Ruta senderista: Ruta de las Escaleras Árabes (SL-A-207)

Esta sendero circular se hace dentro del espacio del paraje natural del Desfiladero de los Gaitanes. Más concretamente, discurre por el término municipal de Álora, en la cara más oriental de este espacio protegido. La ruta, que está homologada por la Federación Andaluza de Montañismo, se corresponde con la nomenclatura SL-A-207.

El punto de partida de esta ruta está en el aparcamiento que hay en la cara más oriental del paraje natural del Desfiladero de los Gaitanes (36.919438, -4.736391). Para llegar hasta allí hay que dirigirse hasta la barriada del Chorro y tomar la carretera MA-5403 durante algo más de tres kilometros hasta ver a la izquierda un carril de tierra en el que se ven indicaciones para el sendero de Huma. A partir de ahí, hasta llegar el aparcamiento indicado el carril es de tierra. Ya que el sendero de las Escaleras Árabes se puede hacer en poco tiempo, se puede optar por empezar el camino aquí. Otra opción intermedia es avanzar algunos metros en coche y dejarlo en mitad de camino (hay dos espacios para aparcar en el camino). En cualquier caso habrá que tener en cuenta la dificultad para conducir en este tipo de caminos de tierra, con tramos donde hay piedras sueltas.

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En el aparcamiento donde arranca esta ruta, se podrá ver el cartel indicativo del inicio de esta ruta, que confluye durante algunos metros con una de las etapas de la Gran Senda de Málaga, con el sendero circular de la sierra de Huma e incluso con un tramo de la senda de Haza del Río (algunos metros más adelante). Por tanto, habrá que estar muy atentos a las indicaciones y las balizas del SL-A-207, que en este caso se diferencian con una franja verde.

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Desde el aparcamiento habrá que comenzar subiendo levemente por un carril durante unos trescientos metros y tomar el primer camino a la izquierda para dirigirse puntualmente hacia el sur. Poco después se llegará a la primera bifurcación importante en el que habrá que tomar la decisión de encarar directamente las Escaleras Árabes subiéndolas o dejarlas para el descenso. En el primer caso, habrá que tener en cuenta que se trata de un duro desnivel no recomendado para los no habituados. En el segundo, a la hora de bajar habrá que tener especial cuidado en algunos tramos donde hay piedras sueltas y peldaños que están parcialmente rotos.

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Si se continúa por la derecha, el camino, eso sí, será más liviano al principio, ya que sin abandonar el carril de tierra pronto se adentra en un tupido pinar que, en los días más calurosos, supone un alivio para los senderistas. Durante este camino, de menos de un kilómetro y medio, se afronta un desnivel de unos 150 metros. Habrá que tener especial atención a las señales, eso sí. También en este camino se verá un enclave de gran valor etnográfico, una era que se conserva en relativo buen estado, justo donde este camino coincide con la recta final del sendero de Haza del Río.

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Tras llegar al punto más elevado de este itinerario, sin abandonar del todo el pinar se comienza a descender en sentido oeste, con el telón de fondo de los pantanos que confluyen en torno al Desfiladero de los Gaitanes. En esta zona, el camino es angosto y discurre junto a una valla metálica, con la que habrá que tener cuidado para no enganchar el pie. Tras dejar atrás la arboleda el descenso se va haciendo más pronunciado y el camino va virando hacia el este para buscar el camino de vuelta por las Escaleras Árabes.

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Tras una puntual subida por la zona más escarpada, ya en sentido este, se comienza el descenso por un camino que pasa por las mencionadas Escaleras Árabes. Con algo más de 200 peldaños de distinta forma (algunos excavado y otros construidos de forma rudimentaria) se bajará rodeando un abrupto tajo que lleva hasta un carril de tierra que enlazará poco después con el inicio de la ruta. Concretamente, tras llegar al primer carril de tierra, habrá que girar a la izquierda y subir durante algo más de medio kilómetro hasta llegar hasta la bifurcación citada en el punto 2.

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A pesar de su nombre, no está confirmado ni mucho menos que las Escaleras Árabes sean tan antiguas. Hasta ahora sólo ha trascendido que se conoce con ese nombre desde principios del siglo pasado. Esta zona, con un abrupto cortante calizo, es muy frecuentada por aficionados a la escalada.

En menos de cuatro kilómetros de recorrido aguarda un variado paisaje botánico. Así, además de almendros y algunos olivos y acebuches, durante buena parte del camino se recorre un frondoso pinar. Después se verán otras especies botánicas singulares y autóctonas, como o el palmito, la jara, el majuelo, la aulaga, el romero. Gracias a que esta ruta atraviesa zonas escarpadas y calizas se podrán avistar aves rupícolas, rapaces o la carroñera más abundante en la provincia, el buitre leonado, que suele sobrevolar toda la zona que hay entre las sierras de Huma, del Torcal y de Abdalajís. Entre los mamíferos no hay que descartar en los días de poco tránsito de personas a la cabra montés.

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