La Semana Santa, a debate desde la perspectiva antropológica

Así, el primero en tomar la palabra fue Isidoro Moreno, quien puso como ejemplo la actual situación sanitaria para diferenciar la religiosidad popular «de la religión eclesiástica», definió. «Para la Iglesia sí ha habido Semana Santa estos dos años, pero para el pueblo, el coronavirus nos ha dejado sin Semana Santa, aunque se hayan celebrado oficios litúrgicos. Hay una distinción entre dos esferas que no son ajenas, pero sí se superponen», comentó Moreno, al tiempo que criticó la «falta de empatía» de la religión eclesiástica frente a la popular y la «desconfianza de ciertos sectores ante la antropología, como si fuera negadora de la Iglesia», añadió. Y es que, para el catedrático de la Universidad de Sevilla, la Iglesia «no valora» la piedad popular. «No cabe duda de que la Semana Santa mantiene en muchas ciudades la vinculación de sus hermanos con la Iglesia y esto no se tiene en cuenta. La Iglesia, como institución, debe revisar su estrategia referente a las hermandades y cofradías», sugirió.

Asimismo, Isidoro Moreno habló de los diferentes tipos de cofradías «si traspasamos el nivel local, ya que la heterogeneralidad del conjunto de las hermandades es muy grande. La estructura, funciones y significados de ellas son diferentes, porque a sociedades distintas pertenecen», explicó Moreno.

Por último, el antropólogo hispalense dejó claro que, aunque la Semana Santa tiene la dimensión religiosa, «también posee otras dimensiones, como la identitaria, emocional, política o estética, y defendió el apego de los cofrades a sus imágenes desde los diferentes puntos de vistas, «ya que no solo son representaciones plásticas, sino también interlocutores vivos sin mediación clerical» y rechazó la sustitución de tallas devocionales por capricho de las cofradías o por cuestiones estéticas o artísticas, «porque las imágenes son un caudal de emociones y están por encima de su calidad artística», sentenció.

Por su parte, Rafael Briones versó su discurso en el catolicismo popular y la esfera de lo privado. Para ello, señaló cuatro indicadores bien diferenciados, como son los lugares, destacando, principalmente, la casa del cofrade «que, en algunos casos, son pequeños santuarios»; los tiempos, en relación al conocido como 'católico festivo', «que acude a la Iglesia porque la campana toca para él», aludiendo a aquellas personas que se acercan a la religión «al nacer, en la comunión, en la boda y en el entierro»; comportamientos-rituales, «realizados en casas privadas de forma íntima, o en lugares públicos pero en la intimidad y en el marco de rituales colectivos»; y por último, las promesas, «que son rituales privados para situaciones límites», explicó el antropólogo de la Universidad de Granada.

Finalmente, intervino Brenda Carranza, quien, debido a las condiciones sanitarias, no pudo viajar hasta España y, por tanto, hizo su exposición de manera 'online'. La profesora Carranza basó su intervención en la perspectiva de la religiosidad popular en América latina, centrándose en los momentos actuales de pandemia y la importancia que han tenido las redes sociales, «pues gracias a la visualización tecnológica, el campo religioso ha llegado a muchas personas. Facebook, por ejemplo, se convirtió en este periodo en una red solidaria para aplacar el hambre», se congratuló Brenda Carranza, que, además, recordó aquel 27 de marzo de 2020, «inicio de la pandemia, cuando el Papa hizo una bendición extraordinaria. Fue una explicación del sufrimiento», definió la profesora Carranza a la actuación del Pontífice.

La agenda del IV Congreso Internacional de Hermandades y Cofradías continuará este viernes con una nueva sesión científica, que incluirá dos mesas redondas; una sobre la evangelización a través de los personajes secundarios de la pasión y otra relacionada con la propia evangelización a través del sacrificio físico de Cristo en la pasión.