Pilar Cortés, en la capilla del Cautivo en San Pablo. Salvador Salas

Pilar Cortés: «El Cautivo se merece recibir culto en un espacio propio»

Hermana y vocal de Caridad de la junta de gobierno, defiende que el Señor de Málaga y la Virgen de la Trinidad deberían recibir culto en otro espacio

Manuel García

Málaga

Lunes, 29 de marzo 2021, 00:24

Pilar Cortés, ferviente devota de Jesús Cautivo y hermana y vocal de Caridad de la junta de gobierno de la cofradía trinitaria, defiende que el ... Señor de Málaga y la Virgen de la Trinidad deberían recibir culto en otro espacio y no en su actual sede canónica, la iglesia de San Pablo.

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-¿Desde cuando es hermana del Cautivo?

-Soy hermana de cuota de la cofradía desde hace veinticinco años, pero devota del Cautivo desde el año 1964 cuando entré en la hermandad. Yo tenía entonces diecisiete años y me enamoré de él.

-¿Y qué le enamoró?

-Sus ojos. Su mirada. La mirada del Cautivo es única.

-¿Qué le pide a su Cristo?

-En las circunstancias actuales salud para todos los míos. Soy feliz. Viéndole su cara soy feliz.

-¿Cómo va a vivir este Lunes Santo?

-Tras asistir a la misa del alba el pasado sábado este año estaré más en casa porque le tengo mucho respeto a la pandemia y huyo de las aglomeraciones. No me apetece. El año pasado fue más duro con el confinamiento, pero este lo tengo algo más asimilado. Voy a poder disfrutar de los titulares en sus tronos procesionales en la casa hermandad. Lo único que no voy a poder es acompañar al Cristo en la procesión de promesa como llevo haciéndolo veinticinco años. Hay veces que he ido detrás de él y otras detrás de la Virgen.

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-¿Qué anécdotas recuerda durante esos años en la promesa?

-He vivido de todo. Un año salió un señor de promesa con las manos y los pies atados, una cruz a cuestas y con la cara tapada. Me impresionó y me acerqué para preguntarle el motivo de su promesa. Me contó que su hija de cuatro años se había caído de un quinto piso y se salvó al caer sobre un toldo, con lo que estaba agradecido porque siguiera viviendo. Desde entonces ese hombre siempre va todos los años detrás del Cristo. Son momentos y sensaciones que hay que vivirlas. Son muchísimos y distintos los motivos por los que tantas personas van detrás de él cada Lunes Santo. Vienen de Alemania, de Barcelona... Te conmueve porque solo los ves ese día y además tienes una sensación distinta con respecto al traslado de las imágenes.

-¿Por qué?

-Porque el Lunes Santo el Cautivo va de forma señorial. Como diciendo 'soy el dueño de Málaga'. Pero el día del traslado él va más sencillo y la gente se identifica mucho con él. En la noche del Lunes Santo vamos a disfrutarlo y en el traslado es más emotivo, más cercano. He visto a padres intentando acercar a bebés a las manos del Cristo, a una mujer cumplir su promesa descalza desde la barriada de La Palmilla hasta la iglesia de San Pablo todos los lunes durante mucho tiempo, incluso días lloviendo a mares, por la enfermedad de su hija que finalmente quedó en nada. Cosas inexplicables. Y es que el Cautivo es el Cautivo.

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-¿Qué tiene para arrastrar tanta devoción?

-Es difícil de explicar. Hay imágenes bellas pero no te llaman tanto la atención como el Cautivo ni te envuelve como él. Y eso le pasa a mayores, a jóvenes y hasta a los niños.

-¿Cree que el Señor de Málaga debe presidir San Pablo o estar en otra iglesia?

-A mi me gustaría que recibiera culto en otro lugar en vez de la capilla actual de San Pablo. Es mi opinión particular. Creo que el Cautivo, siendo el Señor de Málaga, es una imagen que se merece y debe estar en un espacio propio junto a la Virgen de la Trinidad.

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-¿Qué le ha parecido la restauración del trono del Cristo?

-Me ha parecido muy bien. Era una asignatura pendiente y el trono lo necesitaba.

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