Una veintena de mujeres acudió en la mañana de este Viernes Santo a la convocatoria realizada por la propietaria de un negocio de complementos de moda para visitar los monumentos de las iglesias del Centro de Málaga ataviadas con la típica mantilla negra. «Creo que este año en el que no hay procesiones es el ideal para reivindicar que las mujeres malagueñas se vuelvan a vestir de mantilla pero no para salir en las procesiones, sino para visitar las iglesias», apunta Paula Villasana, propietaria desde hace siete años de la tienda Victoria Real, en la plaza de Arriola, que ha liderado esta iniciativa.
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«En los últimos años ha habido poca tradición de visitar las iglesias vestidas de mantilla. Ayer jueves sí parece que hubo más malagueñas que se animaron, y hoy también. Estoy convencida de que esta Semana Santa va a marcar un punto de inflexión para recuperar esta costumbre«, señala Villasana, que ha marcado una ruta por varios templos del Centro Histórico como San Juan, el Sagrado Corazón de Jesús, San Agustín, la Catedral, la basílica de la Esperanza y la parroquia de Santo Domingo.
«Vamos a darle el pésame a la Virgen y a visitar los monumentos», aclara Victoria Eugenia Ribes, que se ha confeccionado su propio vestido negro. «Es una tradición que no se debe perder y a la que debería sumarse más juventud», afirma. A su juicio, lo más importante para vestir bien de mantilla en Semana Santa es «una buena peina y una buena mantilla».
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