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El Cristo del Santo Suplicio abandona la parroquia de Santa María de la Amargura tras el vía crucis. Julio J. Portabales
Santo Suplicio y Dulce Resignación marcan el pulso del cuarto viernes de cuaresma

Santo Suplicio y Dulce Resignación marcan el pulso del cuarto viernes de cuaresma

Ambas imágenes procesionaron por Málaga en una jornada marcada por el buen tiempo y el acompañamiento de numerosos devotos

Viernes, 28 de marzo 2025, 23:32

Con un cielo completamente despejado, un clima que acompañaba y numerosos fieles presentes, el Cristo del Santo Suplicio de la Hermandad de Zamarrilla realizó su tradicional Vía Crucis anual, mientras que la procesión de María Santísima en su Dulce Resignación recorrió su barrio acompañada por centenares de feligreses. Ambas salidas procesionales sirvieron como preludio a los traslados, procesiones de barrio y distintos actos religiosos que anteceden la Semana Santa de 2025.

Sobre las siete de la tarde, la imagen de Nuestro Padre Jesús del Santo Suplicio abandonaba la ermita de Zamarrilla para emprender su camino hacia la parroquia de Santa María de la Amargura. Desde hace algunos años, el primer titular de la corporación realiza un solemne y tradicional acto en el interior del templo. Poco antes de las ocho menos cuarto, la imagen llegaba a la parroquia, acompañada por una capilla musical compuesta por miembros de la banda de Zamarrilla. Dentro del templo, como es habitual, se rezaron las estaciones del Vía Crucis, en uno de los momentos más emotivos de este viernes 28 de marzo.

Finalizado el Vía Crucis en el interior de la Amargura, el trono de cuatro varales en el que portadores llevaban al Cristo del Santo Suplicio emprendió el regreso a la ermita. En esta ocasión, la Agrupación Musical San Lorenzo Mártir marcaba el paso con un acompañamiento solemne. Solo con la tenue iluminación de las distintas calles, se vivieron instantes de gran recogimiento e intimidad en torno a la sagrada imagen.

Dulce Resignación

Un poco después de que el Cristo del Santo Suplicio iniciara su recorrido hacia la Amargura, a varios kilómetros de distancia, desde la parroquia de la Santísima Trinidad, comenzaba también su salida procesional el grupo parroquial de María Santísima en su Dulce Resignación y Esperanza. Desde diciembre de 2016, cuando se aprobó su salida procesional, se ha convertido en una tradición ver al barrio de la Trinidad acompañar con devoción a la Virgen por las calles de su entorno.

La Virgen de la Dulce Resignación avanza por el barrio de la Trinidad. Julio J. Portabales

Escoltada por decenas de nazarenos con túnicas, capillos y cinturones negros, así como por mayordomos con capas blanco roto, la procesión contó con el acompañamiento del quinteto de metales de la banda de música Santa Cecilia y un tambor ronco. La imagen partió desde la placeta del Compás de la Trinidad, continuó por la calzada de la Trinidad y se adentró en la calle Barcelona. Como siempre, reinó la seriedad y sobriedad en los andares de esta Virgen Dolorosa, aunque con algunas novedades, como el ramillete de flores de talco y sedas con rocallas, las tulipas en el frontal del trono o la cruz de penitencia situada tras el mismo.

Con ambas salidas, las hermandades continúan cumpliendo con sus calendarios cuaresmales, en una etapa donde se intensifican los cultos internos, los ensayos de tronos y los preparativos logísticos de cara a la Semana Santa. En los próximos días, tendrán lugar diversos traslados y viacrucis organizados por otras corporaciones, especialmente durante el fin de semana del Viernes de Dolores, que marca el inicio oficioso de la Semana Mayor en Málaga

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