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Miércoles, 31 de marzo 2021, 01:29
Esta atípica e histórica Semana Santa de 2021 cruzó ayer su ecuador y lo hizo manteniendo el pulso de las emociones que vienen protagonizando los actos que las hermandades han organizado en sus templos y casas hermandad como sustitutivos de la salida procesional. Los sentimientos ... a flor de piel, las lágrimas en los ojos, los recuerdos y las esperanzas de que el próximo año puedan ver a sus titulares en la calle se vivieron este Martes Santo desde la Victoria hasta Nueva Málaga pasando por el oratorio de Pozos Dulces, la plaza de fray Alonso de Santo Tomás o la céntrica iglesia de Santo Domingo.
No hubo manto de flores pero no faltaron las flores a la Virgen de las Penas; no hubo piropos en la Tribuna de los Pobres a la Virgen del Rocío, pero a la Novia de Málaga no le faltaron oraciones; se echaron de menos los pulsos con sabor perchelero y de Nueva Málaga, pero sus barrios arroparon a la Humillación y la Estrella y al Nazareno del Perdón y la Virgen de Nueva Esperanza.
Las colas, hasta las últimas horas del día, volvieron a ser las protagonistas, especialmente por la tarde, y aunque en líneas generales se están guardando las medidas de seguridad e higiene, sí se observan algunos comportamientos esporádicos inadecuados que deberían evitarse tanto por la salud como por la imagen externa que se traslada.
En este sentido, el presidente de la Agrupación de Cofradías de Málaga, Pablo Atencia, manifestó que «es compatible convivir con el virus y disfrutar de la Semana Santa» y aseguró que «la ciudadanía, después de más de un año de pandemia, tiene asumido el riesgo que hay» y está concienciada de lo que tiene que hacer para evitar contagios. A ese respecto, reiteró que la prudencia y el respeto de las normas sanitarias deben mantenerse a rajatabla en los días que restan de Semana Santa, de modo que hay que huir de las aglomeraciones.
Con relación a las hileras de personas, Atencia sostuvo que puntualmente ha podido haber mucha gente, pero que en seguida se han reorganizado las colas y significó que antes de entrar a los templos se toma la temperatura al público y que el aforo está limitado.
ROCÍO
Uno de los momentos más especiales de la Semana Santa malagueña se vive cada Martes Santo al paso de la Cofradía del Rocío por la Tribuna de los Pobres, donde las emociones se desbordan en forma de piropos, aplausos y pulsos en una conjunción perfecta entre los tronos y el público que abarrota este singular espacio cofrade. En este atípico Martes Santo de pandemia, San Lázaro, el templo donde reciben culto el Nazareno de los Pasos en el Monte Calvario y la Novia de Málaga, se convirtió por un día en una particular Tribuna de los Pobres donde los fieles renovaron esa historia de amor y devoción con Jesús Caído y la Virgen de blanca pureza ataviada.
Durante todo el día, especialmente por la tarde, hubo largas colas para acceder a San Lázaro de malagueños que, en algunos casos, tuvieron que esperar casi hora y media para poder contemplar de cerca a las imágenes. En una capilla donde fueron retirados los bancos, el Nazareno ocupó en el centro del templo sobre un monte de corchos exornado con flores silvestres y espinas, mientras que la Virgen del Rocío preside el altar mayor primorosamente ataviada y reluciente, con un adorno de flores blancas, y una media luna a sus pies, donde también está el frontal del trono con las tres nuevas cartelas.
A la tres de la tarde, la hora en que el cortejo se debería puesto en marcha, en el interior de la iglesia de San Lázaro hubo una celebración de la palabra y a renglón seguido, en la cercana plaza del Jardín de los Monos, la Escuela de Música del Rocío interpretó dos marchas procesionales.
NUEVA ESPERANZA
Uno de los momentos que se recuerdan de la desoladora Semana Santa del año pasado, que se vivió desde el estricto confinamiento domiciliario, lo protagonizaron el Martes Santo los vecinos del barrio de Nueva Málaga, que desde sus balcones aplaudieron e hicieron sonar campanillas en el momento en el que la cofradía debería haber salido a la calle. Este año tampoco hubo procesión, pero al menos pudieron rememorar la salida del Nazareno del Perdón y la Virgen de Nueva Esperanza al pie de los tronos, dispuestos en la casa hermandad como si fueran a iniciar el largo recorrido que cada Martes Santo los conduce hacia el corazón de la ciudad. Como sucediera de forma espontánea el año pasado, a las cuatro menos cuarto de la tarde, numerosos vecinos hicieron sonar campanillas desde sus balcones y vitorearon a los titulares, congregados ante el salón de tronos. «El año pasado nos vimos sorprendidos porque fue algo espontáneo y este año no queríamos dejar pasar de largo ese momento. Ha sido muy emocionante», apuntó David Vidal, el hermano mayor de Nueva Esperanza, que justo ayer celebró su cumpleaños.
El mejor regalo habría sido poder ver a su cofradía en la calle, pero se consuela con el cariño que una vez más demostraron los vecinos y cofrades de Nueva Esperanza con sus imágenes. El Nazareno del Perdón estrenó el tallado de los arbotantes del trono por parte de Manuel Toledano y la Virgen de Nueva Esperanza lució por primera vez en su trono una corona de orfebrería Osorio diseñada por Antonio Rodríguez.
SENTENCIA
Los cofrades de la Sentencia vivieron ayer una intensa jornada en la parroquia de Santiago, con numerosos actos desde el rezo del Ángelus a las doce de la mañana hasta la oración de despedida a las ocho y media de la tarde. Estaba previsto que Pepe El Marismeño acudiera al templo de la calle Granada para cantar una saeta, pero finalmente no pudo asistir. No obstante, el rezo en forma de cante lo puso Pepe Trujillo a los pies de un altar en el que, rememorando una estampa del pasado, el Cristo de la Sentencia tuvo como fondo el grupo escultórico que lo acompaña en su trono cada Martes Santo. Numerosos ramos de flores cubrieron el suelo de la capilla, que contó con la visita de Francisco Salado, presidente de la Diputación Provincial, hermana mayor honoraria de la cofradía.
RESCATE
En la tarde del Martes Santo desde la calle Agua bajó un torrente de sensaciones protagonizadas por los hermanos de la Cofradía de Jesús del Rescate y la Virgen de Gracia. A la hora en que debería haberse puesto en marcha la cruz guía, los toques a las campanas de ambos tronos simbolizaron el inicio de la procesión. En ese momento, las lágrimas afloraron en los rostros, hubo abrazos entre familiares y las emociones se palpaban a flor de piel.
El presidente del Colegio de Gestores, Daniel Quijada, fue el encargado de dar los toques de campana al trono de Jesús del Rescate, mientras que su homólogo del Colegio de Enfermería, José Miguel Carrasco, hizo lo propio en el trono de la Virgen de Gracia. Ambas entidades son hermanos mayores honorarios de la cofradía.
Previamente, el hermano mayor, Joaquín González, dirigió unas palabras donde lanzó un mensaje de esperanza porque «volveremos» a salir a la calle y mientras tanto, añadió: «Hoy es nuestro gran día. Hoy es un Martes Santo diferente pero no menos importante. Hoy haremos estación de penitencia en nuestra casa hermandad».
Una casa que abrió sus puertas para que los fieles pudieran contemplar a las imágenes en sus tronos y dos de los estrenos: las primeras tres cartelas del frontal del trono del Señor realizadas por Miguel Martín y que representan una alegoría del Rescate, la Anunciación y el solo del Espíritu Santo de Cristo sobre los Apóstoles, y los nuevos incensarios inspirados en la capilla de calle Agua realizados por Cristóbal Martos.
HUMILLACIÓN
La pandemia ha impedido que María Santísima de la Estrella recorriese ayer las calles de Málaga en el día de su festividad. Lo que el coronavirus no ha podido frenar es que la Virgen reciba muestras continuas de devoción por sus muchos fieles, así como el Señor de la Humillación. Ese hecho se apreció en un acto que tuvo lugar en la capilla de los sagrados titulares de la cofradía, celebrado a las doce, coincidiendo con el rezo del ángelus. Los sentimientos estuvieron a flor de piel en un Martes Santo que pasará a la historia por la no salida procesional, pero que estará marcado por los momentos tan especiales vividos por los cofrades de esta popular hermandad perchelera.
Las imágenes del Señor de la Humillación y de la Virgen de la Estrella están situados en un altar montado para la ocasión en la capilla de la cofradía, en la que se ha colocado un dosel, los cuatro faroles del trono del Cristo y la Dolorosa luce su manto de procesión.
Por la tarde, a partir de las siete, los cofrades de la Humillación y la Estrella participaron en una misa, que fue oficiada por el párroco de Santo Domingo, Antonio Jesús Carrasco. «Ya que no podemos salir en procesión, queremos que el día de hoy, que es de la festividad de nuestra Virgen, sea muy solemne», dijo el hermano mayor, Rafael Retana. Otro momento de gran emoción se produjo cuando miembros de Policía Local de Málaga pusieron a los pies de la Virgen la gorra de gala del oficial Alberto Ferrer Medina, fallecido el pasado mes febrero a los 43 años.
PENAS
El Ayuntamiento cumplió ayer con su tradición de entregar una canastilla de flores a la Virgen de las Penas cada Martes Santo. Una representación municipal, encabezada por el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, llevó la ofrenda floral, que se depositó a los pies de la Virgen en el oratorio de la cofradía. La hermana mayor de las Penas, Ángela Guerrero, recibió a las autoridades.
«Aunque este Martes Santo no habrá procesiones y la Virgen de las Penas no lucirá su manto de flores, hemos venido a cumplir con la tradición de traer una canastilla de flores», dijo el alcalde. De la Torre destacó la calidad de las pinturas del oratorio, realizadas por Raúl Berzosa.
El Cristo de la Agonía y la Virgen de las Penas están situados frente a frente. El Señor se encuentra sobre un monte de corcho, mientras que a la Virgen la cubre su palio de procesión sostenido por cuatro barras en cada lado. También se han colocado los arbotantes de cola para que parezca que la imagen va sobre su trono procesional. El altar mayor del oratorio lo preside la figura de San Juan.
La hermana mayor explicó que se ha preferido poner al Cristo y a la Virgen frente a frente, y no en sus tronos procesionales, para que haya una mayor proximidad con las personas que van a verlos. «Queremos acercar las imágenes al pueblo», manifestó Ángela Guerrero. Por otro lado, en el museo de la cofradía están expuestas las distintas túnicas de nazareno que ha sacado las Penas a lo largo de su historia.
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