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Esta itinerario lineal entre los pueblos de Almogía y Villanueva de la Concepción es la segunda etapa del Camino Mozárabe, es decir, el itinerario jacobeo ... que parte desde Málaga hacia Santiago de Compostela.
Comarcas Vega de Antequera y Valle del Guadalhorce
Municipios Almogía y Villanueva de la Concepción
Nivel de dificultad Media
Tipo de ruta Lineal
Duración aproximada 5 horas y media
Longitud 20,1 kilómetros
Altura mínima 645 metros
Altura máxima 342 metros
Lugares de interés próximos Torre de la Vela, río Campanillas, Puente del Horcajo y Torcal de Antequera.
El punto de partida de esta ruta está en el pueblo de Almogía. Concretamente, junto al albergue de peregrinos, en la travesía urbana, se encuentra el arranque oficial de esta ruta que lleva hasta Villanueva de la Concepción. Para llegar hasta allí se puede ir desde la barriada malagueña del Puerto de la Torre en un trayecto que no supera los 20 minutos. Otra opción más compleja es ir desde el nordeste desde Casabermeja.
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La mayor complejidad de esta ruta lineal radica en su longitud, ya que se trata de un trazado de 20 kilómetros. Pese a ello, no es compleja en cuanto a sus desniveles y se encuentra muy bien señalizada con las balizas del Camino Mozárabe, desde su inicio hasta el final. Eso sí, hay que tener en cuenta que en los días de más calor habrá que ir bien pertrechados de agua y de protección solar.
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Esta segunda etapa del Camino Mozárabe parte desde la carretera que atraviesa Almogía. En sentido a Villanueva de la Concepción, desde esta vía, a unos cuatrocientos metros de la Posada de Almogía, se puede ver la señalética que indica el punto de partida. Sorprende una bajada pronunciada que introduce por una vereda en un bonito olivar, con un cortijo al fondo. Desde allí, habrá que remontar hasta volver al mismo nivel sobre el nivel del mar del inicio. El camino será prácticamente llano durante cinco kilómetros, en los que se alternará de paisaje constantemente. Eso sí, el protagonista absoluto será el valle del río Campanillas, que lleva sus aguas desde la sierra de las Cabras al Bajo Guadalhorce.
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Después de casi tres kilómetros alternando pendientes la senda llega al río Campanillas. Dependiendo del caudal que lleve se puede intentar vadear el río o usar un puente situado a unos 800 metros del sendero. De cualquier forma, tras cruzar al río se llega a la carretera C-3310 (si se ha cruzado el puente, habrá que volver a la altura donde estaba la senda).
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Tras cruzar el río Campanillas, hay que desviase por un sendero que va en paralelo al arroyo de la Alquería hasta que se conecta con otro camino más ancho, que lleva de nuevo hasta la carretera. Desde allí, habrá que ir con precaución hacia la derecha durante kilómetro y medio, hasta el puente del Horcajo, uno de los hitos de la conocida como Ruta de los Puentes de Carlos III. Se trata de varias construcciones mandadas a construir a finales del siglo XVIII para mejorar las conexiones de Málaga con la Corte.
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Habrá que obviar la ruta de los puentes y continuar unos doscientos metros desde el Horcajo para tomar el Camino Real, que lleva directamente hasta el pueblo de Villanueva de la Concepción. Eso sí, en estos últimos metros habrá que enfrentarse al mayor desnivel de este itinerario histórico.
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En la actualidad, existen albergues para los que hagan ésta ruta tanto en Almogía como en Villanueva de la Concepción, pero es conveniente ponerse en contacto antes con los respectivos ayuntamientos para saber si hay disponibilidad.
Esta ruta, a pesar de no recorrer ningún paraje forestal, tiene un variado paisaje en el que destacan especialmente tanto el olivo como el acebuche –olivo silvestre-. Además, también se pueden ver junto al camino algarrobos, almendros y granados, entre otros árboles, así como distintas zonas dedicadas al cereal o a las habas. También merece la pena prestar atención a la vegetación de ribera que se puede encontrar en el entorno del río Campanillas o en el arroyo del Horcajo. En lo que se refiere a la fauna, se pueden avistar aves rapaces e incluso carroñeras como el buitre leonado, que tiene su hábitat perfecto en el cercano Torcal de Antequera. Entre los mamíferos más destacados, en ocasiones se han visto meloncillos, zorros, conejos, liebres y ratones de campo.
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