Mirando al horizonte, Jesús Cautivo vigila desde la Trinidad. Está esperando su momento. Llegará. Seguro que lo hará porque muchos ojos, muchos rezos, muchos pensamientos y muchos corazones están puestos en su enorme figura. Un Lunes Santo sin el Señor de Málaga (Antonio Garrido, siempre ... presente) es impensable. Más bien, imposible. Detrás de él, esté o no en la calle, miles de personas en penitencia. Necesitamos su apoyo, su amparo y su fuerza más que nunca. Salud ante todo que se conseguirá con el esfuerzo de tantos y tantos Estudiantes en este día de Pasión para superar no pocos momentos repletos de Dolores, los que seguro superaremos por la fuerza de un pueblo que mira, todos unidos, Gitanos y payos, hacia el futuro con la fe puesta en la cruz que representa la Crucifixión, muerte y resurrección de Jesús.
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Jesús Cautivo espera su momento. Le llegará pronto. Muy pronto. Muchos cofrades pensamos que cuando esta locura del Covid-19 termine hay que hacer una salida extraordinaria de gracias a Dios. En todas y cada una de las pandemias acaecidas en nuestra historia, siempre, hemos dado las gracias al cielo, y lo mejor es hacerlo ahora también con el Señor de Málaga, en su reformado trono, ese que iba a estrenar hoy y que es una verdadera maravilla. Como Él se merece. Es una forma de demostrar no sólo creencias, sino también gratitud y también busca dar ánimo.
Lunes Santo sin el Cautivo, pero sólo en las calles. El encuentro con los malagueños está en sus almas, repletas de devoción y de ilusión. Trinidad inunda Málaga, y Málaga lo lleva en volandas. Desde el primer barrio extramuros de la vieja ciudad sale el Señor de Málaga. Nunca antes fue tan importante. Danos salud y vida, Señor, y eso es lo que ahora pedimos más que nunca.
Las calles estarían llenas esperando al Cristo moreno que parece que anda bajar por el puente de la Aurora camino de la Alameda... Encuentros con su gente, mandada por corazones y alas entregadas. No hay que creer más que en lo que se cree, y en eso el Cautivo supera a todos. Al fondo se oyen las palmas y el jolgorio de los Gitanos, y también, ya por Alcazabilla para abajo, cogiendo el Císter, el Gaudeamus de los Estudiantes que en este año iban a estar acompañados de la nueva marcha procesional de la cofradía con el nombre de la misma: 'Estudiantes'. Garrido, Jesús Castellanos, Pepe y Manuel Atencia, Pepe París, Celia Berrocal... hay tanta y tanta gente pululando alrededor de los tronos en este Lunes Santo. Crucifixión abriría este día, como cualquier Lunes Santo, y más abajo, entre oleadas de gente, los Gitanos, por el Altozano y la Cruz Verde. entre palmas y cantos. ¡Vaya Pasión la nuestra! ¿Es comparable? Para nada. Desde los Mártires en el corazón de la histórica Málaga para llegar a los confines de una ciudad que vibra por ver escenas y más escenas en esquinas reconocibles. Juan Rosén, el niño que se crió bajo las enaguas de la Virgen de la O, comenzará a llorar como lo que siempre fue, un niño, cuando poco tiempo después una marea verde inundará Alcazabilla, porque los Estudiantes son el presente, pero también el futuro. Siempre se ha dicho que en Málaga el cofrade inicia su andadura en Pollinica, se afianza en Estudiantes y después vuela por los confines de la ciudad, pero muchos quedan en los alrededores del Cristo Coronado de Espinas, el que salió de las entrañas de San Agustín, el colegio más cofrade de la historia de Málaga, lo diga quien lo diga. Cuentan que cuando alguien se hacía la matrícula en el colegio agustiniano malagueño le daban, a su vez, un carné de cofrade... Algo tiene que haber en tal afirmación porque hay mucho de realidad y de historia, amén de leyendas.
El Lunes Santo conmemora la estancia de Jesús en Betania, donde acude a cenar con Lázaro, al que resucitó días antes. María, la hermana, le unge con olorosos aceites... Horas después, el Hijo de Dios acudirá al templo de Herodes y expulsará a los mercaderes, explicando simbólicamente que el dinero no lo puede todo. En cierta manera, el Cautivo representa al Jesús que hace milagros, por eso las colas de filas penitentes tras su estela, pidiendo cada uno su particular 'resurrección', y los exvotos son los aceites y ungüentos que se dan como homenaje a quien es el rey. Señor de Málaga, rey de la Trinidad, que va de blanco. El morado Pasión es el color litúrgico de este día, surgido tras la gloriosa entrada en la ciudad por parte del Mesías. Aquí, en esta jornada que estará vacía en las calles pero llena en los adentros de cada uno de los cofrades, se rememoran muchos momentos. Vendrán días 'normales', con las escenas y estampas de siempre. No como hoy. Llegará otro Lunes Santo que se cerrará de madrugada tras despedir en el Perchel a la Virgen de los Dolores. Por todo lo dicho, Jesús Cautivo espera su momento...
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