Los gustos cofrades, como las modas, van y vienen. Lo que hoy parece lo más de lo más, mañana es menos que nada. El mundo de la Semana Santa es tradicional, pero no inmovilista. Las cofradías se amoldan a su época: son unas supervivientes que ... no se dejan vencer la partida por mal que vengan los tiempos. Esa es la clave de su pervivencia a lo largo de la historia. La esencia cofrade se mantiene, pero las preferencias estéticas cambian tanto en lo referente a la forma de vestir a las imágenes, arreglar los tronos o elegir el camino que debe seguir una procesión. Así, calles que tuvieron un gran protagonismo en la Semana Mayor malagueña han quedado relegadas a representar un papel secundario o marginal.

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Esto le ha pasado al entorno de la calle Carretería y la Tribuna de los Pobres, que ha perdido la importancia que tuvo, que fue mucha. A finales de los años ochenta del siglo pasado hubo un movimiento cofrade y ciudadano para que todas las procesiones discurrieran por la Carretería. El resultado fue que, salvo alguna excepción justificada como la del Descendimiento, las cofradías hicieron piña e incluyeron esa calle en su itinerario. Luego, poco a poco, esa piña fue perdiendo piñones y determinadas hermandades decidieron evitar Carretería y la Tribuna de los Pobres. El argumento dado fue que el comportamiento de parte del público que se concentraba en esa vía no era edificante, sino todo lo contrario, provocaba molestias a los nazarenos y deslucía los cortejos.

Sin poner en cuestión que algunos comportamientos dejaban mucho que desear y que eran incívicos, no es conveniente generalizar. En Carretería y en la Tribuna de los pobres ha habido, hay y habrá gente con una actitud irreprochable. Es un público que alienta, anima y valora el esfuerzo de los hombres de trono y que expresa su cariño a las imágenes. Ese reconocimiento y ese apoyo lo agradecen los portadores, que se sienten arropados y que se vienen arriba con los aplausos.

Esta Semana Santa, solo 14 procesiones han situado a Carretería en su itinerario. Cofradías que tradicionalmente tenían a bien pasar por esa calle han dejado de hacerlo como es el caso, entre otras, del Cautivo, la Humillación, Mena, la Esperanza y el Sepulcro. La justificación, en la mayoría de los casos, es que con el nuevo recorrido oficial (400 metros más largo), transitar por Carretería y la Tribuna de los Pobres supondría estar más horas en la calle y un esfuerzo añadido para los componentes de los cortejos. Con esa decisión, esos enclaves, antaño señeros en el devenir procesionista, han perdido una parte notable del sabor cofrade que tuvieron. Para Semanas Santas venideras, una vez que el nuevo recorrido oficial se asiente y las aguas vuelvan a su cauce, sería de agradecer que la calle Carretería y la Tribuna de los Pobres recobrasen auge y recuperasen un sitio que ahora ha quedado relegado a un plano accesorio.

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