Borrar
Procesión del Resucitado en los años 20 del siglo XX. Archivo Agrupación de Cofradías
Los 'Tiros de Gloria' en la Semana Santa de Málaga

Los 'Tiros de Gloria' en la Semana Santa de Málaga

Su uso, para conmemorar la Resurrección de Cristo, se remonta, al menos, a mediados del siglo XIX hasta finales de la segunda década del siglo XX

JOSÉ JIMÉNEZ GUERRERO

Málaga

Viernes, 24 de diciembre 2021, 20:08

En 1974, se publicaba en Segovia el libro titulado 'Antología'. En él se recogía una selección de textos, realizada por José Moreno Padilla, con parte de la obra del periodista Vicente Fernández Berzal. José Moreno también realizó el prólogo.

Vicente Fernández Berzal nació en Segovia en 1858. Aunque durante seis años estudió en el Seminario Diocesano, más tarde ingresó en la Academia de Artillería. Terminó trabajando en Telégrafos. Pero, sobre todo, dedicó su tiempo a lo que era su verdadera pasión: el periodismo. Fue corresponsal de varios periódicos: El Imparcial, La Correspondencia de España, La Vanguardia, etc. Asimismo, estuvo vinculado a los rotativos segovianos Diario de Avisos o El Adelantado. Murió en 1928.

Traigo a colación esta figura y esta obra porque en ella se reproduce un artículo publicado en 1925 en el que se da noticia de la realización de una curiosa tradición que ya por aquellos años se celebraba en tierras segovianas.

Según señaló el citado autor, el Sábado Santo, después que las campanas de la Catedral de Segovia dieran el llamado 'Toque de Gloria' y respondieran todas las campanas de la ciudad, «desde los balcones y ventanas, desde el mismo centro de la calle, se disparaban toda clase de armas de fuego, produciendo un estruendo infernal».

Esta tradición no solo se celebraba en la capital, sino que también era seguida en otras localidades. En Abades se realizaba una vez que las imágenes de Cristo Resucitado y de la Virgen María, en el transcurso de su itinerario, se encontraban en la llamada 'procesión del encuentro'. Era el momento en el que los cazadores de la localidad disparaban postas desde los balcones.

Esta forma de celebrar la Resurrección se efectuaba de la misma manera en otras ciudades y localidades castellanas, por ejemplo, en Zamora. La Cofradía de la Santísima Resurrección (fundada a mediados del siglo XVI) tras el encuentro del Resucitado con la Virgen de la Alegría o del Encuentro, y desprenderse esta del manto negro de luto, y tras la realización de varias referencias, efectuaban disparos o tiros de escopetas al aire como señal de júbilo y alegría por la Resurrección de Jesucristo.

Lo mismo sucedía en otras regiones de España, como Extremadura. En la cacereña localidad de Zarza la Mayor celebraban el llamado 'Domingo de los Tiros' en alusión al acto principal que se celebra bajo el nombre de 'Reverencia'. En esta localidad también se realiza el encuentro en la plaza Mayor entre las imágenes de Jesús Resucitado y la Virgen de Castillo. Cada una de las dos efigies parte de un lugar distinto: la del Resucitado desde la iglesia parroquial; la de la Virgen desde la ermita del Castillo. Tras recorrer varias calles de la localidad se encuentran en la plaza donde se va a realizar la 'Reverencia'. Se trata de la realización de un encuentro en el que, tras recorrer unos metros, los portadores se arrodillan para 'enfrentar' las imágenes. Es en ese momento cuando las escopetas disparan al aire como señal de homenaje. Hasta tres veces se repite.

En la pacense localidad de Segura de León también se conmemora la Resurrección con el repique de campanas y con disparos de escopetas al paso de las imágenes.

La tradición de festejar la Resurrección con disparos se celebraba, también, en otras regiones de España. ¿Y en Málaga?

El caso de Málaga

Es sabido que, en épocas pretéritas, personal del Ejército o de Milicias acompañaban diversas celebraciones religiosas con disparos de salvas. Diversos autores, como Andrés Sarriá Muñoz, han constatado el uso de esta práctica y han señalado cómo se realizaba en acontecimientos señalados. Por ejemplo, en la procesión que se llevó a cabo tras el octavario propiciado por el Ayuntamiento malacitano en diciembre de 1654. Con ello se cumplían las instrucciones emanadas de una disposición del monarca Felipe IV, que potenciaba la 'defensa de la pureza de la Virgen'.

Asimismo, no faltaba el uso de salvas durante otras procesiones. De especial relevancia eran las que se dedicaban en honor a Santa María de la Victoria. Se tiene constancia documental de las peticiones que desde las Milicias se formalizaban al Ayuntamiento para que le otorgasen a precio de costo la pólvora necesaria para realizarlas.

Asimismo, diversos acontecimientos religiosos (como los traslados de la Sagrada Forma a algunos edificios religiosos una vez terminada su edificación, restauración o reforma) eran anunciados y acompañados con disparos de salvas. En ciertos casos, documentados en el siglo XVIII, eran realizados por las galeras del puerto, desde el castillo de San Lorenzo y la fortificación de Torre Gorda, así como por las piezas de campaña.

Sin embargo, pocas noticias se poseían acerca del uso de esta práctica durante las celebraciones de procesiones pasionistas o, en el caso que nos ocupa y tal y como se celebraban en otros lugares de la geografía española, para conmemorar la Resurrección de Jesucristo. Pero, sí se realizaba. Y, además, hasta una época más reciente de lo que se podía sospechar.

He podido documentar que su uso se remonta, al menos, a mediados del siglo XIX y que se efectuó hasta finales de la segunda década del siglo XX. La diferencia con lo reseñado para épocas anteriores estriba en que ahora no era personal del Ejército o de Milicias los que ejecutaban los disparos de salvas, sino que lo hacían los habitantes de la ciudad.

Conocemos que en Málaga no se realizaba ni se realiza ningún acto de encuentro entre el Resucitado y la Virgen María en el transcurso de su procesión. De hecho, la primera celebrada con la imagen del Cristo Resucitado no tuvo lugar hasta el Domingo de Resurrección 27 de marzo de 1921. Y se llevó a cabo gracias a una iniciativa de la Agrupación de Cofradías que, tras su fundación, adopta a la imagen como titular. No será hasta el 16 de abril de 1995 cuando le acompañe la imagen de la Reina de los Cielos en la procesión que clausuraba la Semana Santa.

El Resucitado en 1925 por la calle Granada. Archivo Agrupación de Cofradías

No obstante lo señalado, en épocas pretéritas, aunque no hubiese procesión, a nivel popular sí se celebraba que Cristo resucitaba. Y el jubilo y la alegría también se expresaba, como sucedía en otras localidades españolas, con la realización de disparos.

Todo comenzaba el Sábado de Gloria. Cuando el reloj de la Santa Iglesia Catedral Basílica de Santa María de la Encarnación marcaba las diez de la noche, las campanas de la seo comenzaban a repicar anunciando la Resurrección de Jesucristo. Y ese era el momento en el que por toda la ciudad (de hecho, la práctica se realizaba también en los barrios) comenzaban a realizarse disparos y no solo de salvas. Asimismo, se tiene constancia de que se lanzaban cohetes y se explosionaban petardos. No faltaban las bengalas. A pesar de lo afirmado, he localizado algunas referencias que acreditan que, en algunos casos y en determinados barrios, los habitantes anticipaban los disparos y no esperaban a que las campanas catedralicias señalasen la hora fijada para celebrar la Resurrección.

Desde mediados del siglo XIX, la prensa revelaba la existencia de esta costumbre y aseveraba que se realizaba 'desde antaño'. Pero fue durante esta centuria, y principios del XX, cuando tuvo especial incidencia. Esta práctica era conocida como 'Tiros de Gloria' y también como 'Tiros de Resurrección'.

Desde el Ayuntamiento de Málaga se pretendía acabar con ella y en este sentido se enmarcan las disposiciones que se publicaban. Un día antes del inicio de la Semana Santa de 1857, el Sábado de Pasión 4 de abril de 1857, el alcalde la ciudad, Gaspar Díaz Zafra, ordenó editar un bando en el que se dictaban una serie de normas a tener en cuenta durante dicha celebración.

En su primer artículo disponía que «desde el Jueves Santo, celebrados los Divinos Oficios, hasta el sábado, después de tocar a Gloria, no se permitirá rodar dentro de la población coches, ninguna clase de carruajes, exceptuando solo los de diligencias y el del correo y el carro de la carne en la madrugada del sábado».

Asimismo, y en aras de evitar que se produjera algún desorden ante las iglesias disponía que «las puertas de los templos estarán expeditas para la entrada y salida de los fieles y nadie podrá detenerse en ellas por mera curiosidad o pasatiempo».

Las sanciones a las que se arriesgaban los que contravinieran estas órdenes se reseñaban en el artículo 4.º, que concretaba que: «Cualquiera persona que contravenga a lo prevenido en las disposiciones anteriores o diere lugar a escándalos con acciones o palabras indecorosas y ofensivas a la decencia pública y a la moral religiosa, sufrirá la condigna pena según la gravedad y circunstancias de la falta cometida».

Y en referencia al tema que nos ocupa, en el artículo 3.º del bando citado, se señalaba que: «Queda prohibido disparar tiros, cohetes, etc., el Sábado Santo y el colgar en las calles figuras ridículas ni de ninguna clase».

Esta disposición, además de revelar la realización de los disparos, aporta la noticia de la costumbre de colgar algunas figuras en ciertas calles de la ciudad.

Esta práctica puede hacer referencia a la llamada 'Fiesta del Judas'. Se trata de una costumbre que se realiza en algunos pueblos de España, en los que, con preferencia el Sábado de Gloria y Domingo de Resurrección, se lanzan piedras y se golpea o se quema un muñeco que representa al discípulo traidor a Cristo, Judas Iscariote. Sin embargo, es en Sudamérica donde la celebración de la quema de un Judas (en una tradición importada por los españoles) está más vigente. En numerosos países (Chile, Argentina, Panamá, Colombia, Nicaragua, Brasil, etc.) se repite cada Semana Santa.

Peligro

La prensa malacitana se mostraba contraria a la realización de los 'Tiros de Resurrección'. Sobre todo, incidía en las consecuencias que tenían. Eran numerosos los heridos y, en ocasiones, muertos que se producían. Especialmente crítica era la prensa republicana. Desde los distintos rotativos locales se resaltaba que algunos niños quedaban huérfanos ante los resultados de los 'Tiros de Gloria' y aconsejaban que el dinero que se iba a emplear en la compra de salvas, pólvora y proyectiles, se destinara a otros menesteres. Incluso aconsejaban que se dedicaran a la caridad pública.

Las balas, afirmaba la prensa, a veces entraban por los balcones. Y reseñaba lo sucedido en el Registro de la Propiedad donde un proyectil rompió los cristales de un patio, cayendo en el sitio donde momentos antes había estado una familia. Asimismo, concretaba que algunas balas se estrellaban en pisos concretos, algunos habitados por personas de actividades laborales determinadas, como el de un procurador que habitaba en la calle Juan de Padilla. Queda una sospecha: que los 'Tiros de Gloria' podían ser aprovechados por algunas personas con unas intenciones que no eran, precisamente, la de celebrar la Resurrección de Jesucristo.

Desde algunos sectores se estimaba que esta práctica era una señal de incultura y expresión de una «religión mal entendida y que era el pretexto para que se produjeran escenas vergonzosas y salvajes». Incluso se tildaba la práctica como propia del «peor de los villorrios o de cualquier pueblecillo». Estas aseveraciones ponían de manifiesto que los 'Tiros de Resurrección' se realizaban en otras muchas localidades.

Las autoridades hacían propósitos de acabar con la costumbre, pero, a pesar de los efectos que producía, apenas tenían éxito en el objetivo de anular una práctica arraigada y que se realizaba, a decir de la prensa, «incluso en presencia de guardias y serenos».

Especialmente cruento fue el resultado de los 'Tiros de Gloria' del Sábado Santo del año 1904. El periódico La Unión Mercantil se hacía eco de lo sucedido afirmando que habían originado varias desgracias. Relataba sucesos ocurridos en varias zonas y calles de la ciudad: Cuarteles, Mármoles, Trinidad, del Carmen, cauce del Guadalmedina, Huerto de los Claveles, Álamos, Carrera de Capuchinos, etc. De hecho, en esta última vía se produjeron los acontecimientos de más gravedad: resultó mortalmente herida una joven. Asimismo, en la zona centro de la ciudad se produjeron numerosos incidentes. De especial relevancia fueron los ocurridos en la calle del Marqués de Larios y en la Aduana. Finalmente, fueron detenidas varias personas. Algunas de ellas ingresaron en la cárcel. Como hemos podido comprobar, los 'Tiros de Gloria o de Resurrección' se llevaban a cabo por toda la ciudad.

Sucesos semejantes, con varios heridos, se produjeron en 1905. Pero, a pesar de las ordenanzas y del interés expresado desde diversas instancias, no se conseguía eliminarlos. En 1913, la prensa local calificaba como de 'gloriosa' la jornada del Sábado de Gloria 22 de marzo, si se conseguía que cesaran los 'Tiros de Resurrección'. Pero no sucedió así. De hecho, fue a partir de 1917 cuando comienzan a desaparecer. Las causas las relacionaron en la época con el aumento del precio de las cápsulas y de la pólvora, aunque también se deben conectar con el interés mostrado y las medidas adoptadas por las autoridades.

Pero lo que estimo que, finalmente, acabó con la realización de los 'Tiros de Gloria o de Resurrección' fue el cambio que se llevó a cabo tras la fundación de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga. Una consecuencia más a añadir a las que se produjeron tras su institución. No tenía sentido festejar la Resurrección el Sábado de Gloria con disparos cuando oficialmente se celebraba el Domingo. Y además se llevaba a efecto de manera distinta: con una procesión con la imagen del Cristo Resucitado. De ello, se han cumplido cien años. Una nueva efeméride que, aunque no haya sido destacada, considero que no debe caer en el olvido.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariosur Los 'Tiros de Gloria' en la Semana Santa de Málaga