Esta ruta fluvial, que discurre junto al río de los Caballos, parte desde el Balneario de Tolox para llegar hasta el conocido como Charco de la Virgen. Esta itinerario homologado (SL-A-239) forma parte del Sendero de las Cascadas, aunque en este caso se ... trata de un recorrido más corto y más sencillo de hacer.
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Comarcas Sierra de las Nieves
Nivel de dificultad Media
Tipo de ruta Lineal
Duración aproximada 1 hora y 40 minutos (sólo ida)
Longitud del trayecto 2,4 kilómetros (sólo ida)
Altura mínima 340 metros
Altura máxima 485 metros
El inicio de esta ruta comienza junto al conocido balneario de Tolox, situado muy próximo al pueblo del mismo nombre. Por tanto, para llegar hasta allí hay que seguir, en primer lugar, las indicaciones hasta este pueblo de la Sierra de las Nieves, es decir, primero por la A-357 y después por la A-354. Una vez en la entrada del pueblo, sólo hay que seguir las indicaciones hacia el balneario de Fuente Amargosa (COORDENADAS 36.681973, -4.907362). Junto a este edificio, hay una explanada donde es posible estacionar bien el vehículo, si bien, en algunas ocasiones, por falta de espacio habrá que hacerlo en otras zonas habilitadas cerca de allí.
1. Este itinerario se hace en todo momento junto al río de los Caballos, que pasa junto el balneario de aguas sulfurosas del pueblo de Tolox. Hay que pasar junto a este edificio histórico para cruzar el riachuelo y seguir el itinerario que discurre, a veces a la izquierda y a veces a la derecha del cauce. Es recomendable, buscar lo antes posible el sendero que va por la derecha según se sube río arriba. Esto implica que, sobre todo en los primeros metros, el camino vaya mucho más elevado que el cauce del río.
2. En los primeros metros se podrán ver algunas pozas de aguas cristalinas, aunque éstas no deben confundirse con el itinerario homologado, con la denominación Charco de la Virgen y la nomenclatura SL-A-239. También habrá que tener en cuenta, que todo el trazado de esta ruta también coincide con un sendero muchos más largo y circular, que es el de las Cascadas. En líneas generales, el camino no ofrece complicaciones de orientación, pero habrá que tener en cuenta que hay que cruzar o vadear el río en varias ocasiones. A veces hay pasarelas de madera habilitadas, pero, muchas de éstas se van deteriorando o perdiendo por la fuerza del agua. Por tanto, habrá que atravesar el cauce por los lugares indicados por la señalética. Para ello, habrá que hacerlo por las piedras de mayor tamaño y menos resbaladizas.
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3. Poco después de ver en el río unos diques de contención, la ruta se acerca a la orilla bajo unos eucaliptos y se desvía por un carril de tierra, relativamente cómodo para andar, salvo algunas pendientes. Habrá que seguir este camino hasta que se pasa a una estrecha senda que se aleja de una huerta de regadío, desde donde no se ve el río, pero se intuye que su cauce está a pocos metros a la izquierda.
4. Tras pasar por el angosto camino, habrá que cruzar en algunas ocasiones el río, usando para ellos las piedras que hay en su cauce. Habrá que tener mucho cuidado, ya que algunas piedras pueden ser especialmente resbaladizas. En este tramo, se podrá ver la señal que indica una subida a la izquierda para continuar por el Sendero de las Cascadas. Después de pocos metros se avistará la larga cola de caballo que es la cascada que cae sobre el Charco de la Virgen, que pone punto y final a esta subida. En este punto, se forma una gran charca de agua cristalina, que está especialmente fría en primavera y en los primeros días del verano. También puede encontrarse prácticamente seca según avanza el verano en los años pobres hidrológicamente hablando.
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5. El camino de vuelta ha de hacerse por el mismo sendero usado en la ida, salvo que se quiera hacer después parte o todo el Sendero de las Cascadas. Así, hay quienes optan por subir hasta el siguiente salto de agua, que es el más espectacular de ese recorrido, el de la Rejía.
A lo largo de esta ruta se pueden ver huertas con cítricos, eucaliptos, aulagas, fresnos, palmitos, helechos, pinos y vegetación de ribera. Por tanto, en el camino se puede disfrutar de un paisaje botánico variopinto. En lo que se refiera a fauna, se pueden ver volando algunas rapaces e intuir las presencias de algunos mamíferos, como jabalíes, cabras montesas o zorros. Entre los reptiles, habrá que tener cuidado con la víbora hocicuda, que se puede ver en la primavera y el verano. En el río se pueden ver algunos peces, especialmente los cachuelos. También hay algunos anfibios, como distintos tipos de ranas.
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