Esta ruta de Salares recorre parte del parque natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama en un recorrido circular en el que sorprenden las vistas panorámicas de esta zona montañosa.
Publicidad
Comarca Axarquía
Nivel de dificultad Media
Tipo de ruta Circular
Duración aproximada 2 horas y media
Longitud del trayecto 6,1 kilómetros
Altura mínima 588 metros
Altura máxima 882 metros
Esta ruta comienza justo en el puente que da nombre al itinerario, situado ... en uno de los extremos del casco urbano de Salares (COORDENADAS 36.854292, -4.023319). Para llegar hasta este punto habrá que dejar bien estacionado el vehículo en una de las zonas de aparcamiento habilitadas en otro de los extremos del casco urbano. No es nada recomendable adentrarse por el casco antiguo de este pueblo de la Axarquía, ya que sus calles son muy estrechas y empinadas.
1. Este sendero arranca en uno de los extremos de un pueblo de Salares, asentado a los pies de Sierra Tejeda y pasa por una construcción de origen andalusí, lo que ha servido en definitiva para darle nombre a la ruta. Se trata del camino más famoso de Salares, una de las poblaciones más pequeñas de la Axarquía, aunque también una de las que más patrimonio histórico aglutina. No en vano, está incluida dentro de la Ruta del Arte Mudéjar que recorre buena parte de la comarca.
2. Una vez pasado el puente, este itinerario circular comienza a recorrer un verdadero vergel hortícola, donde cítricos, nogales y hortalizas conviven en zonas abancaladas. Tras unos primeros metros llanos, habrá que desviarse a la derecha por el recorrido más ascendente. Desde ahí se puede ir contemplando un bonito paisaje agrícola y rural, hasta que se tiene una interesante perspectiva del pueblo de Salares. Así se llega hasta un pequeño merendero de madera, donde se puede descansar para recuperar el primer gran esfuerzo de la ruta, que ha ascendido por la conocida como la loma de Fogarate.
Publicidad
3. Desde el merendero, el sendero continúa rodeando el cerro colindante a Salares, pasando justo después por un bonito encinar. Así, se llega al ecuador de la ruta, la Cruz del Muerto, desde la que se comienzan a tener muy bonitas vistas de otros pueblos cercanos, como Canillas de Albaida y Cómpeta.
4. La última parte del recorrido tiene como hito principal el antiguo cortijo de Casa Haro, desde el que habrá que buscar el camino que desciende hasta el casco urbano de Salares. Este último tramo es de continua bajada y es conocido como la Umbría de Haro. De esta forma, se irá viendo el casco urbano de Salares hasta llegar de nuevo al Puente Árabe, desde donde se había partido en este itinerario homologado.
Publicidad
5. A pesar de ser un sendero oficial, hay tramos complejos en los que no es fácil encontrar las señalizaciones pertinentes para no salirse del camino propuesto. Por eso, se recomienda llevar tanto aplicaciones de móviles como mapas de la zona para evitar extraviarse. En cualquier caso, al ser un recorrido circular es importante saber orientarse para no ir en sentido contrario al oficial.
6. Esta ruta brinda una buena ocasión para conocer el pueblo de Salares, una verdadera perla blanca ubicada a los pies de las sierras de Tejeda y Almijara. Con apenas doscientos habitantes, esta pequeña localidad mantiene, después de muchos siglos de avatares, la estructura urbana que tuvo la región durante el esplendor de la época andalusí. Sin lugar a dudas, el visitante se queda perplejo con la disposición de su casco urbano, compuesto por calles estrechas, que suben y bajan hasta conformar un verdadero laberinto donde sobresale el blanco de la cal que protege a las casas. La angostura de las calles impide el paso de vehículos, lo que hace que un paseo por ellas tenga, si cabe, mayor encanto. Sólo sus vecinos saben cuidar uno de sus principales patrimonios, adornando la fachada de sus casas meticulosamente, con floridas macetas y las tradicionales puertas y ventanas de madera en colores llamativos. Tanto en la zona alta como en la baja se encuentran verdaderas postales en la que se nota el esmero puesto por los propietarios de los inmuebles. Pero la principal referencia para los salareños es la torre alminar de la iglesia de Santa Ana, una construcción de claro origen mudéjar que data de los siglos XIII y XIV. Aunque merece ser restaurada convenientemente, esta torre, declarada Monumento Histórico Artístico hace más de dos décadas, es el principal emblema del pueblo.
Publicidad
En esta zona del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama existen muchas especies botánicas, como encinas, algarrobos y pinos, junto a algunos de sus matorrales, entre los que no faltan esparto, tomillo, matagallos, aulagas, altabacas o palmito. Además, junto al río hay helechos, hiedras y zarzales. En el recorrido también se pueden ver olivos, acebuches y almendros. En lo que se refiere a fauna, hay también cierta diversidad en cuanto a aves -hasta rapaces se pueden avistar sobrevolando la zona-. Tampoco hay que descartar ver algún mamífero de pequeño tamaño o incluso algún zorro, jabalí o cabra montés.
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.