Ruta senderista: Puerto de la Torre-Campanillas (PR-A-330)

El inicio de esta ruta homologada está enla ermita de San Cayetano, situada en el distrito del Puerto de la Torre, pero al otro lado de la autovía -hiperronda- (COORDENADAS 36.753550, -4.493480). Para llegar hasta allí hay que ir por la carretera A-7075, a la que se accede por la A-7 (desvío de Puerto de la Torre-Almogía) o desde el propio Puerto de la Torre. Se puede acceder tanto en vehículo privado como en trasporte público (Junto al punto de partida hay una parada de la línea 21 de la EMT).

1. Esta ruta senderista no resulta muy atractiva en sus primeros metros porque discurre en un carril asfaltado, pero según se va avanzando comienza a tener mayor interés para el senderista. Tras pasar por el arco de San Cayetano, habrá que seguir las indicaciones de la ruta por una estrecha carretera, que tras algo más de un kilómetro se convierte en un carril de tierra. A partir de ahí, habrá que prestar mucha atención a la señalética y buscar siempre la dirección a Campanillas.

2. Tras un kilómetro y medio prácticamente llano, el sendero comienza a ascender considerablemente. Poco después, el mismo camino abandona el carril ancho para discurrir por una senda angosta. Justo ahí habrá que estar atentos para poder hacer un ligero desvío y disfrutar de las vistas del mirador de Puerto de la Torre. Este balcón natural, que no está incluido en la ruta oficial, es visible y fácil de acceder. Se trata de una especie de quiosco blanco, con una mesa de piedra en su interior. Se podrá llegar tras un camino de unos trescientos metros. Merece la pena por las vistas panorámicas que se tiene tanto del distrito de Puerto de la Torre como de su entorno. Posteriormente, habrá que regresar hasta el mismo punto donde se dejó el itinerario oficial.

3. Tras volver al sendero, habrá que continuar realizando subidas y bajadas por las colinas que conforman la sierra que separa a Campanillas y Puerto de la Torre. Al tercer kilómetro de recorrido aproximadamente se llegará al punto más elevado de la ruta, que también ofrece panorámicas interesantes de esta zona del territorio malagueño. Desde allí, toca prácticamente descender, salvo en una última colina que tiene cierto desnivel. Aunque, en líneas generales, el camino se encuentra en buen estado, habrá que tener cierta precaución en los descensos, donde las piedras sueltas o el barro pueden ser muy malos aliados. Es fundamental llevar un buen calzado y ser prudentes a la hora de acometer la bajada por estos tramos.

4. Tras superar los cuatro kilómetros, la ruta comienza a descender paulatinamente hacia el distrito de Campanillas. Antes pasará junto a una zona recreativa, habilitada con sillas y mesas, y algunas colmenas, a las que no habrá que acercarse en ningún momento. Justo después toca hacer una última subida por una pendiente relativamente dura, pero corta.

5. En el último tramo del camino, a partir del los 6 kilómetros aproximadamente, se recorren los distintos barrios que componen Campanillas, como son Colmenarejo, Huertecilla de Mañas u Olveros, hasta llegar a la zona conocida como Pilar del Prado. Justo ahí el sendero oficial confluye con el cauce del río Campanillas. De hecho, el camino discurre por su curso, que está seco durante casi todo el año, ya que sus aguas están retenidas en la presa de Casasola.

6. La última fase de este recorrido, algo más de dos kilómetros, discurre completamente por el cauce del Campanillas, que no resultará muy cómodo por ser un terreno pedregoso. Eso sí, resulta interesante pasar junto al cortijo Jurado, uno de los inmuebles más conocidos de esta zona de Málaga. Tras pasar por debajo de la A-357, el camino concluye en una zona eminentemente agrícola que conecta con el último itinerario de la Gran Senda de Málaga. A unos pasos a la derecha se podrá ver tanto un vial como un conocido enclave de huertos urbanos en alquiler.

En este itinerario homologado hay mucha variedad, desde la vegetación de ribera en algunos arroyos hasta los árboles propios de esta zona de secano, como almendros, algarrobos -algunos de gran tamaño-, acebuches y olivos. También se ven especies arbóreas que no son autóctonas, como eucaliptos. El palmito y matorral mediterráneo forman parte también fundamental de buena parte de la ruta. En lo que se refiere a la fauna, al ser una zona relativamente poblada no se pueden ver grandes mamíferos, pero sí ocasionalmente algunas rapaces, como cernícalos, y roedores.

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