Una puesta en escena original con referencias a sus raíces cofrades

El escenario del Teatro Cervantes estuvo ornamentado con una puesta en escena original con referencias a las raíces cofrades del pregonero. Así las tablas estuvieron presididas por un pictograma dibujado por Francisco Naranjo y recreado por Salvador Reina que representaba la cruz de la Hermandad de la Piedad, entrelazada por unas palmas en alusión a la Pollinica y un rosario en recuerdo de la Virgen del Rosario en sus Misterios Dolorosos de la Hermandad de la Sentencia.

Cuando en el pregón hizo referencia a estas cofradías, hubo un juego de luces sobre el pictograma, así como una música de fondo, y en el caso de Pollinica aparecieron unas sombras representando a nazarenos y en el de la Piedad se vio a fieles que acuden a la capilla callejera de esta imagen en El Molinillo.

En el frontal del escenario figuró un monte de corcho de estilo muy malagueño con claveles rojos, rosas amarillas, romero, lirios y esparragueras.

El pregón, que duró una hora y 29 minutos y donde fue interrumpido 32 veces por los aplausos, se abrió con un concierto a cargo de la banda de música de Zamarrilla, que cumple es año el 25º. aniversario de su fundación. Comenzó con la interpretación al inicio del Himno de Andalucía y el Himno de Andalucía y las marchas 'Jesús de la Sentencia', 'María Santísima del Amparo' –que fue dirigida por su autor, José Antonio Moreno, al cumplirse los veinticinco años de la composición de la pieza–, 'En los brazos de una madre' y 'Zamarrilla'.

Al pregón asistieron, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el obispo de la diócesis, Jesús Catalá; el obispo emérito de Pamplona, Francisco Pérez González; el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) y de Málaga (CEM), Javier González de Lara; el diputado de Cultura, Manuel López Mestanza; y el presidente de la Agrupación de Cofradías, José Carlos Garín, entre otros.

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