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Martes, 21 de marzo 2023, 20:00
La Archicofradía de la Sangre es una de las más antiguas de Málaga. Sus primeras constituciones fueron aprobadas en 1507. Los inicios de la hermandad van parejos a los del establecimiento en la ciudad de la orden de la Merced. Los estrechos lazos de unión entre la Sangre y los monjes mercedarios se mantuvieron durante tres siglos. La separación se produjo obligada por la exclaustración y desamortización ocurrida en 1835. La Archicofradía hizo su última salida profesional en el siglo XIX en 1867. A partir de ese año, la hermandad entró en un periodo de letargo y debilidad. En 1867 se convocó un cabildo para decidir si la Archicofradía se disolvïa o seguía adelante. La hermandad mantuvo el culto interno y el enterramiento de los hermanos. El resurgir del Archicofradía parte de 1919 cuando volvió salir en procesión con la imagen del Cristo de la Sangre. El gran impulsor y valedor fue Antonio Baena Gómez, nombrado hermano mayor en 1920. En 1929 se incorporó a la Archicofradía, la que será titular, María Santísima de Consolación y Lágrimas. En 1931, la cofradía perdió su patrimonio en la quema de conventos e Iglesias. La hermandad se reorganizó en 1940 y volvió a salir a la calle en 1941 con el Cristo y en 1945 con la Virgen.
El Santísimo Cristo de la Sangre es una de las mejores obras salida de la gubia del imaginero malagueño Francisco Palma Burgos, que talló este impresionante crucificado en 1941. Es una imagen sostenida en la cruz por tres clavos, con caída de los brazos en forma de Y. La imagen fue restaurada en 1993 por Estrella Arcos. El grupo escultórico que acompaña al Cristo lo componen una Dolorosa obra de Gutiérrez de León, San Juan Evangelista, Longinos a caballo y un sayón y las tres Marías.
La imagen de María Santísima de la Consolación y Lágrimas se atribuye a la escuela del imaginero y escultor malagueño Fernando Ortiz. La talla fue hecha en el siglo XVIII. La Virgen se incorporó a la Archicofradía en 1929. Tras los desperfectos sufridos en la quema de la iglesia de la Merced, en mayo de 1931, fue restaurada principio de los años 40 por Francisco Palma Burgos. La talla, tal y como recibe culto en la actualidad y es procesionada, es fruto de la profunda transformación y remodelación hecha 1972 en Sevilla por Luis Álvarez Duarte.
Los tronos del Cristo de la Sangre y María Santísima de Consolación y Lágrimas son de un canon estético muy malagueño. El del Cristo es una de las mejores obras realizadas por el imaginero, tallista y dorador malagueño Rafael Ruiz Liébana, que hizo este magnífico trabajo entre 1995 y 1996. El trono de la Virgen es de Rafael Ruiz Liébana, que lo ejecutó entre los años 2007 y 2008.
Número de nazarenos: 175 sección Cristo y 225 sección Virgen
Número de portadores: 240 sección Cristo y 270 sección Virgen
Cristo: Agrupación Musical Vera Cruz, de Campillos.
Virgen: Banda de Música de la Paz.
Dos nuevas imágenes de Santa María Cleofás y Santa María Salomé en el grupo escultórico del trono del Cristo, obra del restaurador, pintor e imaginero Francisco Naranjo.
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