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El que fuera hermano mayor de la Cofradía de la Salud desde 2013 a 2021, José Carlos Garín, sucederá el mes que viene a Pablo Atencia al frente de la Agrupación de Cofradías de la Semana Santa de Málaga al quedar como único candidato para ... el cargo, después de que María del Carmen Ledesma no lograra reunir los 14 avales que se requerían.
–¿Cómo afronta esta nueva responsabilidad como cofrade?
–Con ilusión y con satisfacción porque creo que hemos llegado hasta aquí sin rupturas ni malas formas. No creo que se hayan producido heridas internas. Posiblemente alguien se sienta insatisfecho o contrariado, pero no por cómo ha transcurrido todo. Ha sido un proceso con mucho respeto.
–¿Contará con María del Carmen Ledesma en su directiva?
–Esto es más complicado ahora. Cuando empezaba yo solo, si tenía la posibilidad de ofrecer el puesto que le ofrecí a Cari. Ahora ya no estoy solo, estoy rodeado de un equipo y esos temas hay que consesuarlos mucho más.
–¿Cuáles van a ser sus líneas de trabajo al frente de la Agrupación?
–Aquí hay tres líneas: la de cultos y cultural, la económico-administrativa y la del recorrido oficial y horarios e itinerarios. Ya he dicho a todo el mundo que no puedo tener un programa, porque iría en contra de la esencia de la entidad. El presidente no es el hermano mayor de la Agrupación, es el que representa los intereses, las voluntades y las ideas que emanan de los hermanos mayores. Las iniciativas tienen que salir de ellos.
–No obstante, imagino que alguna idea propia tendrá.
–Sí, hay que seguir trabajando mucho con el Resucitado para que cada vez tenga más autonomía; al museo no le hemos sacado el rendimiento suficiente para ser un espacio de calidad y céntrico; y el recorrido oficial necesita muchas mejoras en algunas parcelas, sobre todo en que las cofradías se vayan adaptando a él... Pero los hermanos mayores son los que van a marcar las prioridades.
–¿Veremos salir al Cristo Resucitado de la Catedral la próxima Semana Santa?
–Este año nos encontramos con muchas circunstancias que hacían complicada la logística, el montaje de los tronos en la Catedral. También fue un poco precipitado. Ahora espero que dé tiempo a que nos podamos sentar y no lo descarto. Si desde la junta se sigue con esa idea, hay que seguir trabajándola para que llegue a un buen fin.
–Ha mencionado el asunto del recorrido oficial, que ha marcado el mandato de su antecesor. ¿Qué margen de mejora tiene?
–El recorrido está apoyado en tres grandes pilares: el público, tanto los abonados como los que no lo son, que ha hecho un esfuerzo de adaptación importante; las autoridades, que han estado muy proclives; y las cofradías. En este último pilar es en el que tal vez tenemos que trabajar más y esforzarnos. Por ejemplo, desde que está este nuevo recorrido, mi cofradía de la Salud ha cambiado de itinerario cada año. Habrá que hacer replanteamientos grandes, pero algunas cosas irán cayendo por su peso. Las cofradías tienen que hacer un esfuerzo para adaptarse a esta realidad. No podemos pensar que esto lo vamos a cambiar mañana. Si hay que cambiar algo se cambiará, pero podemos dar una sensación deimprovisación ni de que todo está en cuestión.
–En los últimos años hemos visto episodios de falta consenso entre las cofradías para alcanzar esa adaptación de la que habla. ¿Se plantea algún cambio en los estatutos para que haya un poder decisorio al respecto?
–Los hermanos mayores tendrían que decir que los estatutos están obsoletos y proponer un cambio. Aquí el protagonismo decisorio lo tienen las cofradías. El presidente no puede hacer nada. El sistema está bien pensado. ¿Quién mejor que las cofradías de un día conoce sus problemas? ¿Nos falta cintura? No lo sé, pero la Agrupación no tiene capacidad de hacer cambios mayores.
–Entonces esa adaptación o mejoras en determinados días depende de las propias cofradías.
–Por supuesto. Las cofradías tenemos que hacer nuestra parte. Nadie va a venir de fuera ni de dentro a hacer su trabajo.
–Pero hay mucho inmovilismo.
–Las posturas tienen que ser dúctiles. Hay que asumir que hemos hecho un cambio grandísimo, y eso a veces no es fácil de digerir en dos o tres años. Pero no podemos seguir en la cerrazón de pensar que esto ha cambiado pero yo no voy a cambiar.
–¿Se imagina ya en la presidencia del trono de la Virgen de la Esperanza por las calles de Roma?
–Como cofrade que soy, la posibilidad de que una imagen de Málaga salga en procesión por Roma, porque el Vaticano cuente con nosotros, es algo que me hace mucha ilusión. Ya lo de ir en la presidencia o no me da igual. Esto está por encima de muchas cosas. Es algo que emana de muy arriba y hay que apoyar esta iniciativa. Estaremos ilusionadísimos.
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