El Obispado de Málaga prohíbe los traslados de imágenes el Sábado Santo para cumplir con la liturgia católica

Desde su llegada a Málaga, el obispo, Jesús Catalá, ha venido recordando que el Sábado Santo es un día en el que la liturgia católica no permite la celebración de ningún tipo de culto o manifestación religiosa hasta la llegada de la noche pascual en la que se conmemora la resurrección de Jesús. Así, Catalá siempre se ha mostrado reacio a que haya procesiones el Sábado Santo, si bien otros obispos andaluces sí las permiten, como es el caso de José Rico Pavés, su homólogo en la ciudad gaditana de Jerez de la Frontera, en la que este año volverá a haber procesiones el Sábado Santo después de cuarenta años.

No obstante, en el caso de Málaga, los actuales responsables de la diócesis se mantienen firmes en que hay que ser rigurosos con la liturgia y no puede haber procesiones el Sábado Santo, ni siquiera para los traslados de regreso de las imágenes titulares desde las casas hermandad a los templos. Esta medida afecta a las cofradías de la Crucifixión, Sagrada Cena y Viñeros, que este año tendrán que buscar otra jornada o momento en el que llevar a cabo el retorno de sus imágenes a sus respectivas iglesias. En el caso de la Crucifixión, está previsto inicialmente que el Cristo regrese a la parroquia de El Buen Pastor en la mañana del Viernes Santo, aunque todavía no está totalmente concretado.

Con todo, no parece que esta decisión vaya a afectar a la denominada 'Misa de Privilegio' que celebra desde el siglo XVIII la Congregación de Mena en torno a la Virgen de la Soledad Coronada. No obstante, desde hace décadas, este acto no es una misa, sino un momento de oración junto a esta imagen mariana para contemplar su soledad tras la muerte de Cristo en la cruz.