La decisión de la parroquia de San Pablo de abrir al público este sábado el oratorio provisional habilitado en una segunda planta de sus salones por las obras en este templo del barrio de la Trinidad ha causado cierta sorpresa y extrañeza en un momento en el que aún no está claro si van a poder celebrarse cultos en las iglesias de Málaga a partir del próximo lunes, ya que el Ministerio de Sanidad no se ha pronunciado todavía sobre el paso a la siguiente fase de la desescalada en el caso de la provincia y la capital, que ha sido marcada por la Junta como uno de los distritos sanitarios que podrían avanzar a la fase 1 pero con restricciones.
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El real decreto del estado de alarma no prohíbe la apertura de los lugares de culto y permite que se asista a ellos adoptando «medidas organizativas consistentes en evitar aglomeraciones de personas, en función de las dimensiones y características de los lugares, de tal manera que se garantice a los asistentes la posibilidad de respetar la distancia entre ellos de, al menos, un metro», según se señala en el artículo 11 del 'Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19'. Este artículo fue modificado posteriormente para prohibir los funerales y limitarlos a la asistencia de tres familiares o allegados al difunto.
El propio Obispado de Málaga ha permitido que las iglesias puedan abrir «durante algunas horas al día» aunque las ceremonias religiosas se encuentren suspendidas y solo puedan realizarse a puerta cerrada. Agarrándose a esa posibilidad, algunas iglesias como la de Stella Maris y esta de San Pablo, hasta que comenzaron las obras en su interior, han estado abiertas algunas horas por las mañanas.
No obstante, por prudencia ante la crisis sanitaria actual y ante la suspensión de las misas, la mayor parte de las iglesias, incluida la Catedral, han optado hasta ahora por cerrar sus puertas a los fieles.
Según las averiguaciones realizadas por este periódico, la decisión de la parroquia de San Pablo de abrir este oratorio provisional en una segunda planta, con aforo limitado a 10 personas, en el que podrá rezarse a imágenes que se veneran la iglesia, incluida la de Jesús Cautivo, cuenta con el visto bueno del Obispado.
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