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Santiago Souvirón, que lució una corbata verde en homenaje a su Virgen de Gracia y Esperanza, desnudó su alma en un pregón muy personal y espiritual, en el que desgranó sus sentimientos, sus emociones, sus historias y sus recuerdos a lo largo de una exaltación ... que se prolongó durante una hora y treinta y tres minutos, en las que fue aplaudido en catorce ocasiones, y que dedicó a su tío Juan Pedro, recientemente fallecido. Fue un pregón donde no se siguió el canon tradicional de citar a todas las cofradías, aunque sí se mencionó a las imágenes. Souvirón innovó en el concierto, que comenzó con la interpretación de los himnos Nacional y el de Andalucía, que habitualmente cierran la parte musical.

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diariosur Un pregón personal y espiritual