Ruta de senderismo: Sendero de la Alfaguara de Coín

Esta ruta circular recorre el perímetro de uno de los pulmones verdes que se pueden encontrar en el término municipal de Coín, el antiguo cortijo de la Albuquería, una zona próxima a Sierra Gorda, que está regada por el río Pereilas. El itinerario, que tiene la nomenclatura SL-A-145, es conocido como el sendero de la Alfaguara.

El punto de partida de esta ruta está en el cortijo de la Albuquería, un enclave situado cerca de la carretera A-355, que une a Coín y Marbella. Concretamente, se encuentra entre las canteras y una granja escuela (COORDENADAS 36.629330  -4.7793630). Para llegar hasta allí habrá que tomar en la A-355 la salida indicada para el Camino de la Albuquería. Tras pasar una cantera, hay un carril a la derecha con las señales que indican el inicio del sendero.

1. Esta ruta de senderismo circular recorre uno de los pulmones verdes del Valle del Guadalhorce, la antigua finca de la Albuquería. Se trata de un recorrido lleno de contrastes, ya que, además de recorrer un espeso pinar con vistas panorámicas al Valle del Guadalhorce y la Sierra de las Nieves, pasa junto a canteras aún en activo y pequeñas fincas agrícolas que aprovechan la riqueza hídrica de esta zona de Coín.

2. Antes de empezar el recorrido, habrá que buscar un lugar idóneo para dejar el vehículo. No existen muchos espacios habilitados en la zona, ya que el Camino de la Albuquería discurre por un carril estrecho con escaso o nulo arcén. Entre las opciones que se pueden encontrar para estacionar bien el coche está, algunos metros más arriba, la de la Granja Escuela de la Albuquería, siempre que ésta esté abierta y con su correspondiente consentimiento. También metros antes, prácticamente junto a la entrada de la cantera, hay espacio para el aparcamiento de dos o tres vehículos.

3. Una vez aparcado bien el vehículo, la ruta comienza con el reto de cruzar el río Pereilas. Aunque es un arroyo muy estacional, tras lluvias abundantes suele ser un ligero contratiempo. Para evitar mojar el calzado, a falta de sitios habilitados para cruzarlo, es recomendable quitárselo únicamente para atravesar el cauce por la zona hormigonada. Una vez secos los pies, se podrá seguir el camino siguiendo la señalética, fácil de distinguir en hitos con dos franjas (blanca y verde). Habrá que seguir recto por un carril asfaltado hasta que el camino gira bruscamente a la derecha para comenzar una ligera subida.

4. Tras unos cuatrocientos metros del último giro a la derecha, se llega a una encrucijada de caminos. El hito de madera señala claramente que hay que tomar el carril de la derecha. Eso sí, habrá que retener visualmente este cruce, ya que es justo ahí donde se llegará justo antes de finalizar la ruta. Se trata del punto donde acaba el tramo circular de este itinerario.

5. El carril por el que se continúa será mucho más suave durante el siguiente kilómetro y medio, justo el tramo que discurre entre fincas agrícolas, donde abundan los árboles frutales, como cítricos o subtropicales. Eso sí, a la izquierda aparecerá poco después un espeso pinar, que otorgará sombra durante todo el día. De esta forma, la subida se hará mucho más cómoda justo después.

6. Antes de llegar al ecuador de la ruta, tocará ascender por un carril ancho, pero cada vez más empinado, que lleva hasta la cota más alta de este bonito pinar. Una vez dejado atrás los campos de cultivo, el camino se adentra en el bosque. Eso no quita que para que se vean bonitas vistas panorámicas del entorno. Así, se ven algunos pueblos cercanos, la Sierra de las Nieves o las sierras Prieta y Cabrilla, además de la localidad de Coín. Tras casi tres kilómetros de subida desde el inicio de la ruta, se llega hasta un cortafuegos, muy pedregoso, que hará las veces de camino. A través de él se llegará al punto más elevado del sendero. Allí merece la pena detenerse para contemplar la Sierra Gorda o las vistas que se tienen de pueblos como Coín o Alhaurín El Grande.

7. A pesar de que el último tramo de subida no era muy suave, la parte más complicada de esta ruta circular está en el descenso desde la cota más alta, ya que hay que seguir por el mismo cortafuegos. La bajada es muy irregular: Las numerosas piedras que hay en el camino no ayudan. Por eso, aquí más que nunca resulta imprescindible llevar un calzado adecuado para evitar caídas o torceduras. Poco después, tras bajar unos setecientos metros, el cortafuegos empalma con un pequeño sendero que conduce a la encrucijada de caminos mencionada más arriba. A partir de ahí, sólo habrá que seguir el mismo trayecto utilizado en la ida, lo que implica volver a cruzar el río Pereilas.

8. Esta ruta circular permite rodear este cerro de la Albuquería para conocer uno de los bosques menos conocidos del fértil Valle del Guadalhorce, en la transición a la Sierra de las Nieves. La bajada supone todo un reto, dada su complejidad técnica, pero merece la pena. Eso sí, en caso de no tener la seguridad de hacer ese descenso en buenas condiciones, se recomienda regresar por el trayecto recorrido.

En este recorrido, el mayor atractivo está en recorrer un denso pinar de repoblación. En él o su entorno se pueden encontrar numerosas especies mediterráneas autóctonas, como distintas plantas aromáticas, entre las que no falta el romero. El palmito, a pesar de ser una planta autóctona en la provincia de Málaga, pone el toque exótico al recorrido. En lo que se refiere a animales, se pueden avistar algunas rapaces que sobrevuelan esta zona situada entre el Valle del Guadalhorce y la Sierra de las Nieves. Ocasionalmente se pueden ver reptiles y pequeños mamíferos.

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