Málaga se reencuentra con el legado cofrade de Eugenio Chicano

Una muestra, promovida por la Fundación Unicaja, donde Málaga se reencuentra con una figura fundamental del cartelismo a través de casi medio centenar de pinturas originales realizadas para hermandades y donde se dan la mano la tradición y la vanguardia, particularidades que definen el estilo de Chicano.

Un recorrido por la obra del artista que transita desde sus primeras composiciones cofrades para Vélez-Málaga en la década de los cincuenta del pasado siglo, a su obra póstuma, la del cincuentenario del Cristo Yacente de la Paz y la Unidad de la Hermandad del Monte Calvario -composición que dejó terminada antes de fallecer-, pasando por el cartel oficial de la Semana Santa de Málaga de 2001, el 'no oficial' que hizo para la de 1987 o el de la coronación canónica de la Virgen de los Dolores del Puente.

«Los carteles de Eugenio Chicano no eran meros anuncios, eran auténticos poemas gráficos llenos de color, fuerza y simbolismo. Su arte supo adaptar el fervor popular fusionando lo sagrado con lo cotidiano, la tradición con la vanguardia, en un equilibrio que pocos han sabido lograr. Su estilo audaz y romántico reinventó los símbolos de nuestra fe sin perder su esencia, convirtiéndolas en verdaderos iconos de nuestra Semana Santa», ha destacado durante la inauguración el comisario de la muestra, Gonzalo Otalecu.

Otalecu, que ha definido a Chicano como un artista «irrepetible», ha incidido en que su obra «transformó» la cartelería de la Semana Santa en Málaga con un lenguaje visual «único, vibrante y profundamente emotivo». «Rostros de Pasión no es sólo una muestra monográfica, es un recorrido por la sensibilidad y la modernidad con la que Chicano supo reinterpretar nuestra traición dotándola de una nueva mirada que hoy sigue enamorando a los malagueños», ha remarcado.

Testigos de sus palabras han sido, entre otros, el obispo de la diócesis, Jesús Catalá; el presidente de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa, José Carlos Garín; la delegada de la Junta en Málaga, Patricia Navarro; el vicepresidente segundo de la Diputación, Manuel Marmolejo; la concejala de Cultura de la capital, Mariana Pineda; la responsable de Artes Plásticas de la Fundación Unicaja, Emilia Garrido; el alcalde de Vélez-Málaga y primo segundo de Chicano, Jesús Lupiáñez; el impulsor de la muestra, Pedro Luis Gómez; y la viuda del artista, Mariluz Reguero.

Una emocionada Reguero que ha hecho un recorrido por la trayectoria profesional de su esposo y su «amor por la pintura, la tradición y la Semana Santa, que le llevó a iniciar una cruzada por recuperar el cartel pintado» y que ha puesto el acento en que la exposición permitirá ver la evolución del artista «y cómo fue simplificando el lenguaje hasta dejarlo en un rostro porque él, como cofrade, sabía que el rostro de la imagen devocional es el discurso».

La viuda ha agradecido la muestra hecha «con tanta ternura, admiración y conocimiento» y ha terminado su intervención ante el numeroso público presente con la frase: «Chicano venció y convenció».

Emilia Garrido, por su parte, ha incidido en la relevancia de Eugenio Chicano en la transformación plástica andaluza y en la renovación de la pintura mediterránea y andaluza sin olvidar sus raíces y tradiciones, en su faceta como creador «incuestionable» del arte pop español y como «sólido pilar» de la cultura malagueña durante décadas.

«Chicano supo imprimirle a sus creaciones cofrades el justo equilibrio entre emoción, religiosidad, acervo histórico e innovación dotando a sus composiciones, bañadas en la estética pop, de la necesaria apreciación simbólica y espiritual que inunda la Semana Santa», ha subrayado la responsable de Artes Plásticas de la Fundación Unicaja.

Patricia Navarro ha remarcado que esta exposición vuelve a poner el talento y el arte de Chicano al alcance de todos los malagueños «ensalzando su malagueñismo» a través de una muestra centrada en su particular visión de la Semana Santa y ha recordado que el artista «se empapó» de las raíces de sus tierra para «llenar sus lienzos de nuestra esencia, costumbres, colores, nuestro carácter alegre y valiente, echado p´ alante, pero también generoso, integrador y cosmopolita».

Mientras que José Carlos Garín ha puesto en valor que Chicano fue «tremendamente generoso» con el mundo cofrade para el que «siempre estuvo cercano y dispuesto» y ha incidido en la necesidad de que las nuevas generaciones conozcan su obra y su legado.