Estas son las iglesias que recorrerá la Patrona de Málaga desde enero hasta mayo

La Real Hermandad de Santa María de la Victoria, Patrona de Málaga, celebrará su 150 aniversario con un acercamiento especial a los fieles malagueños. Además de un itinerario por siete templos de la capital malagueña habrá un besamanos extraordinario, algo poco común y que no se producía desde 2018, otro año especial por el 150 aniversario entonces del patronazgo sobre la diócesis de Málaga y los 75 años de su coronación canónica.

Los traslados entre las diferentes iglesias están planificados los sábados a las ocho y media de la mañana, según ha informado la hermandad, que inició el pasado mes de septiembre un nuevo año jubilar.

En cada iglesia, la imagen permanecerá una semana, de sábado a sábado a partir del 11 de enero, cuando abandona el Santuario de la Victoria. Se visitarán:

- Divina Pastora y Santa Teresa (Capuchinos): 11 al 17 de enero

- San Pablo (Trinidad): 18 al 24 enero.

- Carmen (Perchel): 25 al 31 de enero.

- San Juan Bautista (Centro): 1 al 7 de febrero.

- San Gabriel (Malagueta): 8 al 14 de febrero. Aquí está previsto el besamanos.

- Santiago (Centro): 15 al 21 de febrero.

- Santos Mártires (Centro): 22 de febrero hasta principios de mayo. Será el último templo antes de la Catedral.

Uno de los hitos más destacados será la celebración de una misa solemne en la Catedral en torno al día 4 de mayo, para la que la imagen de Santa María de la Victoria será trasladada al primer templo de la diócesis y regresará posteriormente a su basílica y santuario para presidir las tradicionales peregrinaciones de ese mes. El decreto de fundación de la corporación data del 4 de mayo del año 1875, firmado por el entonces obispo de Málaga, Esteban José Pérez y Martínez.

La anterior gran celebración en torno a la Virgen de la Victoria, en el citado 2018, tuvo como cénit el besamanos de la mayor parte de las imágenes marianas de la ciudad, incluida la de la Patrona, y la procesión magna del 26 de mayo de 2018, en la que participaron la propia talla de Santa María de la Victoria, que abrió el cortejo y luego presidió un altar en la fachada principal de la Catedral, y las otras imágenes marianas coronadas canónicamente.