Ruta de las Pasarelas del Genal

-Esta ruta transcurre por las orillas de uno de los ríos mejor conservados de Andalucía, el Genal, en un tramo situado entre el Puente de San Juan (entre Jubrique y Algatocín) y el Prado de la Escribana (entre Genalguacil y Benarrabá). El itinerario es, a su vez, un tramo de la etapa 27 de la Gran Senda de Málaga, entre Benalauría y Genalguacil.

-El punto de partida de esta ruta es uno de los lugares más emblemáticos de la Serranía de Ronda, el puente de San Juan, donde se encuentra una conocida venta y dos campings -uno a cada orilla-. El vehículo se puede dejar estacionado en las zonas de aparcamiento que hay en el entorno. La ruta comienza junto al margen izquierdo del río -según se baja- (36.567082, -5.245394), junto al aparcamiento de la Venta de San Juan.

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A diferencias de otros ríos de Málaga, el Genal cuenta con un caudal muy regular durante el verano. Su longitud y su curso no permite hacer rutas por el propio río, pero sí es posible hacer algunas rutas de senderismo entre sus orillas y sus aguas, como la que parte desde el puente de San Juan hasta el Prado o Llano de la Escribana, un enclave situado entre Genalguacil y Benarrabá.

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Este recorrido, que es hoy un tramo de la etapa 27 de la Gran Senda de Málaga (entre Benarrabá y Genalguacil), se ha acondicionado en los últimos años para que los senderistas puedan conocer de una forma cercana, pero no invasiva esta parte del río Genal. Para ese fin se han instalado pasarelas y puentes metálicos, que a la postre han servido para denominar este corto, pero atractivo sendero fluvial..

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Desde el puente de San Juan, para empezar el camino, hay que empezar el camino junto a la Venta de San Juan, un lugar que puede ser idóneo tanto para desayunar antes de salir como para almorzar antes de terminar la ruta (se recomienda consultar sus horarios de apertura e incluso reservar mesa para comer). Por ahí, siguiendo las indicaciones que son válidas también para la Gran Senda de Málaga, se deja a la derecha el río Genal. Poco después, a unos 600 metros del inicio, habrá que cruzar por una pasarela por encima de uno de sus afluentes, el río Monardilla.

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Aunque tras cruzar el Monardilla, el sendero se aleja un poco del curso del Genal, poco después vuelve a éste y a partir de ahí comienzan a aparecer las pasarelas más espectaculares, que, en algunos casos, se llegan a adosar a las paredes naturales del río e incluso requieren de subir unas escaleras. Estos tramos, que dan nombre a esta ruta, son metálicas y están revisadas frecuentemente para la seguridad de los viandantes. Por este orden, esta ruta pasa por las pasarelas de la Vega de la 'Estacá', de los Tejarejos y de los Limones. También se pasa por el conocido como la acequia de Juan Ruiz, donde tocará agarrarse de un cable adosado a la pared para evitar posibles caídas. Este tramo es, sin duda, el que puede resultar más peligroso por sus características, lo que lo puede hacer poco recomenable para niños de poca edad.

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Durante este trepidante recorrido, se podrá disfrutar de este ecosistema privilegiado, que hay que respetar al máximo. Por tanto, al igual que en otras propuestas senderistas, hay que evitar, en la medida de lo posible, hacer mucho ruido. De esa forma, también se podrá disfrutar de la rica fauna que habita el río y su entorno. En el camino, además de antiguos molinos y otros edificios de interés etnográfico, se verán también pozas de agua cristalinas sorprendentes y una vegetación tan variada como exuberante. A ello hay que unir una fauna muy interesante, que, salvo algunos casos, sólo se podrá ver u oír si se hace el recorrido con sigilo.

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Tras casi cuatro kilómetros de recorrido, se llegará al conocido como Prado de la Escribana, un enclave del río Genal donde se unen los pueblos de Genalguacil y Benarrabá. Allí, además de un área recreativa hay una zona de baño, donde sólo será posible darse un chapuzón si no está prohibido por las autoridades sanitarias o los ayuntamientos competentes.

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El regreso se hará por el mismo camino. Habrá que evitar, en cualquier caso, atajos o variantes por el río u otros caminos, salvo los correctamente indicados por la Gran Senda de Málaga. En este sentido, cabe recordar que desde el Prado de la Escribana se puede subir hasta Genalguacil por el último tramo de la etapa 27. Otra opción es ir hasta el pueblo de Benarrabá por un carril de tierra que va entre castaños, ya que la ruta coincide también con la etapa 4 de la Gran Senda de la Serranía de Ronda (GR-141), es decir, el recorrido que hay entre Benarrabá y Benalauría, que usa el mismo tramo ribereño entre el Prado de la Escribana y el Puente de San Juan..

El río Genal y su entorno ofrece una amplia variedad biológica. Entre las especies botánicas, en el entorno se pueden ver alcornoques, encinas, quejigos o pinos, mientras que en las orillas y el propio río abunda la vegetación de ribera, con zarzas, adelfas, juncos y otras especies propias de estos hábitats. En lo que se refiere a fauna, ésta es igualmente variada. Abundantes peces, entre ellos los cachuelos, algunas anguilas e incluso nutrias forman parte del ecosistema de esta parte del río. Junto a ellos abundan los reptiles y los anfibios, como distintos tipos de ranas y culebras de agua. También se pueden avistar mamíferos de gran tamaño, como el jabalí o incluso algunos ejemplares de ciervo.

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