«Con mis palabras quiero encender la chispa y que la gente se ilusione»
Entrevista. ·
Afirma que con su exaltación pretende reivindicar la Semana Santa de la capital pero «no con una protesta sino con una alabanza»Secciones
Servicios
Destacamos
Entrevista. ·
Afirma que con su exaltación pretende reivindicar la Semana Santa de la capital pero «no con una protesta sino con una alabanza»Después de años en los que su nombre estuvo en las quinielas, llegó la hora de que Francisco Jiménez Valverde (Málaga, 1973) se suba a las tablas del Teatro Cervantes para pregonar la Semana Santa de 2023. Será este sábado cuando este hermano de Viñeros, ... Esperanza, Salutación y Rocío y curtido en un sinfín de pregones y exaltaciones proclame con su voz que llegan los días grandes de la Málaga cofrade.
–A medida que se va acercando ya la hora del pregón, ¿cuáles son sus sensaciones?
–La sensación es que yo soy el pregonero. Hasta ahora, con el trabajo y lo que tenía por delante, me parecía todo muy lejano. A medida que se va acercando el día es cuando estoy experimentando que soy el pregonero y empieza a crecer en mí el estado de alerta por todo lo que viene.
–¿Nervios, ilusión, miedo?
–Más que nervios o miedo por lo que se me viene encima, mi sensación es de ilusión. Tengo mucha ilusión y muchas ganas de darle a Málaga lo que he creado porque estoy muy satisfecho con lo que he escrito. Creo que tengo un gran proyecto de pregón que presentar y lo mismo que yo me he ilusionado con él, quiero que se ilusione la gente.
Noticia Relacionada
Manuel García
–¿Cuándo terminó de escribir el pregón?
–El Miércoles de Ceniza. Lo último que escribí fue la parte dedicada a la Virgen de la Esperanza. El proceso de escritura no ha sido por orden, sino que fui escribiendo cosas en función de cómo me iban surgiendo y después las compuse. Sí he notado que me han impulsado, me han empujado, me han ayudado alrededor de mí. Se ha creado la atmósfera para ir escribiendo cosas que yo las leo ahora y digo: 'bueno, ¿cómo he podido escribir esto?'.
–¿Le ha dado el pregón a alguien más para que lo lea?
–No. He dicho fragmentos del pregón a algunos amigos.
–¿Qué consejo le han dado otros pregoneros, entre ellos Antonio Banderas que además de su amigo es su jefe en el Teatro del Soho Caixabank?
–El consejo que te dan es que disfrutes, que lo vivas, que lo sientas y que te dejes llevar porque el pregón es un regalo que se te hace y tienes que vivir cada momento. Javier González de Lara, que es mi presentador, me dice lo mismo: disfrútalo, siéntelo, vívelo, acuérdate de todos y cada uno de los momentos porque van a quedar ya para tu historia. Y lo mejor está por llegar todavía porque aunque te creas que son las previas y el pregón en sí, después del pregón hay vida, una vida maravillosa.
–¿Cuánto va a durar el pregón?
–En torno a una hora y cinco minutos.
–¿Qué es lo que más le ha costado escribir?
–En general, la parte dedicada a mis cuatro cofradías, pero especialmente la parte dedicada a la Esperanza. El qué te digo que no te haya dicho o escrito ya, el cómo te lo digo, el cómo reflejo este momento, que es el más grande y tiene que salir lo más grande.
–¿El suyo es un pregón clásico o innovador?
–Es un pregón cofrade, muy cofrade. Me pueden decir que cofrades son todos, pero no. Hay pregones cofrades o dados por cofrades que han tenido un lado más místico, o un lado más histórico o un lado más reivindicativo,… el mío es una exaltación. Yo vengo a exaltar la Semana Santa. Yo no vengo a decir lo que ya conocemos. Yo, con mis palabras quiero encender la chispa y que la gente se ilusione con lo que tenemos, con nuestra Semana Santa.
–¿Hay reivindicaciones en el pregón?
–Hay pequeñas connotaciones que pueden interpretarse como reivindicaciones. Sí reivindico al nazareno, al hombre de trono, la música, al cofrade, nuestra historia, nuestro recuerdo, a Málaga.
–¿Cuál es el mensaje central de su pregón?
–No hay un mensaje vertebrador. El mensaje es: esto es lo que tenemos. Todo esto que yo te estoy mostrando desde mi vivencia, es lo que tenemos, vamos a compartirlo y a disfrutarlo. Mi mensaje es simple: esto es lo que somos y quizá muchas veces no nos han dicho lo que somos. Ya sabemos que somos cofrades, que tenemos una fe inquebrantable, que la ponemos en la calle... Pero quizá no nos lo han dicho como nos lo tenían que decir, con la chispita para que nos levantemos del asiento y digamos: así somos, no nos avergonzamos, tenemos un gran pasado, un gran presente y un gran futuro. Quiero reivindicar lo que tenemos pero no reivindicarlo con una protesta sino una alabanza.
–¿Qué sensación le gustaría que provocase su pregón?
–Que la gente tenga ganas de Semana Santa y salgan ilusionados. Que yo les pueda cargar las pilas de la Semana Santa. Creo también que el mío es un pregón que va a pervivir en el tiempo, que dentro de diez, quince o veinte años o al igual que lo hubiera dado hace diez años, servirá también para proclamar la Semana Santa. Es un pregón atemporal.
–Supongo que será también un pregón lírico.
–Sí. Yo hago prosa rimada que tiene su estilo y su forma literaria. Todo es como una canción que te van cantando y parece que todo tiene un ritmo porque dentro de esa prosa sin verso hay palabras que van rimando unas con otras y al público le da la sensación de que está todo encadenado y que es como una sinfonía que está perfectamente encuadrada.
–¿El decorado va a tener algo especial?
–Sí. El decorado es un monumento efímero a mi identidad cofrade a través de una serie de símbolos. En él van a estar representadas mis cuatro hermandades y mi trayectoria como bordador en el taller de Salvador Oliver.
-¿Tiene miedo a la crítica?
–No. Estoy muy satisfecho con lo que hecho y estoy muy tranquilo en el sentido de que engañaría a alguien si hiciera algo distinto a lo que he hecho en los últimos treinta años. En este pregón voy en mi línea y voy a dar mi pregón. Si mi pregón entronca y le llega a la gente, pues será también el pregón de todos, que es lo que yo pretendo que sea. Las críticas siempre tienen que estar y estarán. Pero yo no voy a dejar de hacer o decir las cosas que creo por miedo a una crítica. Entiendo que las críticas de los pregones a lo largo de todo este tiempo han sido críticas de pasillo, de sofá, de mesita de noche... han sido críticas 'sotovocce' y no dichas a la cara.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.