Un Viernes Santo a medias para poner fin a una nefasta semana

A la espera del Domingo de Resurrección, Málaga ha vivido una Semana Santa nefasta con un Viernes Santo que se quedó a medias y en el que las cofradías volvieron a mojarse. De las ocho procesiones que se tenían que haber puesto en la calle sólo lo hicieron cuatro, Monte Calvario, Descendimiento, Amor y Dolores de San Juan, acortando sus recorridos. El resto decidió quedarse en sus casas hermandad ante las previsiones meteorológicas que pronosticaban posibilidad de lluvia durante la noche y la madrugada. No se equivocaron los meteorólogos, ya que a las diez menos veinte de la noche empezó a llover cuando Monte Calvario, Descendimiento y Amor estaban ya cerca de sus encierros. En cambio, Dolores de San Juan tuvo que quedarse refugiada en la Catedral. El Cristo de la Redención estaba ya saliendo hacia el patio de los Naranjos cuando empezaron a caer las primeras gotas, por lo que retrocedió.

La meteorología ha marcado, y de qué manera, esta Semana Santa hasta el final. Desde el Domingo de Ramos un total de 22 corporaciones, más de la mitad de las que están agrupadas, no han podido realizar sus salidas.

Con el buen sabor de boca que dejó el haber podido disfrutar del Jueves Santo, aunque sin Zamarrilla ni Misericordia, la mañana del viernes, con lluvia y frío, no hacía presagiar los mejores augurios. Sin embargo, a mediodía el sol logró abrirse un hueco en el cielo y dio esperanzas a los cofrades. Esa mejoría en el tiempo animó a las primeras cofradías de la jornada a poner en la calle su cruz guía.

Tras el tradicional traslado del Cristo Yacente de la Paz y la Unidad desde la ermita del Monte Calvario hasta el santuario de la Victoria, la cofradía inició su salida, adelantando en media hora su entrada en el recorrido oficial así como su estación de penitencia en la Catedral.

Instantes después, fue la Hermandad del Descendimiento la que inició su salida procesional suprimiendo el tránsito del cortejo por las calles del barrio de La Malagueta. A su paso por el Ayuntamiento de la capital, donde fue recibida por una representación de la corporación municipal encabezada por el alcalde, Francisco de la Torre, la cofradía pidió la primera de las tres venias (las otras dos fueron en la tribuna oficial y en la Catedral).

La Cofradía del Amor y la Caridad, que celebra este año el centenario de su fundación, decidió salir a su hora, pero cuando se dirigía al Centro de la ciudad comunicó que no haría el recorrido oficial «dada la inestabilidad meteorológica prevista para el inicio de la madrugada» y regresó a su barrio, tras pasar por Alcazabilla y Císter, a través de la plaza del Siglo y calle Granada. El camino de vuelta, a toda prisa, lo completó con unas nubes amenazantes que empezaron a descargar agua cuando los tronos del Descendimiento se encontraban junto a los jardines de Pedro Luis Alonso, buscando el Hospital Noble, y los del Monte Calvario llegando a marchas forzadas al santuario de la Patrona.

Al tener noticia de que el Amor regresaba, Dolores de San Juan salió a su hora de su templo, pero no fue hasta las Hermanas de la Cruz para ir directamente hacia el recorrido oficial y ocupar el vacío que dejaba la cofradía victoriana. La lluvia les cogió en plena estación de penitencia y quedaron refugiados dentro del primer templo de la diócesis. Finalmente, las imágenes del Cristo de la Redención y la Virgen de los Dolores regresarán este Domingo de Resurrección a la parroquia de San Juan.

Santo Traslado, Piedad y Sepulcro y la Orden Seglar de los Siervos de María 'Servitas' decidieron no salir. Fue el cierre de una semana cofrade marcada por el riesgo de lluvia y que ha dejado a Málaga con ganas de procesiones.

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