Ruta senderista: Sendero del Cerro del Calvario-Capellán-río Turón

Para comenzar este itinerario hay que dirigirse hacia el pueblo de Ardales por la A-357. Una vez en el pueblo, lo idóneo es aparcar en la plaza principal o alrededores, ya que después hay que subir hasta el punto de partida por la calle situada a la derecha del Ayuntamiento. Así, tras pasar junto a la iglesia de los Remedios y el castillo de la Peña, se llega al inicio oficial de esta ruta, situado al final de la calle Culatilla, cuando ésta confluye con el camino de la Ermita (COORDENADAS 36.875621, -4.844522).

1. Esta ruta de senderismo, a pesar de ser prácticamente circular y tener una longitud que no supera los 13 kilómetros, se puede considerar como dificultad media o incluso medio alta, ya que, en su inicio, comienza a afrontar una subida muy acentuada. Así, durante los cuatro primeros kilómetros prácticamente no se deja de ascender, para después comenzar un tranquilo descenso hacia el río Turón.

2. Desde el punto de partida oficial hay que subir primer hasta la Ermita del Calvario, desde la que se tiene una espectacular vista panorámica de Ardales y todo su entorno. Después, el camino, que allí se cruza con una etapa de la Gran Senda de Málaga, continúa hacia el cerro de Capellán, en una de las estribaciones de la sierra de Alcaparaín por el camino de la Castaña. Así, poco después, se irá viendo a la derecha abajo, el valle del Turón, con el río y la antigua fortaleza del mismo nombre como principales hitos, junto a los que se pasará más tarde.

3. Tras atravesar un bosque de pinos, junto a la zona más escarpada de la sierra, se llegará a otro de los hitos de este sendero, la conocida como Fuente del Colegial. Desde allí habrá que continuar algo menos de un kilómetro para hacer un giro a la derecha, tal y como indican las balizas oficiales de esta ruta, distinguidas por franjas amarillo y blanco. Poco después, se pasará junto al carril de acceso de la casa rural Arcos del Capellán y tan sólo unos metros más abajo a la carretera que une a Ardales con El Burgo. Ésta habrá que cruzarla con precaución y continuar hacia la derecha -sentido Ardales- por el arcén unos trescientos metros, hasta que se encuentren las señales del carril que continúa el descenso hacia el río Turón.

4. El camino hacia el río Turón pasa junto a algunas fincas privadas hasta llegar a un estrecho puente que permite pasar al otro lado de su curso. Ahí habrá que seguir de nuevo hacia la derecha por un carril de tierra que asciende una loma y que deja a la izquierda a la antes mencionada fortaleza del Turón, situada en un lugar tan estratégico como escarpado. Desde el carril se pueden ver aún algunos restos de murallas e incluso de torres.

5. La ruta continúa hacia Ardales, alternando algunas subidas y bajadas suaves con zonas prácticamente llana. Así se llega hasta el puente de La Molina, una de las construcciones más antiguas que hoy hay en el término municipal de Ardales. Habrá que cruzarlo para llegar así hasta el casco urbano. Lo más recomendable es ascender por la calle Huelva para después girar a la derecha hacia la plaza principal, la de San Isidro, por la calle de los Carros. De esta forma, se llegaría al lugar donde se ha podido dejar el vehículo antes de salir hacia el punto de partida oficial de la ruta.

6. Esta ruta homologada y bien señalizada en líneas generales, a pesar de su nombre oficial, que alude a sus cerros y al propio río, bien podría hacer alusión en su título a los dos castillos junto a los que pasa, ya que son dos hitos de gran interés histórico, turístico y paisajístico. De hecho, el primero de ellos, situado junto a la también recomendable iglesia de los Remedios, cuenta hoy con un centro de interpretación en el que se puede conocer buena parte de lo acontecido en este territorio, cuando éste fue frontera entre Al-Ándalus y Castilla. Se recomienda contactar antes para saber su horario de apertura e incluso la reserva de plazas si fuera necesario. El otro castillo junto al que se pasa, el del Turón, no tiene un acceso tan fácil como éste. Es más, si se quiere acceder a su zona alta habrá que tener cuidado para no entrar en propiedades privadas colindantes.

Este recorrido espectacular ofrece una gran biodiversidad, ya que pasa tanto por el río Turón como por las estribaciones de la sierra de Alcaparaín, protegida hoy como Lugar de Importancia Comunitaria. Habrá que prestar mucha atención sobre todo a la avifauna, desde pequeñas aves a grandes rapaces o incluso el buitre leonado. En primavera, incluso puede sorprender la presencia del escurridizo cuco, pero también otras muchas especies propias tanto de bosques mediterráneos como de riberas. Así, se pueden ver anfibios como distintos tipos de ranas, peces como cachuelos y barbos, aves como las garzas o incluso algún mamífero como la nutria. En la primera parte de la ruta, por los cerros y el bosque, no hay que descartar ver mamíferos como erizos, tejones, jabalíes o zorros. En lo que se refiere a vegetación, ésta también es muy variada. Además de las propias de ríos y arroyos, hay un denso pinar que atravesar. Tampoco faltan otras especies de interés, como acebuches, olivos y encinas. También de interés botánico pueden verse el tomillo, el romero, el lentisco o la jara.

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