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Jesús Cautivo es sin lugar a dudas una de las imágenes más icónicas de la Semana Santa no solo de Málaga, sino de Andalucía y de toda España. El fenómeno de la gran devoción que suscita es único y singular. ¿Cómo una imagen relativamente moderna, tallada hace 85 años, provocó tanto fervor desde sus primeros años? ¿Cuál es el origen de los elementos que lo hacen inconfundible? ¿Qué secretos encierra esta representación de Cristo maniatado?
La imagen de Jesús Cautivo se realizó para incorporar una imagen de Cristo a la hermandad que se fundó en 1934 para dar culto a una Dolorosa que adoptó el nombre del barrio en el que se encuentra la iglesia de San Pablo: Trinidad. Tras la Guerra Civil, en 1938, la corporación volvió a organizarse y modificó sus estatutos para solicitar el ingreso en la Agrupación de Cofradías y añadirle un cotitular.
El historiador Alberto Palomo apunta en su reciente publicación 'El Cautivo de Málaga' (editorial Almuzara) que «en consonancia con los tiempos que se vivían, la novel hermandad se esforzó en cuantos gestos creyeron oportunos para demostrar su fidelidad al nuevo régimen político establecido en España». Así, la cofradía estrechó lazos con la llamada Delegación Nacional de Excautivos, un organismo creado por la Falange Española y de las JONS para integrar a las personas que habían estado en la cárcel, represaliados por las autoridades de la República. Hasta su desaparición en 1957, representantes de esta entidad figuraban en el cortejo procesional. Así, no es de extrañar que se escogiera el nombre de Jesús Cautivo para la nueva imagen del Señor.
La imagen de Jesús Cautivo fue realizada en el taller que el escultor José Gabriel Martín Simón (1896-1971) poseía en la calle de la Colcha, en pleno centro histórico de Granada. Su primer encargo para Málaga fue la renovación de la segunda imagen que tuvo la Hermandad de la Sentencia, obra de José Ríus, bendecida el Domingo de Ramos de 1935. En aquel entonces, la Sentencia se encontraba en la iglesia de San Pablo, ya que el templo de la Aurora María, donde tenía su sede, fue asaltado y destruido en 1931.Así, pudo pesar en la elección de Martín Simón para tallar al Cautivo la buena impresión que causó en los devotos la remodelación que hizo del Cristo de la Sentencia, por aquel entonces provisto de una túnica tallada de color blanco.
Para poder hacer posible la realización de la imagen, se llevó a cabo una cuestación entre los vecinos del barrio de la Trinidad, «algo verdaderamente meritorio dado el momento de penuria que se atravesaba y el estatus, más que modesto, de la práctica totalidad del vecindario», señala Alberto Palomo en su libro. En 1938 se cerró el contrato con Martín Simón por 2.000 pesetas pagaderas en varios plazos.
Según la historia heredada, la imagen de Jesús Cautivo fue concebida inicialmente como un Ecce-Homo, es decir, el momento en el que Pilato lo presenta al pueblo tras ser azotado y coronado de espinas. El escultor le modeló un cuerpo totalmente anatomizado y provisto de una pureza. No obstante, según apunta Palomo en su trabajo, existen facturas emitidas por Martín Simón en las que especifica que se trata de un «Cristo del Rescate».
En cualquier caso, para su actual aspecto fue determinante el reparo que puso a la imagen Luis Cambronero Antigüedad, miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo, que fiscalizaba la calidad y decoro de las imágenes que se encargaban para reemplazar las perdidas en los años treinta. Sin motivo aparente, se escandalizó por el desnudo que presentaba la escultura, por lo que el Obispado ordenó que fuera sobrevestida para poder ser bendecida.
La versión transmitida sobre el origen de la túnica blanca cuenta que, ante la necesidad de vestir la talla del Cristo en las vísperas de su bendición, que se llevó a cabo el domingo 19 de marzo de 1939, el cofrade Francisco Ortega Carrasco, empleado de la casa de tejidos que Modesto Escobar regentaba en la Alameda de Capuchinos, pudo hacerse con un retal de color blanco o crudo, de forma que su esposa, Ana Carrasco Castilla, confeccionó la primera túnica del Señor.
Desde entonces, todas las túnicas del Cristo (actualmente posee una treintena aproximadamente) han sido de color blanco, con amplias puñetas de encajes en las mangas y puntillas doradas en los bordes. El escaso cuerpo de los tejidos elegidos en las últimas décadas para su confección confiere a la túnica un notable movimiento en la salida procesional de cada Lunes Santo que algunos han atribuido erróneamente al efecto de un ventilador.El blanco de la túnica remite a un momento de la Pasión de Jesús anterior a la coronación de espinas que presenta la imagen, cuando es despreciado por Herodes y le coloca una vestimenta para burlarse de él. Sin embargo, la elección del blanco para su bendición se mantuvo en el tiempo hasta la actualidad. Asimismo, luce sobre su pecho un escapulario con el escudo de la orden trinitaria que adopta de la iconografía del Cristo de Medinaceli de Madrid.
La imagen de Jesús Cautivo fue bendecida en una ceremonia que se realizó a las once de la mañana del domingo 19 de marzo de 1939 en la parroquia de San Pablo, por el párroco Francisco Blanca Boeza. «La nueva imagen es original del escultor granadino Martín Simón, habiendo sido muy elogiada por cuantos ayer la admiraron», señala la nota que publicó SUR al día siguiente, en su edición del lunes 20 de marzo de 1939. «Se hallaba colocada en un altar portátil adornado con multitud de plantas y luces, destacándose la de María Santísima de la Trinidad, que se encontraba en el altar mayor, rebosante de flores», añade la noticia, lo que demuestra que la primera titular de la cofradía tuvo un espacio destacado en el acto de bendición del Cristo.
Nota de la bendición publicada por SUR el lunes 20 de marzo de 1939.
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Tras la bendición, se celebró «solemne misa cantada que fue presidida por la hermandad, asistiendo al acto numerosos fieles». «La misa fue cantada por el coro de señoritas de feligresía», concluye la nota publicada en SUR.
El Cristo aparece erguido y con las manos entrelazadas, la diestra sobre la siniestra, bastante despegadas del cuerpo, lo que facilita su vestimenta.
Tallada en madera de pino rojo y policromada. Altura de 1,77 metros. Pesa alrededor de 150 kilos, sin contar la peana.
Desde la restauración de la imagen en 1981, posee una peana de planta octogonal, con esquinas ochavadas, en madera de caoba y apliques de plata, que pesa unos 50 kilos.
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El primer encargado de vestir la imagen de Jesús Cautivo fue José María Marzo, desde su bendición hasta finales de la década de los cincuenta. Desde 1958 tuvo como ayudante a José Luis Palomo Gallardo, quien aún hoy, después de más de 60 años, ejerce esta labor, auxiliado por Francisco Cabello.
Palomo fue el introductor de nuevos modos en la vestimenta del Señor que le confieren su aspecto actual. Así, amplió el cuello de las túnicas para dejar a la vista la zona superior del pecho, suprimió las hombreras, acortó las mangas y rebajó la altura del escapulario, todo ello para realzar la talla. Palomo se ayuda de bridas transparentes para unir los gruesos cíngulos que anudan las manos de la imagen y su cintura. Su colocación supone todo un arte que ha sabido cultivar a lo largo de más de medio siglo. Para la salida procesional del Lunes Santo, el Señor lleva tres vueltas de cíngulo para atar sus manos y otras tres en la cintura.Durante muchos años, el sastre Emilio Bautista fue el encargado de confeccionar las túnicas del Cautivo, pero en la actualidad se encarga de ello el modista Paco Ruiz, como sucedió con la que estrenó en la Semana Santa de 2022. Para ello, se emplean tejidos de poco cuerpo, como el conocido como 'piel de ángel', con una textura y un brillo muy peculiares.
1940
A raíz de su primera salida procesional, el carpintero José Escalante Valdés tuvo que reforzar la peana.
La imagen vuelve a presentar grietas y problemas de estabilidad que obligan a aplicarle un refuerzo provisional para la procesión del Lunes Santo. Tras la Semana Santa, vuelve a ser intervenida por el equipo de Agustín Clavijo, que le coloca unas espigas metálicas de más de un metro de longitud dentro de las piernas para reemplazar a las originales de madera.
Tras el inesperado aguacero que sorprendió a la cofradía en su salida procesional, se agravaron los problemas de estabilidad de la imagen. En el verano de ese año, Jesús Cautivo fue retirado del culto para ser intervenido por un equipo liderado por el profesor e historiador del arte Agustín Clavijo García.
1979
1981
1987
A finales de ese año, se inicia otra restauración, de nuevo de la mano de Clavijo y los técnicos adscritos al Museo Diocesano de Arte Sacro, que revisa el sistema de anclaje de las potencias. En enero de 1988, el Cristo se expone sin túnica en los salones de la casa hermandad.
1989
Los problemas estructurales seguían presentes, por lo que en octubre de ese año, la talla se restaura en el taller de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Ese proceso se prolonga hasta enero de 1991, con paréntesis para la salida procesional, en la que el trono ya no se vuelve a levantar a pulso.
2001
Reparación puntual por parte de María Teresa Real Palma.
El profesor e imaginero sevillano Juan Manuel Miñarro inicia una profunda restauración de la imagen: retira las barras metálicas del interior de las piernas, que estaban provocando años a la escultura, y las reemplaza de nuevo por espigas de madera, afianzadas a una nueva peana. Asimismo, Miñarro limpia superficialmente la policromía y cambia las pestañas de los ojos.
2017
1940
A raíz de su primera salida procesional, el carpintero José Escalante Valdés tuvo que reforzar la peana.
La imagen vuelve a presentar grietas y problemas de estabilidad que obligan a aplicarle un refuerzo provisional para la procesión del Lunes Santo. Tras la Semana Santa, vuelve a ser intervenida por el equipo de Agustín Clavijo, que le coloca unas espigas metálicas de más de un metro de longitud dentro de las piernas para reemplazar a las originales de madera.
Tras el inesperado aguacero que sorprendió a la cofradía en su salida procesional, se agravaron los problemas de estabilidad de la imagen. En el verano de ese año, Jesús Cautivo fue retirado del culto para ser intervenido por un equipo liderado por el profesor e historiador del arte Agustín Clavijo García.
1979
1981
1987
A finales de ese año, se inicia otra restauración, de nuevo de la mano de Clavijo y los técnicos adscritos al Museo Diocesano de Arte Sacro, que revisa el sistema de anclaje de las potencias. En enero de 1988, el Cristo se expone sin túnica en los salones de la casa hermandad.
1989
Los problemas estructurales seguían presentes, por lo que en octubre de ese año, la talla se restaura en el taller de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Ese proceso se prolonga hasta enero de 1991, con paréntesis para la salida procesional, en la que el trono ya no se vuelve a levantar a pulso.
2001
Reparación puntual por parte de María Teresa Real Palma.
El profesor e imaginero sevillano Juan Manuel Miñarro inicia una profunda restauración de la imagen: retira las barras metálicas del interior de las piernas, que estaban provocando años a la escultura, y las reemplaza de nuevo por espigas de madera, afianzadas a una nueva peana. Asimismo, Miñarro limpia superficialmente la policromía y cambia las pestañas de los ojos.
2017
1940
A raíz de su primera salida procesional, el carpintero José Escalante Valdés tuvo que reforzar la peana.
La imagen vuelve a presentar grietas y problemas de estabilidad que obligan a aplicarle un refuerzo provisional para la procesión del Lunes Santo. Tras la Semana Santa, vuelve a ser intervenida por el equipo de Agustín Clavijo, que le coloca unas espigas metálicas de más de un metro de longitud dentro de las piernas para reemplazar a las originales de madera.
Tras el inesperado aguacero que sorprendió a la cofradía en su salida procesional, se agravaron los problemas de estabilidad de la imagen. En el verano de ese año, Jesús Cautivo fue retirado del culto para ser intervenido por un equipo liderado por el profesor e historiador del arte Agustín Clavijo García.
1979
1981
1987
1989
A finales de ese año, se inicia otra restauración, de nuevo de la mano de Clavijo y los técnicos adscritos al Museo Diocesano de Arte Sacro, que revisa el sistema de anclaje de las potencias. En enero de 1988, el Cristo se expone sin túnica en los salones de la casa hermandad.
Los problemas estructurales seguían presentes, por lo que en octubre de ese año, la talla se restaura en el taller de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Ese proceso se prolonga hasta enero de 1991, con paréntesis para la salida procesional, en la que el trono ya no se vuelve a levantar a pulso.
2001
Reparación puntual por parte de María Teresa Real Palma.
2017
El profesor e imaginero sevillano Juan Manuel Miñarro inicia una profunda restauración de la imagen: retira las barras metálicas del interior de las piernas, que estaban provocando años a la escultura, y las reemplaza de nuevo por espigas de madera, afianzadas a una nueva peana. Asimismo, Miñarro limpia superficialmente la policromía y cambia las pestañas de los ojos.
1940
A raíz de su primera salida procesional, el carpintero José Escalante Valdés tuvo que reforzar la peana.
La imagen vuelve a presentar grietas y problemas de estabilidad que obligan a aplicarle un refuerzo provisional para la procesión del Lunes Santo. Tras la Semana Santa, vuelve a ser intervenida por el equipo de Agustín Clavijo, que le coloca unas espigas metálicas de más de un metro de longitud dentro de las piernas para reemplazar a las originales de madera.
Tras el inesperado aguacero que sorprendió a la cofradía en su salida procesional, se agravaron los problemas de estabilidad de la imagen. En el verano de ese año, Jesús Cautivo fue retirado del culto para ser intervenido por un equipo liderado por el profesor e historiador del arte Agustín Clavijo García.
1979
1981
Los problemas estructurales seguían presentes, por lo que en octubre de ese año, la talla se restaura en el taller de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Ese proceso se prolonga hasta enero de 1991, con paréntesis para la salida procesional, en la que el trono ya no se vuelve a levantar a pulso.
1987
A finales de ese año, se inicia otra restauración, de nuevo de la mano de Clavijo y los técnicos adscritos al Museo Diocesano de Arte Sacro, que revisa el sistema de anclaje de las potencias. En enero de 1988, el Cristo se expone sin túnica en los salones de la casa hermandad.
1989
2001
Reparación puntual por parte de María Teresa Real Palma.
2017
El profesor e imaginero sevillano Juan Manuel Miñarro inicia una profunda restauración de la imagen: retira las barras metálicas del interior de las piernas, que estaban provocando años a la escultura, y las reemplaza de nuevo por espigas de madera, afianzadas a una nueva peana. Asimismo, Miñarro limpia superficialmente la policromía y cambia las pestañas de los ojos.
La exposición de la imagen tras la restauración de 2017 generó largas colas para acceder a la sala del Palacio Episcopal en la que se mostró. Fotos: Salvador Salas
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El resultado de esta actuación pudo ser admirado en una de las salas del Palacio Episcopal entre los días 9 y 11 de octubre de ese año. Se formaron largas colas de personas para pasar ante la imagen del Señor de Málaga recién restaurada.
Texto Jesús Hinojosa
Fotos Salvador Salas. Luis M. Pozo. Archivo SUR. Fondo Bienvenido- Arenas. Archivo CTI-UMA
Diseño J. Romero
Fuentes Hemeroteca de Diario SUR. Fondo Bienvenido-Arenas. Archivo Histórico CTI-UMA. Archivo de la Cofradía de Jesús Cautivo. Conferencia del profesor Juan Manuel Miñarrro en 2017 tras la restauración realizada a la imagen de Jesús Cautivo.
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