Después de dos días de Semana Santa con procesiones suspendidas, la Tribuna de los Pobres aún no se había estrenado en este 2024. El momento era en la tarde de este Martes Santo, con el sol de lleno y con la Cofradía del Rocío ante ... miles de devotos que se agolparon en este tramo final de calle Carretería. Desde las una del mediodía muchos ya esperaron e incluso tuvieron algún momento de incertidumbre con paraguas por unas leves gotas, pero nada que impidiese que la Tribuna de los Pobres se estrenase con éxito. Los dos a pulso. Primero, el Nazareno de los Pasos en el Monte Calvario con elegancia y tesón; luego, con la Virgen del Rocío con un poderío y un cúmulo de emociones que hicieron que la Salve retumbase en toda calle Carretería para la 'Novia de Málaga'.
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Todo ocurrió sin ningún incidente, a pesar de los cientos y cientos de personas que había entre las escaleras de tribuna, puente y calle Carretería. Aunque recién pasada la Tribuna tuvieron que quitar algunos bolardos para que los tronos pudiesen pasar. Pero la seguridad de la Policía Nacional hizo que todos los ciudadanos estuviesen colocados para que los sagrados titulares pudiesen encarar y saludar a la Tribuna con la pasión que les caracteriza.
La banda de cornetas y tambores 'Suspiros de Pasión' de Alameda, encabezaba la procesión junto a la cruz guía para llevarse los primeros aplausos de los devotos que indicaban que ya quedaba menos para ver al Nazareno de los Pasos y al Rocío ante ellos. En ese momento llegaba el alcalde de la ciudad -que luego daría los toques de campana al Cristo y la Virgen-, Francisco de la Torre, junto a otros miembros de la corporación municipal como Teresa Porras y Paco Cantos.
A pulso subieron al Nazareno de los Pasos para que rozara el cielo y empezara a emocionar a todos los presentes con la agrupación musical de la Vera+Cruz de Campillos que lleva acompañando al Cristo desde 2008. Luego, tras 450 nazarenos blancos aparecía Ella, la 'Novia de Málaga', asomando al sol que daba en la Tribuna de los pobres para que luego sus portadores la alzaran al cielo a pulso.
Acompañada por la banda de música Virgen del Rocío, su palio dorado y plateado y su manto blanco eran el complemento perfecto para poner la sintonía en esta escena del Martes Santo malagueño. Y ya con el canto de la Salve desde la garganta de sus hermanos y devotos se creó la magia más icónica de la Semana Santa: los ojos brillosos y los abrazos incontenidos entre los que estaban en las escaleras de la Tribuna de los Pobres.
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