El Señor, en el puente

«El Señor de Málaga es el Cautivo». Así de claro lo dijo Antonio Garrido Moraga, que contempla cada año desde el cielo la salida procesional el Lunes Santo de esta imagen que constituye el mayor icono devocional de la ciudad. Aunque las puertas de la parroquia de San Pablo permanecen cerradas, como las otros muchos templos, miles de malagueños la siguen visitando a diario, espiritualmente, y se imaginan apostados frente a su capilla, apoyados en las desgastadas columnas de la girola, mirándolo a los ojos y suplicándole que cese de una vez por todas esta pandemia que este año impide seguir la estala de su túnica blanca.

Pero ahí están las imágenes para recordar la Semana Santa de 2019 en la que el cambio del recorrido oficial permitió a esta cofradía trinitaria adelantar considerablemente su horario de salida y encierro. La variación dejó estampas como esta de un Jesús Cautivo radiante y transfigurado por los rayos de sol que lo iluminaban por la espalda en su transitar por la calle Mármoles.

La multitud se agolpa en las aceras, en el puente de la Aurora y en todo el entorno del cauce del Guadalmedina por ver caminar al Señor sobre una legión de portadores vestidos con su misma túnica blanca. Tras un río de promesas, le sigue la Virgen de la Trinidad Coronada, cobijada por su nuevo palio, toda una joya de la Semana Santa.

Este año, los cofrades del Cautivo tenían la ilusión puesta en estrenar la reforma y mejora del trono del Cristo, que iba a potenciar exponencialmente los valores artísticos del cajillo sobre el que se eleva la figura del Señor. Habrá que esperar a otra ocasión para poder disfrutar de este estreno. Quién sabe si este mismo año, en una procesión especial para dar gracias por el cese de esta pandemia. Es lo que le siguen siguen pidiendo, día tras día, minuto tras minuto, los corazones de miles de malagueños.