona situada entre la Colonia de Santa Inés y El Atabal, hasta donde llegan varios autobuses de la EMT, como el 8 y el 23. A través de la calle Juan Francés Bosca, se accede a dos de las entradas que tiene este recinto (COORDENADAS 36.726641, -4.471109). Habrá que tener en cuenta que se trata de un recinto vallado abierto al público durante el día. En este sentido, se recomienda consultar los horarios (Horario de verano: de 9 a 24 horas; de invierno: de 9 a 21 horas).

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Esta laguna, que hoy es un enclave de cierto valor ecológico, debe su origen paradójicamente al desarrollo industrial de Málaga de épocas pasadas. En concreto, lo que hoy es una laguna, antaño era el lugar de donde se extraía arcilla. Tras su abandono, se fue llenando de agua hasta crear un sorprendente ecosistema, en el que pasan e incluso viven numerosos ejemplares de avifauna. El entorno es también un verdadero vergel de árboles y plantas mediterráneas.

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El itinerario puede comenzar por cualquiera de sus dos puertas sur, a las que se accede desde la calle Juan Francés Bosca. En ambos casos, se podrán ver sendos paneles informativos que describen tanto el itinerario a seguir como la historia de esta laguna que no tiene un origen natural.

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El recorrido no tiene complejidad, ya que se realiza en torno a la laguna, aunque, además del itinerario oficial, que tiene una longitud aproximada de un kilómetro, existen un par de senderos que se aproximan a las orillas. Por ellos se podrá ir y volver siempre al recorrido circular.

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A lo largo de esta ruta circular, que tiene una ligera pendiente, se podrán ver algunos paneles que se refieren a especies autóctonas que se encuentran dentro del recinto. Igualmente, hay algunos hitos de madera que indican el sentido a seguir y la distancia recorrida.

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En el entorno de esta ruta circular existen bancos y mesas de madera para descansar o incluso comer, un pequeño parque infantil y zonas ajardinadas para el disfrute de los visitantes.

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Este enclave, que tiene una superficie de cuatro hectáreas aproximadamente, se nutre no sólo de las lluvias sino también de los aportes de agua que le llegan de corrientes subterráneas del entorno.

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La Laguna de la Barrera se encuentra junto la Colonia de Santa Inés, donde estuvo tanto el barrio donde residieron los trabajadores como la fábrica donde se elaboraban tejas y ladrillos. Merece la pena recorrer sus calles para ver todavía algunos vestigios de aquella época, como uno de los arcos de entrada, alguna chimenea y muchos inmuebles que hoy o bien son edificios de uso público o bien siguen siendo viviendas.

Entre las especies vegetales, se pueden ver perfectamente indicadas con paneles informativos, el olivo, el álamo blanco o chopo, el algarrobo, la retama o el taraje. A ellas hay que unir plantas aromáticas, como el romero y la lavanda, e incluso algunas invasoras, como cañaverales o ricino. Respecto a la fauna, se pueden ver ocasionalmente algunos reptiles, como camaleones, salamanquesas o incluso lagartos ocelados. También se pueden ver pequeños mamíferos, como conejos, musarañas o erizos. En lo que se refiere a aves, además de gansos y patos, por allí se dejan ver garcillas, fochas, cernícalos, mochuelos y alcaudones. En el agua y en su ribera se pueden ver algunos anfibios muy comunes, como sapos y ranas, y peces que no son autóctonos.

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