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Esta etapa de la Gran Senda de Málaga hace un interesante recorrido desde la ciudad monumental de Ronda hasta el municipio de Benaoján, por el que pasa antes de llegar a su barriada de la Estación. Para ello, se adentra de forma tangencial en el parque natural de la Sierra de Grazalema.
Comarca Serranía de Ronda
Nivel de dificultad Media
Tipo de ruta Lineal
Duración aproximada 4 horas (sólo ida)
Longitud del trayecto 13,7 kilómetros (sólo ida)
Altura mínima 550 metros
Altura máxima 680 metros
Este itinerario parte del casco urbano de Ronda. Concretamente, su punto de partida es la plaza de Maria Auxiliadora, más conocida en la ciudad como la plaza del Campillo. (COORDENADAS 36.738188, -5.167018). Para llegar hasta allí habrá que hacerlo a pie, ya que no existen zonas de aparcamiento muy cerca. Mientras más lejos del centro histórico, más facilidad para aparcar el vehículo.
1.Desde una ciudad monumental como Ronda parte la vigésimo cuarta etapa de la Gran Senda de Málaga, que se adentra en esta ocasión en el Valle del Guadiaro, donde éste confluye con el Parque Natural de Sierra Grazalema. La ruta parte concretamente del emblemático Tajo de Ronda para dirigirse en compañía del Guadalevín hacia Benaoján.
2. Desde la plaza de María Auxiliadora o del Campillo habrá que buscar el Camino de los Molinos, un sendero peatonal, empedrado, que desciende hacia el río Guadalevín. Este tramo, también conocido popularmente como la 'Cuesta del Cachondeo', zigzaguea para hacer más tenue la bajada. A pocos metros del inicio, surge la opción de abandonar el camino principal para salir por una senda de tierra a la derecha. Esta salida, que es opcional servirá para acercarse al propio Puente Nuevo y ver de cercar la vertiginosa cascada que el Guadalevín forma justo a sus pies. En cualquier caso, habrá que descender con mucha precaución, ya que el sendero es relativamente estrecho. Después habrá que regresar al punto donde se ha dejado el sendero homologado. Se desaconseja este tramo a las personas que tengan vértigo.
3. Tanto si se ha optado por aproximarse al Tajo por la senda antes citada como si no, habrá que seguir descendiendo por el Camino de los Molinos y tomando, en una bifurcación posterior, el tramo de la izquierda. De esta forma se atraviesa parte del legado histórico que tiene esta ruta de senderismo, como es la conocida como Puerta del Viento. También se pasará junto a la conocida popularmente como la 'Picha del Moro', una gran piedra donde queda presencia de fósiles marinos. También se puede tomar la opción de la derecha, que pasa junto a otros restos importantes, como las antiguas murallas y el Arco del Cristo. En cualquier caso, ambas opciones desembocarán en la carretera de los Molinos.
4. Independientemente de la opción tomada, al llegar a la carretera de los Molinos, habrá que girar a la derecha, es decir, habrá que seguir descendiendo hasta el cauce del Guadalevín. Así, pocos metros más tarde, justo antes de llegar a su curso, se llegará a tener una bonita perspectiva del Tajo de Ronda y el Puente Nuevo. Eso será así porque nos encontraremos en la conocida como Hoya del Tajo.
5. El sendero pasa junto al Guadalevín y junto al Albergue Los Molinos, uno de los alojamientos más singulares de la ciudad de Ronda. Después el camino prosigue bajo la conocida como el Asa de la Caldera, un capricho de la erosión de la que se tiene mejor perspectiva desde el principio o desde el final de la ruta. En ese trayecto, se puede apreciar a la izquierda, en lontananza, la iglesia rupestre de la Virgen de la Cabeza, también denominadas Cuevas de San Antón. A la derecha también verá también el antiguo Convento de los Descalzos Viejos, convertido ahora en una de las bodegas más famosas de la ciudad.
6. Poco a poco, con el Guadalevín como compañía -el curso queda a la izquierda-, la ruta se va acercando al término municipal de Benaoján. Para ello, pasa por debajo de la la Central de Transferencia de Residuos Sólidos de Ronda y coincide después unos 300 metros con la carretera MA-7401, la misma que sirve para llegar en vehículo hasta Estación de Benaoján y Benaoján. Después, se deja esta vía para tomar un carril por el que se circulará en paralelo tanto a la carretera como al Guadiaro, al que se une después, por la derecha, el Guadalcobacín. Unos metros más adelante habrá que cruzar con precaución un paso a nivel sin barreras, que corresponde a la línea ferroviaria, Ronda-Algeciras.
7. El itinerario continúa en paralelo a la vía del tren durante unos tres kilómetros, hasta que, pasa de usar un carril ancho a un camino más angosto, que, poco a poco, va ascendiendo por la conocida como sierra del Algarrobo o de los Pajarejos. A los pies de la ruta quedará el monumento natural de la Cueva del Gato, que no se llega a ver, pero que se intuye por su famoso Charco Frío. De esta forma, con un continuo ascenso se llega hasta el Puerto de Ronda, que es el punto más elevado de esta ruta. Hasta allí son diez kilómetros de recorrido desde el inicio. Sólo quedan algo más de tres y medio para llegar al destino. Este último es mucho más llevadero, ya que se hace en continuo descenso. Primero se pasa por el casco urbano de Benaoján y después se llega finalmente a su barriada de Estación de Benaoján.
8. Para el regreso se puede optar por usar la línea ferroviaria Ronda-Algeciras, aunque hay que tener en cuenta los horarios que tiene el tren. Otra opción es consultar las opciones de autobús interurbano o incluso otros transportes alternativos. También se puede aprovechar la ocasión para acercarse a la Cueva del Gato por un breve sendero ribereño que parte desde la Estación de Benaoján.
Este itinerario tiene numerosos atractivos biológicos. De hecho, se pueden ver numerosas especies autóctonas. Además de las huertas de regadío que aprovechan las aguas del Guadalevín, del Guadalcobacín y del Guadiaro, en el camino se verán desde olivos a vides. Junto a ellos no faltarán almendros o pinos, pero habrá que fijarse bien en el inicio para ver incluso pinsapos. Eso sí, visualmente serán predominante los cereales. Otras especies botánicas destacables son el romero, el tomillo, el esparto, la pita o la retama. En lo que se refiere a fauna, habrá que estar especialmente atentos a las distintas aves que viven en los vertiginosos rincones del Tajo de Ronda, como son la chova piquirroja, el roquero solitario o el vencejo. También se podrán ver algunas rapaces, como el cernícalo o el halcón peregrino. A ello hay que unir el buitre leonado, una carroñera que puede sobrevolar las sierras calizas del Valle del Guadiaro.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Ignacio Lillo | Málaga
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