Cientos de personas arropan a la Virgen de la Victoria en la primera procesión de la pandemia en Málaga

Fue el sábado 7 de marzo de 2020. Ese día salió a las calles de Málaga la última procesión antes del estricto confinamiento que empezó una semana después por el estallido de la pandemia del coronavirus. Fue un vía crucis que protagonizó la Virgen de Guadalupe, de la parroquia de Santa Ana y San Joaquín, en la barriada de Nueva Málaga. Un año y cinco meses después, Santa María de la Victoria, la Patrona de Málaga, ha reunido este sábado a cientos de personas, en un histórico traslado desde la Catedral, donde se ha celebrado su novena y festividad, hasta su santuario.

A pesar de lo intempestivo de la hora, numeroso público, jóvenes en una gran parte, ha aguardado la salida de la imagen desde la puerta del patio de los Naranjos, a las seis y media de la mañana. Hay ganas de procesiones, muchas, y eso se ha respirado en el ambiente de este traslado, para el que la imagen de la Virgen ha figurado sobre unas andas cedidas por la Archicofradía del Paso y la Esperanza, llevadas por dos turnos de 14 portadores cada uno. La talla ha estado exornada con cuatro ánforas con piñas de rosas blancas y la flor del algodón e iluminada por cuatro candeleros. Asimismo ha lucido la corona de oro y piedras preciosas de su coronación canónica y, a sus pies, la nueva medialuna realizada por Orfebrería Montenegro con diseño del catedrático de Historia del Arte Juan Antonio Sánchez López.

Una representación de la Cofradía del Cristo de la Clemencia (antiguo Mutilado) ha recibido a la imagen a su salida de la Catedral, que se ha producido cuando pasaban tres minutos de las seis y media. Ha sido un momento de especial emoción, en el que el público congregado en el patio de los Naranjos ha aplaudido en varias ocasiones y ha gritado vivas a la Virgen. «¡Viva la Virgen de la Victoria! ¡Viva Málaga!», ha exclamado uno de los presentes. No obstante, la imagen también ha sido recibida en las calles con momentos de un respetuoso silencio, que en la salida ha dejado oír los sones del órgano en el interior de la Catedral.

Efectivos de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía han acompañado al traslado, si bien apenas han tenido que intervenir. Eso sí, el público se ha comportado como en cualquier procesión previa a la pandemia, arropando en todo momento al discurrir de la imagen desde las aceras y la calzada de las calles por las que ha caminado, sin acompañamiento musical alguno.

Uno de los momentos más destacados se ha vivido al paso de la Virgen por la casa hermandad de la Cofradía de El Rico, donde ha sido recibida con una petalada y el sonar de campanillas. Asimismo, las cofradías de Estudiantes, Sepulcro, Rescate, Humildad, Amor, Monte Calvario y Rocío han recibido a la Patrona con sus respectivos guiones. En caso del Rocío, la iglesia de San Lázaro ha estado ya abierta para la veneración de este sábado a 'La Novia de Málaga' con motivo del aniversario de su coronación.

Uno de los aspectos del traslado que más ha sorprendido a los cofrades ha sido el cortejo, compuesto por filas de miembros de la Hermandad de la Victoria, acompañados por el párroco de la Victoria, Alejandro Escobar, que no han portado cirios ni enser alguno. Según ha podido conocer este periódico, las instrucciones del Obispado tanto para el traslado de la Patrona como para los que se llevarán a cabo el domingo de la semana que viene, para llevar a la Catedral las 13 imágenes que participarán en la exposición 'El Verbo Encarnado', es que las personas que participen en el cortejo lo hagan sin elemento alguno, para diferenciar el traslado de lo que suele ser una procesión.

A las 8.13 horas, una petalada y de nuevo aplausos y vivas han rubricado el encierro de la Virgen de la Victoria en su santuario. Los cofrades cuentan ya los días y las horas para volver a encontrarse en las calles con las imágenes de su devoción en los 13 traslados del próximo domingo. También serán a las seis de la mañana, en andas y con cortejos sin enseres ni acompañamiento musical, pero a buen seguro reunirán, como ha sucedido este sábado, a cientos de malagueños deseosos de recuperar la ansiada normalidad en el culto público que, por ahora, mantiene prohibido el Obispado. Lo de este sábado y lo del domingo de la semana que viene no dejan de ser dispensas especiales a una situación de freno que las cofradías esperan que empiece a levantarse en las próximas semanas, si la evolución de la pandemia sigue siendo favorable.

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