Ruta: Presa de los Caballeros-Cueva del Hundidero

El punto de partida de esta ruta se encuentra en el aparcamiento habilitado para el acceso a la Cueva del Hundidero (36.757924, -5.237828). Este lugar, situado en el término municipal de Montejaque, es accesible en vehículo a través de la carretera MA-8403 (unos 3,5 kilómetros desde el pueblo).

1. El acceso habilitado para la Cueva del Hundidero y la Presa de los Caballeros se ha convertido en uno de los itinerarios más atractivos de la Serranía de la Ronda en el último año. Aunque aún queda pendiente la habilitación de otros tramos para convertirlo en un sendero oficial, desde principios de 2022 es posible caminar por los recorridos adaptados para el paso de senderistas.

2. Desde el aparcamiento de la Cueva del Hundidero, situado junto a la carretera MA-8403, comienza el camino que lleva tanto a la mencionada gruta como a la Presa de los Caballeros, un pantano que se construyó hace poco más de un siglo y que resultó ser un fiasco, puesto que el agua apenas dura embalsada unas horas, puesto que se filtra rápidamente a través del suelo. Para poder verla se ha restaurado la vereda de Taviznilla y el paseo de la mencionada presa. Hoy ha quedado como una de las tantas singularidades que hay en la provincia de Málaga. A ese atractivo hay que unir la de la Cueva del Hundidero, que forma parte de un sistema geológico espectacular que culmina en la Cueva del Gato, ya en término municipal del pueblo vecino de Benaoján.

3. A través de la mencionada vereda se comienza a bajar por un camino que sirve para acceder a ambos enclaves. Tras unos seiscientos metros de camino, se alcanza un mirador que hace las veces de observatorio de aves. Desde allí, habrá que comenzar a descender por un camino habilitado para tal fin, en el que hay, durante unos metros, unas balizas y cuerdas para dar mayor seguridad. Se trata de la primera bajada por escalones construidos para tal fin. Poco después hay una pequeña bifurcación. Es recomendable tomar primero la de la derecha, que es la que conduce hasta la presa. La otra, que lleva hasta la gruta, se tomará después.

4. A través de una angosta pasarela, que está vallada para prevenir caídas y que cuenta con el anclaje de las vías ferratas (no es necesario equipamiento), se puede ir hasta la presa en tan sólo 300 metros de tranquilo paseo. Eso sí, no es un camino que sea apto para personas con fobia a las alturas. Desde la presa se puede disfrutar de espectaculares y vertiginosas vistas por estas montañas calizas. Tras disfrutar un rato, toca volver por los mismos pasos hasta la antes citada bifurcación.

5. En este caso, habrá que bajar a la derecha, por un camino lleno de escalones, que desciende de forma muy pronunciada, sobre todo en la recta final, hasta la Cueva del Hundidero, uno de los monumentos naturales de Andalucía que hay declarados en la provincia de Málaga. Para ayudarse o dar más sensación de seguridad todo este trazado cuenta con balizas de madera y cuerdas donde poder agarrarse tanto al bajar como al subir. Con mucha cautela y sin prisas, se podrá bajar en apenas diez minutos hasta la entrada de la mencionada cavidad, que sorprende por las dimensiones de su boca. Pese a ello, habrá que tener en cuenta la prohibición de acceso a la misma en el punto indicado por un cartel de la Junta de Andalucía. La Cueva del Hundidero es la boca norte del complejo geológico que incluye a la gruta del Gato, ya en territorio de Benaoján. Por el interior de esta sierra, a través de galerías y otras cavidades discurre el río subterráneo Gaduares -también llamado Campobuche-, que aporta su agua al Guadiaro tan sólo unos metros más abajo. Curiosamente, buena parte de esos recursos hídricos proceden de las filtraciones del suelo del mencionado pantano.

6. Desde la gruta habrá que emprender el regreso con paciencia y dosificando el esfuerzo, ya que, por el mismo camino usado en la ida, hay más de quinientos escalones de subida. De esta forma, se llegará de nuevo al antes citado mirador y observatorio de aves y se continuará la vuelta por el mismo camino usado en ida.

El buitre leonado, algunas rapaces de gran tamaño y distintos tipos de córvidos se suelen dejar ver frecuentemente sobrevolando este enclave calizo de Montejaque. También aprovechan estas escarpadas montañas ejemplares de cabras montés, que sorprenden por sus recorridos casi verticales en los cerros Tavizna y Taviznilla. El interior de la Cueva del Hundidero está habitado por murciélagos de diferente índole. En lo que se refiere a flora, la más destacada es la que hay en el entorno de la cavidad, con árboles mediterráneos como los acebuches y los algarrobos. A ellos hay que unir vegetación de ribera, como adelfas, mimbres e higueras.

Más datos

Más rutas de senderismo