Es tradición en la Hermandad de la Salud que cada año el primer toque de campana al trono de la Virgen el interior de la iglesia de San Pablo lo de un enfermo. Este 2021 no hay salida procesional pero la cofradía trinitaria ha querido revocar ese momento donde el martillo tañe el metal para pedir por los enfermos del coronavirus, para recordar a los fallecidos por la pandemia y para reconocer el trabajo de los servicios esenciales que desde hace más de un año combaten en primera línea contra el Covid-19.
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Al toque de campana ha seguido la interpretación de la marcha 'Santa María de la Salud' a cargo de la banda de música de la Paz -ubicada en el coro de San Pablo- en un momento especialmente emotivo y que se ha vivido con gran recogimiento por los hermanos, muchos de los cuáles no han podido contener las lágrimas.
Este momento ha sido el epílogo al acto central que la cofradía trinitaria ha celebrado y que ha consistido en una misa concelebrada por seis sacerdotes y presidida por el director espiritual de la hermandad, Manuel Ángel Santiago. En su homilía, ha destacado la labor social que desarrollan las cofradías y ha hecho un llamamiento a la unidad interna en las corporaciones nazarenas.
La misa también ha servido para decir adiós al actual hermano mayor de la Salud, José Carlos Garín, quien en unas semanas concluye su mandato. Una cerrada ovación de los asistentes ha reconocido su trabajo durante estos años en la cofradía.
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