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El Cristo de Humildad y Paciencia tras abandonar el cenobio carmelita. salvador salas
Vía Crucis Magno Málaga 2022

Una estampa para la historia: la salida del Cristo de Humildad y Paciencia del convento de las Carmelitas

En un cortejo que fue en silencio, el Señor se dispuso sobre un monte de claveles color cardenal y a sus pies llevó un relicario de Santa Teresa de Jesús y otro de San Vicente de Paúl, en cuya parroquia del barrio de La Unión tienen su sede canónica

Sábado, 5 de marzo 2022, 20:53

Faltaban apenas tres minutos para las siete y media de la tarde cuando este primer sábado de Cuaresma deparó una de las estampas que quedarán para la historia de este vía crucis extraordinario. A esa hora, cuando la última luz de la tarde languidecía para ... dar paso a la noche, el Cristo de Humildad y Paciencia salió del interior de la iglesia del convento de las Carmelitas Descalzas.

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Desde una de las ventanas superiores de este cenobio de finales del siglo XVI, las monjas de la Orden del Monte Carmelo entonaron un canto eucarístico para acompañar la salida del Señor. Fue un momento de gran carga emotiva, especialmente para los hermanos de esta cofradía del Domingo de Ramos.

Con esta histórica salida, la hermandad del barrio de La Unión reforzó sus vínculos con las Carmelitas Descalzas, a las que están estrechamente ligados desde su fundación.

Sobre unas andas realizadas por el tallista Alberto Berdugo para la cofradía, el Cristo de Humildad y Paciencia, que estrenó el dorado de las potencias, se dispuso sobre un monte de claveles color cardenal entrelazados con una corona de espinas. El Señor llevó dos relicarios: uno de Santa Teresa de Jesús cedido por las monjas del convento de San José y otro de San Vicente de Paúl, la parroquia de la calle La Unión donde tienen su sede canónica.

«Con estos dos relicarios en el trono nos acompañan en este vía crucis las monjas y nuestro barrio», explicó a este periódico el hermano mayor de la corporación, Antonio Río, antes del inicio del cortejo, donde fueron hermanos portando velas con el dibujo del escudo carmelita.

En su discurrir camino del recorrido oficial, se vivió un momento de gran intensidad al paso por la plaza de San Francisco, donde según cuenta la tradición, en el siglo XVIII, en el desaparecido convento de San Luis el Real se veneraba la antigua imagen del Cristo de Humildad y Paciencia. Las andas con el Señor se giraron para ponerse enfrente de a imagen de la Virgen de la Paloma en su capilla.

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Tanto a la ida hacia la Catedral como a la vuelta a La Unión, el cortejo de la cofradía fue en absoluto silencio, sólo roto por la oración y los rezos, lo que contrasta con el carácter y la impronta de esta cofradía de barrio. A su regreso, asimismo, discurrió por calles estrechas tanto en El Perchel como en La Unión por las que no puede pasar, por las dimensiones de su trono, en el desfile del Domingo de Ramos.

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