Senderismo Málaga: Frigiliana-Cómpeta

Esta ruta une a las localidades de Cómpeta y Frigiliana por laderas y algunas cotas elevadas de la sierra de Almijara. Se trata de la sexta etapa de la Gran Senda de Málaga, que es uno de los tramos más duros de este gran recorrido circular por la provincia de Málaga.

El punto de partida de esta ruta es el casco urbano de Frigiliana. Concretamente, el inicio puede comenzar frente al famoso edificio del Ingenio, donde se elabora la miel de caña. Allí habrá que buscar a unos metros de la plaza de las Tres Culuras el primer panel informativo y seguir las indicaciones para ir por la carretera de circunvalación hacia el noroeste (COORDENADAS 36.791136, -3.895378 ). El vehículo se puede dejar estacionado en cualquiera de las zonas de aparcamiento que tiene habilitados este municipio axárquico.

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La sexta de las etapas de la Gran Senda de Málaga es una de las más largas, pero, al mismo tiempo, también una de las más reconfortantes. Desde Frigiliana a Cómpeta, el camino promete pendientes muy pronunciadas, espesos pinares y excelentes imágenes para llevarse en una cámara fotográfica o simplemente en la retina.

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Los pinos resineros, los palmitos, las lavandas y los tajos calizos acompañan en buena parte de un camino que permitiría en el caso el ascenso a cimas emblemáticas como el Lucero, conocido antaño como el Raspón de los Moriscos, donde existe aún los restos de un pequeño inmueble fundamental para la persecución de los maquis durante las Postguerra.

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Las cabras hispánicas también se dejarán ver con cierta facilidad en la zona, ya sea cerca de los senderos o bien en las crestas rocosas más elevadas. Esta especie mamífera es en estas tierras la reina, y como tal hay que respetarla. En ocasiones, se muestra más confiada de lo que debiera, pero en cualquier caso, no hay que agobiarla en exceso.

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Desde la plaza de las Tres Culturas habrá que ir en un primer tramo por la carretera MA-5105, una vía sinuosa que asciende paulatinamente y permite tener cierta altura para disfrutar de bonitas vistas panorámicas de Frigiliana con el fondo del mar. No es el tramo más atractivo de esta etapa de la Gran Senda de Málaga, ya que hay que circular con mucha precaución por el tránsito de vehículos continuo. De hecho, hay quien prefiere obviar este tramo y comenzar en el desvío hacia la sierra por el antiguo Camino de Cómpeta. De esa forma, también se reduciría el recorrido a hacer en más de una hora y media.

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Tras el tramo por carretera y el desvío por el Camino de Cómpeta, el primer hito importante de esta ruta es la aldea del Acebuchal, que pertenece al término municipal de Cómpeta. Esta pequeña población, abandonada prácticamente hasta hace pocos años, ha resurgido gracias al empeño de una familia, que ha sabido restaurar y poner en valor este rincón de la Axarquía. Es un buen lugar para hacer un descanso y conocer la oferta de restauración u otras propuestas turísticas.

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El camino se adentra posteriormente por el cortijo del Daire para llegar al collado de los Hornillos, el punto más elevado del sendero con 1.180 metros de altitud, que permite tener una visión sorprendente de las cimas cercanas, como ocurre también en el cercano mirador de Sierra Tejeda, habilitado metros más adelante. Desde allí comienza la bajada por esta sierra axárquica.

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Así se llega a Cómpeta, conocida como la capital del vino dulce. De hecho, la producción de moscatel es junto al turismo residencial el principal motor de la economía de esta localidad. Además de la elaboración del vino, también destacan las típicas pasas. Ambos productos se pueden comprar en muchos establecimientos de la localidad.

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Cómpeta es uno de los municipios más poblados del interior de la Axarquía, gracias a que en los últimos años son muchos los ciudadanos europeos -casi la mitad- que se han decidido a trasladar su residencia a esta tranquila villa, acostada en las laderas de esa gran cordillera que forma el Parque Natural de las sierras de Tejeda, Almijara y Alhama. Merece la pena disfrutar del buen ambiente de su plaza principal y, por supuesto, degustar su famoso vino del terreno.

La cabra montés es una de las especies más interesantes que se pueden ver en este recorrido por estas laderas de la sierra de Almijara, que se caracteriza por su fisionomía abrupta y caliza, en la que hay también una vegetación densa -sobre todo a los pies de las montañas-. Así, en esta ruta de senderismo se pasará por bosques de pinos resineros y carrascos, que hacen un bonito contraste con los abundantes palmitos de esta zona de la Axarquía. Junto al romero o la lavanda, se pueden encontrar otras especies botánicas menos habituales en territorio malagueño, como la albaida, el garbancillo o incluso la adelfa de secano.

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