Ruta de senderismo: Carratraca-Ardales

Para comenzar este itinerario hay que dirigirse hacia el pueblo de Carratraca, al que se accede por la carretera por la A-357. Una vez que se toma el desvío hacia el casco urbano por la A-7277, habrá que buscar una de las primeras entradas al núcleo urbano para buscar estacionamiento. Después, habrá que buscar la avenida de Andalucía y tomar una de las salidas que conduce a la carretera por la que se accede al casco urbano. En la intersección de esa vía con la A-7277 (COORDENADAS 36.853944, -4.822488) se verán ya algunas indicaciones de esta etapa acortada de la Gran Senda de Málaga.

1. El primer indicativo de este tramo de la etapa número veintiuno de la Gran Senda de Málaga es el que recuerda que hay que cruzar con precaución la carretera para continuar. En concreto, habrá que tomar un carril de tierra que desciende claramente hacia la carretera A-357. Después, para salvar la carretera pasa por debajo de un túnel que desemboca casi en el antiguo cortijo del Lagar, hoy ocupado por una explotación ovina y caprina. Ahí comienza un ligero ascenso por el conocido como Camino de Colmenar.

2. Por el Camino de Colmenar, se comienza a subir de forma continua, pero sin grandes desniveles, con muchas parcelas dedicadas a huertas a la derecha, durante dos kilómetros. En primera instancia se hace por un tramo expuesto al sol, pero poco después se pasa a la umbría que proporcionan pinos y cipreses que hay a ambos lados del camino. El carril es ancho y cómodo a pesar de que es claramente ascendente. De esta forma, se llega al punto más elevado del itinerario, con unas bonitas vistas tanto al pueblo de Ardales, que comienza a asomarse tímidamente, como a los aerogeneradores, que forman parte importante del paisaje de esta ruta.

3. Desde el punto más álgido de la ruta, que coincide también con ser prácticamente el ecuador de la misma, comienza un descenso hacia Ardales. En ese trayecto se evita y se deja a la derecha el conocido como Cerro del Olivo, para después ir usando carriles que sirven para comunicar las distintas parcelas que hay en la zona como camino para llegar hasta la ermita del Calvario. Además de algunas explotaciones agrícolas, también las hay ganaderas e incluso otros cortijos en claro declive. También se pasa e incluso se cruzan arroyos que antaño llevaban agua frecuentemente y ahora lo hacen en raras ocasiones, como son el del Conejo y el del Olivo.

4. El último tramo de la ruta implica una subida continúa, pero no muy dura de casi 700 metros consecutivos. Gracias a ese esfuerzo se llega a la ermita del Calvario, una pequeña capilla desde la que se tienen unas vistas espectaculares tanto al pueblo de Ardales como al Valle del Guadalteba. Desde allí sólo queda descender hasta el núcleo urbano para lo cual se recomienda pasar junto a dos de sus emblemas, la iglesia de los Remedios y el castillo de la Peña, ambos muy próximos entre sí. En el caso de la fortaleza cuenta con un centro de interpretación que suele estar abierto los fines de semana.

5. Para regresar al punto de partida se puede hacer el mismo recorrido de la ida o buscar alguna alternativa de transporte público entre Ardales y Carratraca, dos pueblos muy próximos en los que hay apenas 10 minutos por carretera. En este sentido, previamente se ha podido dejar un vehículo en Carratraca y otro en Ardales. También hay que tener en cuenta que desde esta ruta se conecta con otro sendero homologado, el del Cerro del Capellán, un camino circular que se adentra en el valle del Turón y concluye también en Ardales.

Este recorrido pasa por una zona fundamentalmente agrícola, aunque también hay una parte forestal, la asociada a las estribaciones de la sierra de Alcaparaín. Así, a lo largo del recorrido se pueden ver una variada arboleda. A los almendros, acebuches, olivos y algarrobos, muy tradicionales en la zona, hay que añadir cipreses, pinos e incluso encinas. A ello hay que unir algunos frutales de las huertas antes mencionadas. Por otra parte, en lo que se refiere a fauna, hay que distinguir por un lado la de las ganaderías que hay en la zona, donde predominan ovejas y cabras (de esta última la raza malagueña). Por otro, hay una variada avifauna, en la que se pueden distinguir algunas rapaces e incluso el buitre leonado, ya que el recorrido está situado entre las sierras de Alcaparaín y el paraje natural del Desfiladero de los Gaitanes. Entre otras aves, también se pueden avistar algunas cogujadas.

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