El Obispado de Málaga vuelve a suspender las elecciones en la Cofradía del Rescate ante la guerra interna que atraviesa

En los últimos días, la comisión logró avanzar en la convocatoria y organización de un nuevo proceso electoral que sustituya al que se celebró el pasado mes de noviembre y tras el que se sucedieron diferentes impugnaciones por parte de las dos candidaturas en liza que llevaron a la diócesis a tomar diferentes decisiones. Así, se había previsto un nuevo cabildo de elecciones para el 4 de julio y un plazo para la presentación de candidaturas.

Sin embargo, según ha podido confirmar SUR, el Obispado ha optado por suspender de nuevo esta convocatoria visto el clima interno en el seno de la Cofradía del Rescate. En un decreto, la diócesis habla de no seguir adelante con el proceso electoral iniciado para que no se provoquen «perjucios irreparables» y para velar «por el bien de los hermanos».

Aunque en este decreto no se hace alusión expresa al asunto, detrás de esta decisión está una denuncia por la vía judicial que un nutrido grupo de hermanos entre los que, según varias fuentes consultadas, se encuentran afines a una de las candidaturas que se presentaron al cabildo de noviembre, en concreto la de Luis Bustos, han presentado contra miembros de la otra lista (la encabezada por Antonio Sastre) y contra el que fuera presidente de la primera comisión electoral, el ex presidente de la Agrupación de Cofradías, Clemente Solo de Zaldívar, quien también ha sido denunciado ante los tribunales civiles por la propia cofradía.

De ahí que la resolución del obispo, Jesús Catalá, mencione que "existen manifestaciones de diversos hermanos señalando posibles situaciones presuntamente irregulares" que podrían derivar en escenarios "irreversibles y no queridas por el conjunto de la cofradía".

Por el momento no han trascendido más datos de esas querellas, que podrían estar relacionadas con cuestiones relativas a la protección de datos de los hermanos, pero su existencia ha movido al Obispado a frenar el proceso electoral que había puesto en marcha, a la espera de que las aguas internas se calmen y por las consecuencias jurídicas que pudiera tener. En caso contrario, según las fuentes, cabría la posibilidad de que se designara algún tipo de dirección gestora para intervenir la dirección de la Cofradía del Rescate por parte de la diócesis e intentar resolver la complicada situación por la que atraviesa.

Cabe recordar que el Rescate celebró elecciones el 2 de noviembre del año pasado a las que se presentaron dos candidaturas encabezas por Antonio Sastre y Luis Bustos, respectivamente. Sastre cosechó 229 votos, y Bustos, 207 apoyos, pero tras aquellos comicios se sucedieron varias impugnaciones y decisiones por parte del Obispado.

Después de aquella votación de noviembre, el Obispado recibió dos impugnaciones: una de Luis Bustos y otra de Antonio Martínez Fernández, que iba en la lista de Bustos como candidato a segundo teniente hermano mayor. De estos recursos, la diócesis aceptó la apelación relativa a que en las papeletas que se ofrecieron a los hermanos para las votaciones existían errores. En concreto, en la papeleta de Luis Bustos, su nombre aparecía como candidato a hermano mayor y también a primer teniente hermano mayor, y Fernando Álvarez Hurtado figuraba como candidato a segundo teniente en vez de Antonio Martínez, que no aparecía en la papeleta.

Así, a mediados de noviembre, la diócesis resolvió que esa votación no era válida y que se tenía que repetir. No obstante, dio un plazo para presentar alegaciones tras el que, después de recabar un recurso de la candidatura ganadora, el Obispado dio marcha atrás en su decisión inicial de que se volviera a celebrar el cabildo y consideró que daba por buena la votación celebrada que dio la victoria a Antonio Sastre.

Sin embargo, esa segunda resolución de la Iglesia también daba la opción a recurso, y de esa posibilidad hizo uso la candidatura de Luis Bustos, que puso en conocimiento de la diócesis la presencia de dos personas divorciadas en la candidatura de Sastre, lo que dio lugar a un tercer acuerdo del Obispado el pasado mes de enero que consistió en suspender el decreto del 22 de diciembre en el que daba por buenas las votaciones del 2 de noviembre. En ese acuerdo, la diócesis estableció que «la Iglesia no puede aceptar como miembro de una candidatura a personas divorciadas que han vuelto a contraer matrimonio civil con otra persona».

Ahora, el conflicto entre las dos corrientes en las que está dividida la cofradía ha alcanzado sorpresivamente la vía judicial, y desde la dirección de la Iglesia en Málaga se ha preferido, por ahora, esperar a ver qué camino toma esta delicada situación.