La Hermandad de las Penas ha celebrado en la tarde de este viernes una charla sobre el diseño y construcción del oratorio y la casa hermandad con motivo del XV aniversario de la sede de la corporación a cargo de José Alfonso Alises, archivero de ... la cofradía y aparejador del proyecto.
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Numerosos hermanos y cofrades han asistido al acto celebrado en la sala capitular de la casa hermandad, entre los que se encontraban la hermana mayor, Ángela Guerrero, y el ex hermano mayor de la entidad José Solís.
José Alfonso Alises, que fue presentado por el consejero de las Penas Jacinto Torres, se sirvió de una proyección de fotografías, infografías y dibujos en una pantalla para ilustrar su disertación a los asistentes, en la que hizo un recorrido por toda la evolución de la construcción desde la idea original del proyecto hasta que se erigió el oratorio y la casa hermandad.
La colocación de la primera piedra en el año 2005, así como las particularidades de cada una de las plantas y el sótano de la edificación, y las áreas en las que se distribuye el espacio, han sido algunos de los aspectos que ha desgranado Alises. Asimismo, ha recordado los problemas que se presentaron en la excavación y cimentación del terreno del edificio y ha tildado de «verdadera obra de arte» los faroles que penden de la fachada principal.
Además de remarcar la calidad de las pinturas artísticas del pintor malagueño Raúl Berzosa, el aparejador ha recordado que el escudo de la entidad que planteó la empresa constructora «no agradó y se le encargó a José María Ruiz Montes, que tenía su taller muy cerca de aquí».
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Como anécdota, José Alfonso Alises ha explicado que durante la obra y una vez acabada la ejecución del sótano, se percató que salía un obrero de ese espacio en más de una ocasión y le informaron que al ser musulmán le dejaron que discretamente pudiese realizar sus rezos con discreción en este lugar.
Para Alises es un orgullo haber hecho esta obra arquitectónica y la considera «la más importante de mi carrera», aunque ha reconocido a este periódico que «se debería poner más en valor porque creo que tiene características suficientes para atraer a la gente y es una idea que tenemos, además de las pinturas de Raúl Berzosa que son un gran complemento. Hay quien la llama la 'capilla sixtina de Pozos Dulces'».
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Asimismo, ha admitido que la nueva sede «ha supuesto un paso decisivo y fundamental para la cofradía que se ha visto reflejado en estos quince años».
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