Ojén-Puerto del Acebuche: Un paseo por sierra Blanca con vistas al Mediterráneo

Municipio: Ojén y Marbella

Nivel de dificultad: Media. Aunque está muy bien señalizada y no hay tramos con muchas pendientes, el sendero es, en su mayor parte estrecho, y en algunas zonas bastante irregular e incluso pedregoso.

Tipo de ruta: Lineal.

Duración aproximada: 2 horas y 40 minutos (sólo ida)

Longitud: 5,8 kilómetros (sólo ida)

Altura mínima: 383 metros.

Altura máxima: 525 metros.

Lugares de interés próximos: Mirador de Ojén, ermita de la Virgencita, jardín botánico de El Cerezal, Cuevas Altas y Bajas, Fuente de los Chorros, Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación y Mirador del puerto del Acebuche.

Para hacer esta ruta hay que dirigirse a Ojén. Aunque el inicio oficial de la etapa de la Gran Senda de Málaga que une a este municipio con Marbella está en el casco urbano, se puede acortar iniciando el camino junto al polideportivo municipal, ya que en este enclave hay espacio para aparcar cómodamente el vehículo. Además, sólo habrá que caminar unos metros por un carril asfaltado, ya que en tan sólo doscientos metros se irá por un sendero que se adentra en Sierra Blanca.

1Desde el polideportivo municipal, una vez estacionado el vehículo, hay que ascender por un carril asfaltado que va en dirección al mirador de Ojén. En ese trayecto se verá ya uno de los carteles de la etapa de la Gran Senda de Málaga (Ojén-Marbella), que servirá para guiarse hasta el puerto del Acebuche. Antes de llegar al mirador, habrá que desviarse a la derecha por un túnel que sirve para salvar la carretera A-355. Después se continuará por el carril a la izquierda hasta llegar a un camino ancho de tierra, por donde se continuará ascendiendo.

2Tras unos metros por un carril ancho se pasará a un sendero estrecho que se adentra en la sierra. A partir de ahí se irán alternando subidas y bajadas que sirven para caminar entre una vegetación, que se vuelve muy frondosa en algunos tramos. Tras algo más de un kilómetro se hace un viraje hacia el sur importante y se pasa junto a un antiguo pilar o fuente que debió ser importante para la ganadería antaño. Poco después se llega al punto más álgido de la ruta, que permite tener una vista panorámica espectacular de Ojén y su entorno.

3A partir del punto más elevado de la ruta, el camino, siempre estrecho, comienza a hacer descendente de forma generalizada durante kilómetro y medio, aunque habrá también subidas puntuales. El camino continúa hacia el sur, por la ladera de Sierra Blanca, con vistas cada vez más generosas hacia el Mediterráneo. Se pasará junto a un grupo de casas situadas relativamente cerca de la carretera A-355. Así se llega poco después a un enclave que permite seguir bordeando Sierra Blanca, pero en esta ocasión hacia el oeste.

4En el último kilómetro, desde que se hizo el viraje hacia el oeste, se gana en vistas de Marbella y su costa. De este modo, aunque hay algunas subidas y bajadas y también algún tramo de vegetación frondosa, hay varios lugares para el disfrute de esa amplia panorámica. Así se llega hasta el punto de retorno de esta ruta, el puerto del Acebuche, uno de los muchos lugares emblemáticos de la sierra Blanca, un auténtico pulmón verde entre Marbella y Ojén, o lo que es lo mismo, entre la Costa del Sol y la Sierra de las Nieves.

5Desde el puerto del Acebuche, tocará regresar por los mismos pasos hasta el punto de partida. Existen, eso sí, otras posibilidades. Así, si hay tiempo suficiente, se puede continuar por la etapa 31 de la Gran Senda de Málaga hasta otros hitos del itinerario como Puerto Rico Alto o la ermita de los Monjes. También hay un sendero de dos kilómetros que baja de forma más directa hasta Marbella desde el puerto del Acebuche. En cualquier caso, habrá que tener en cuenta el tiempo, el desgaste físico y la forma de regresar al punto de partida en Ojén.

En esta ruta, que atraviesa la sierra Blanca de Marbella, existe una espesa arboleda mediterránea que acompaña a la vegetación ribereña y a frondosos bosques de distintas especies vegetales autóctonas. Además de pinares y encinares, sobresalen en las orillas la madreselva y en su entorno impresionantes helechos. En lo que se refiere a fauna, se pueden ver y escuchar algunas aves de pequeño porte propias de ecosistemas ribereños. Igualmente, abundan distintos tipos de reptiles y anfibios junto al arroyo. Entre estos últimos están las ranas, que forman parte de la banda sonora en algunos tramos.