

Secciones
Servicios
Destacamos
«¿Por qué estamos hoy aquí? ¿Qué pasó hace cien años? ¿Cuáles son los orígenes de la Hermandad de la Cena como tal, no como ... hermandad filial, sino como hermandad totalmente autónoma e independiente? Hagamos un viaje al pasado y pongámonos en situación». Estas preguntas las formulaba Sergio Lucena al inicio de su intervención durante el pregón del primer centenario de la conocida cofradía ferroviaria, por su carácter gremial en su origen, celebrado en la noche de este sábado, en una abarrotada Sala Unicaja de Concierto María Cristina, que fue el marco elegido por la entidad nazarena del Jueves Santo, y no por casualidad, ya que, precisamente, en este enclave de la ciudad, en la plaza de San Francisco, se encontraba la que fue la primera sede de la corporación, filial de la Pura y Limpia Concepción, que casi tres siglos después dio origen a la actual hermandad.
El texto de Lucena fue, sin duda, un viaje a la memoria del tiempo hasta llegar al presente «del que debemos estar muy orgullosos», enfatizó el pregonero, que fue presentado por el secretario de la Hermandad de la Cena, Carlos Moreno. Pero antes de entrar de lleno en la historia, las primeras palabras del exaltador del centenario fueron para recordar el episodio de la institución de la eucaristía por Jesucristo, momento que se ve representado de manera plástica en el trono de la Sagrada Cena. Este relato le sirvió a Lucena para adentrarse en los preludios de la primitiva hermandad, que, como rememoró, tuvo su punto de partida en el siglo XVII, cuando en 1654, «por iniciativa de los hermanos Francisco y Juan García», mencionó, se incorporó al culto, como filial de la Hermandad de la Pura y Limpia Concepción del convento de San Luis el Real, «el misterio de Jesús celebrando la Pascua simbólica del Éxodo de Egipto», indicó.
Tras esta breve introducción, Sergio Lucena, que remataba cada capítulo con un verso, navegó por los anales de la hermandad, como si lo hiciera en el galeón de la Virgen de la Paz, desde su creación, en 1924, «un día después de la Solemnidad del Corpus Christi», precisó, hasta los días actuales, en los que ya se han desarrollado los primeros actos de la efeméride, caso de los cultos en honor de la Dolorosa o la presentación del cartel conmemorativo, obra de Pablo Cortés del Pueblo, y animó a los cofrades «y a los malagueños en general, a asistir a las diferentes actividades y eventos programados, pues, el presente año significará un antes y un después en nuestra cofradía. Créanme si les digo, que será un centenario que quedará verdaderamente grabado en nuestras memorias y en nuestros corazones», subrayó.
El inicio de la actual corporación fue promovido por «entusiastas», empleados de la Compañía de Ferrocarriles Andaluces, «que rescataron del olvido a aquella antigua Hermandad filial de la Pura y Limpia Concepción», concretó, con Miguel Luque Paredes al frente. «Y allá que fueron, con humildad y determinación, pero, sobre todo, con una gran ilusión, a hablar con el obispo de Málaga, que en aquellos años era D. Manuel González García», quien, precisamente, como destacó, «mostró un ferviente amor por la eucaristía». Tanto fue así que monseñor Manuel González fue presentado ante el papa San Pío X, como apóstol de la eucaristía. Así las cosas, el nacimiento de la Hermandad de la Sagrada Cena no pudo tener mejores perspectivas, a lo que añadió que, ante la propuesta «de aquellos ilusionados jóvenes, ferroviarios y cofrades encabezados por D. Miguel Luque Paredes», el obispo Manuel González «debió contestarles algo parecido a esto: '¿Una Hermandad de la Sagrada Cena, decís hijos míos? ¿Que dé culto al misterio de la institución de la eucaristía y salga en procesión en Semana Santa? No sabéis la alegría que me dais. Enseguida lo ponemos en marcha, y lo antes posible os firmo el acta fundacional'», imaginó el pregonero sobre la respuesta del prelado en 1924.
«Ese mismo año, en el 13 del mes del rosario, D. Miguel Luque, ya como hermano mayor de la Sagrada Cena, siendo al mismo tiempo hermano de la Puente y Nuestra Señora de los Dolores, presentó como delegado de esta última a nuestra hermandad ante la Agrupación de Cofradías para su ingreso en la misma. El presidente de la agrupación, D. Antonio Baena Gómez, dirigió unas sentidas palabras a D. Miguel, destacando que la Hermandad de la Sagrada Cena iba a llenar un hueco importante en la Semana Santa. Tras desearle a los primeros hermanos de nuestra corporación que su primer desfile procesional fuera un triunfo, la Sagrada Cena se convirtió en la decimosexta cofradía agrupada», relató Sergio Lucena, quien quiso que su pregón fuese, asimismo, un homenaje a todos los hermanos mayores que ha tenido la cofradía a lo largo de estos cien años –Miguel Luque, Benito Urbistondo, Francisco de Asís Cabrera, Antonio Rodríguez, Manuel de la Pascual Diaz-Sutil, Antonio Ruano, José Luis Ruiz, Julio Salcedo, Juan Manuel García, Rafael Salcedo, Adolfo Ruiz, Manuel Ruiz, Francisco Aguilar y Rafael López Taza–, a los que pidió un aplauso.
Otro momento destacado de la historia de la hermandad tuvo que ver con la incorporación de la Virgen de la Paz, en los años 30 del siglo pasado. En este sentido, el pregonero reveló que varias advocaciones se le llegaron a dar a la futura titular, nombres que, incluso, aparecieron en documentos oficiales de la cofradía y en la prensa escrita de la época: «Nuestra Señora de la Estrella fue la primera advocación elegida, nombre original en Málaga, que entonces no tenía ninguna otra Virgen, pues la de la Humillación llegaría un tiempo después», indicó. «A punto estuvo también de llamarse de las Mercedes, pues tal era el nombre de la esposa del Marqués de la Foronda», benefactor de la cofradía. Sin embargo, prosiguió, «la maldita guerra que aún tenía lugar en gran parte del país, fue lo que determinó el nombre definitivo de nuestra sagrada titular, y algo parecido a esto que les voy a recitar, debían rezar a la Virgen, todavía por llegar, aquellos hermanos deseosos de que la contienda acabara: Aunque aun no te tengo delante / Madre del Señor de la Cena / a ti hoy vengo a rezarte / pues eres la luz que de gozo me llena. / Estrella de la mañana, /lucero de mis atardeceres / siempre siento tu compaña / Virgen Santa de mis Mercedes / A vos suplico intercedas / por esta tierra que sufre / que llegue el fin de la guerra / que a nada bueno conduce / y si así mi Señora lo hicieras / y este enfrentamiento acabara / tu nombre por ello será / el más hermoso que una Reina / jamás nunca tendrá / serás por siempre, Madre / ¡Mi Virgen de la Paz!», declamó.
De igual forma, el autor del pregón del centenario de la Hermandad de la Cena se refirió al auge de la cofradía durante la posguerra, periodo en el que la entidad sumó los títulos de 'Muy Ilustre', con la aprobación del obispo Ángel Herrera Oria, y 'Real', ya concedido con anterioridad por el rey Alfonso XIII, «tras visitar los reyes la capilla de la Victoria en su última visita a Málaga», recordó, y puso en valor el aspecto caritativo de la corporación desde entonces y hasta la actualidad, «un modo de evangelización que tiene tanta importancia o más que la que se realiza a través de nuestros cultos y actividades», insistió, con proyectos tan destacados como el de acogida de niños bielorrusos, «un proyecto con el que me identifico especialmente, pues gracias a él, mi hermana y su familia ganaron una hija y yo, una sobrina, que hoy es toda una mujer y madre de una preciosa niña. Blava, al Señor de la Sagrada Cena pido volver a verte algún día», suplicó con emoción, si bien se apenó de las críticas que recibe la Iglesia en estos tiempos. Sobre este aspecto, Lucena se lamentó de la cantidad «de profesionales de las redes sociales y de otros medios que critican a la santa Madre o hablan mal de las cofradías», dijo. «Que no digo que no hayamos cometido errores; que sí, que son muchos y a veces muy graves. Y siempre debemos estar dispuestos a pedir perdón y a intentar resarcir el mal causado. Pero, es más, mucho más, el bien que se hace desde la Iglesia y sus asociaciones laicas, pero esto parece no interesar a los que, con toda seguridad, no han pisado nunca una parroquia o una hermandad y, por tanto, ignoran o no les interesa conocer lo mucho y bien que desde estas instituciones se hace para mejorar la vida de los más necesitados», destacó el cofrade de la Cena.
Siguiendo la línea del tiempo, Sergio Lucena destacó los años 50, con la mejora de su patrimonio, tras la llegada de Juan Casielles; los 60, cuando el patronazgo de Renfe «siguió aumentando, lo que hizo que la hermandad consiguiera su propia sede junto a la estación de trenes», o el fatídico incendio ocurrido en la capilla de la estación, el domingo 28 de diciembre de 1969, que destruyó los titulares y los tronos, aunque la hermandad reaccionó con prontitud y las cofradías de la ciudad «se volcaron en ayudar, ofreciendo tronos, enseres, túnicas… Todo para que la hermandad pudiera realizar su salida procesional en la cuaresma de 1970», añadió. Así las cosas, un jovencísimo Luis Álvarez Duarte talló la Virgen de la Paz, que la regaló la Agrupación de Cofradías y salió aquel año en unas sencillas andas. Y luego hizo lo propio con el grupo escultórico de la Sagrada Cena. «El ímprobo esfuerzo realizado por nuestra hermandad, unido a la generosidad de las cofradías y del pueblo de Málaga, hicieron que, con la capilla ya restaurada y bendecida en la festividad de la Virgen de la Paz de 1971, la hermandad pudiera salir en el Domingo de Ramos de aquel año, con los tronos e imágenes al completo», celebró el pregonero.
Por último, Lucena expuso las diferentes sedes que ha tenido la cofradía, desde el santuario de la Victoria a la parroquia de Santo Domingo, su actual residencia canónica, pasando en medio de ambas por la capilla de la estación, el oratorio improvisado de la actual casa hermandad, de la calle Compañía, y el templo de los Mártires. A continuación, llegó el momento más personal, al hablar de sus padres, ya fallecidos, devotos de los titulares de la Cena, y leyó un verso que escribió en 2007 su madre, María Victoria Martín, para, seguidamente, terminar este 'in memoriam' diciendo lo siguiente: «Hoy papá, mamá, habéis sido pregoneros de todos aquellos hombres y mujeres, de los que fueron, y de los que son. Gracias, y besos al cielo», afirmó con emoción.
Los minutos finales fueron para hablar de la historia reciente al recordar los años finales de los 80, coincidiendo con su llegada a la hermandad; los 90, cuando «poco a poco, el desfile procesional de nuestra hermandad iba madurando, transformándose en lo que es hoy, aunque todavía le quedaba mucho camino por recorrer», advirtió. Y el fructífero siglo XXI. «Llegaron los 2000 y estos trajeron el cambio de día de procesión, del Domingo de Ramos al Jueves Santo, día de la institución de la eucaristía, que ese fue el motivo del cambio. Años después, el recorrido se hizo mucho más corto, gracias al traslado a calle Compañía. Al trono del Cristo se le cambio la estructura de la mesa y los varales, lo que lo hizo más llevadero, y se incorporaron al Cristo la recordada y querida banda del Dulce Nombre de Granada, y a la Virgen la de Nuestra Señora de la Paz, esta última, orgullo de la Málaga cofrade, y con la que aún tenemos la suerte de contar. Se empezó a dar importancia a la cruceta musical, a los ensayos, de los que fuimos, por cierto, pioneros en Málaga, a la concienciación e implicación de los hombres de trono (...). Y con la incorporación de la agrupación de la Redención de Córdoba para acompañar al Cristo se terminó de dar el salto de calidad en cuanto a acompañamiento musical se refiere», enumeró, el pregonero, quien reconoció su amor por su hermandad, «porque formo parte de una institución con una historia maravillosa, porque he sido testigo de un pasado reciente esplendoroso, y de un presente del que debemos estar muy orgullosos», se sinceró.
El pregón del primer centenario de la Sagrada Cena contó, además, con la participación de la coral polifónica María Santísima de la Paz, que actuó al inicio del acto, interpretando tres piezas, una dedicada al Señor; otra, a la Virgen; y se estrenó el himno del centenario, compuesto por el presidente de la formación musical, Pablo Ruiz Cordoncillo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.