Felipe Medina tenía 12 años cuando le diagnosticaron un Linfoma no Hodgkin de células T. El cáncer llegó cuando este malagueño era muy pequeño, que le hizo pasar siete días en la UCI. Allí, sin saberlo, su padre le puso una pulsera de la Virgen de la Salud, que se la había dado una amiga para que cuidase de él. «Cuando desperté mi padre me explicó que Ella me iba a estar ayudando en el proceso. Ella era mi refugio, yo le rezaba mucho». Ahora este joven malagueño acaba de cumplir los 18 años y se va a sentir más cerca que nunca de la Virgen de la Salud: este Domingo de Ramos la llevará sobre sus hombros: «Es un privilegio, una manera de darle las gracias por todo lo que ha hecho por mí». En su casa le acompañan la estampita y la pulsera que Mercedes, la amiga de su padre, le dio para que cuidase de él durante el tratamiento. Pero es que no han dejado de cuidarle en todos estos años. Y ahora Felipe será quien cuide de ella y la lleve sobre sus hombros. «Ella ha sido como una casa para mí, un lugar seguro donde guardarme cuando todo va mal». Esta Semana Santa será él quien la lleve a Ella. «El peso de encima». Vea aquí todos los vídeos de Pasión y vida
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