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Las emociones y las ilusiones que los cofrades sienten cada Domingo de Ramos se volvieron a vivir este sábado cuando Málaga se reencontró con Jesús de la Pollinica, la imagen que tradicionalmente abre la Semana Santa y también lo hizo en la magna.
Aplausos, vivas ... y alguna que otra lágrima en las mejillas acompañaron los primeros momentos del Señor en la calle, donde malagueños y visitantes pudieron contemplar por primera vez el trono totalmente dorado.
El presidente de la Agrupación de Cofradías, Pablo Atencia, dio los primeros toques a la campana del trono en presencia del alcalde, Francisco de la Torre, y del delegado diocesano de Cofradías, Salvador Guerrero, quien antes dirigió una oración y unas palabras a los portadores: «Esto da sentido a todo lo que somos y en lo que creemos, hoy hacemos historia pero no debemos olvidar lo que portamos sobre nuestros hombros». Guerrero tuvo un especial recuerdo a las personas fallecidas durante la pandemia antes de que el trono pisara la calle Parras, alfombrada con palmas y ramas de olivo.
Una cruz guía hecha con palmas abrió el cortejo de Jesús de la Pollinica, quien llevó en su mano izquierda el escapulario de 1921 del fundador de la cofradía Francisco Triviño y fue la primera imagen cofrade en volver a pasar por el Parque de la capital en casi ocho décadas. Otro hito.
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