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Expiración: los dolores de San Pedro
Historia

Expiración: los dolores de San Pedro

Una cofradía del siglo XVIII radicada inicialmente en el templo de los jesuitas es el germen de la actual Hermandad

andrés camino

Miércoles, 13 de abril 2022, 20:23

Los documentos más antiguos de la Cofradía de los Dolores de la iglesia de San Pedro se remontan a 1737. Aunque realizaba procesión el Domingo de Ramos, la mayor parte de su labor se centraba en el culto interno y en la mutualidad de entierro. A lo largo del siglo XIX aparecen noticias de esta corporación penitencial hasta la década de los setenta. El declive y la falta de actividad parecen señalar su desaparición durante casi un lustro.

Desde principios de 1920, un grupo de procesionistas, relacionados casi todos ellos con el Banco Hispano Americano, dieron los pasos necesarios para reorganizar esta antigua cofradía existente en dicho templo. Además de la imagen titular mariana, Nuestra Señora de los Dolores, decidieron agregar uno nuevo, el Cristo de la Expiración.

Una vez redactados los primeros estatutos, el 2 de mayo se convoca a los interesados en la sacristía de la iglesia perchelera para constituir la nueva hermandad, aprobar sus reglas y elegir como hermano mayor a Manuel Mesa Vílchez. En dicha reunión, el escultor Manuel Oliver Rosado se ofrece para restaurar gratuitamente la imagen de un Crucificado que, al parecer, se encontraba en San Pedro. Lo que indica que dicha talla ya existía, aunque en mal estado. Esta imagen y la advocación coincidente con la cofradía, también desaparecida en el siglo XVIII, del convento carmelita de San Andrés, hacen pensar a la crítica contemporánea en la posibilidad de que el titular fuera el que se conservaba hasta entonces en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen.

La nueva Cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración y Nuestra Señora de los Dolores realizó su primera salida procesional en 1921. Durante los primeros años hubo cierta inestabilidad corporativa hasta el nombramiento de Enrique Navarro Torres como hermano mayor, que lo sería durante cincuenta años. Con la colaboración de la Marquesa de Aldama se incrementan tanto el patrimonio de la corporación como sus honores: un nuevo Crucificado para las procesiones, una escultura de Santa María Magdalena, dos mantos para la Virgen, la concesión del título de real de la mano de Alfonso XIII… Hasta 1931 la evolución es progresiva.

En el asalto a la iglesia de San Pedro, en mayo de 1931, se perdieron las tallas de los dos Crucificados y la de la Magdalena.

Pudo salvarse, forcejeando con los asaltantes, la cabeza de la Virgen, con la corona incluida, gracias a la astucia de Rogelio López y Vicente Sarmiento, quienes trasladaron los restos a un sótano de calle Tacón donde se rehizo la Virgen con las antiguas manos, entrelazadas, que le habían sido cambiadas en 1927 para recibir culto en la iglesia. El encargado de dotar a la Virgen de una nueva devanadera fue Francisco Palma.

Junto a un nuevo Crucificado, nuevamente regalado por la Marquesa de Aldama, se trasladan los titulares a la iglesia del Sagrado Corazón y vuelven a salir en procesión en 1935. Escarmentados por las pérdidas de 1931, los miembros de la junta de gobierno, Enrique Navarro, Antonio Dobladez y Tomás Moro, desarmaron a la Virgen y la escondieron, emparedada, en una la vivienda particular del mencionado Dobladez. Gracias a esta maniobra se salvó de nuevo la imagen de la Virgen, la del Cristo corrió la misma suerte que las dos anteriores. Recibió culto en los Mártires hasta 1938 en que se trasladó a la iglesia del Carmen y de allí pasó a la de San Pedro en 1946.

En 1939, el escultor Mariano Benlliure realizó la nueva imagen del Cristo de la Expiración que salió en procesión ese año con la de la Virgen. En 1942, los talleres de Félix Granda terminaron el trono del Señor. La imagen del Cristo fue restaurada en 1991 por Estrella Arcos.

En 1967 se realiza la casa hermandad y museo de la cofradía, adosada a la iglesia de San Pedro, la primera construcción de este tipo en la ciudad de Málaga. Sufrió una reforma entre 1991 y 1998 tanto en el interior como en la fachada.

El Cristo de la Expiración fue nombrado en 2001 protector oficial de la Guardia Civil española, cuerpo que es hermano mayor honorario desde 1938.

Nuestra Señora de los Dolores

Como se mencionó anteriormente, la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores fue erigida en el año 1737 en la iglesia de la Compañía de Jesús y, desde aquí, se trasladó la imagen de la Virgen el 26 de diciembre de ese año a la iglesia de San Pedro que, por entonces, servía de ayuda espiritual a la parroquia de San Juan. Los vecinos y feligreses de este templo del barrio de El Perchel, comenzaron a construirle el 2 de enero de 1738 un camarín y, al mes siguiente, estaba finalizado, colocándose en él a la efigie de Nuestra Señora.

Posteriormente, de 1749, se encuentra un testamento, otorgado por Bartolomé Benítez y Marcela de Robles y Aranda ante el escribano José Antonio de León, en el se que expresaba: «(...) quando su Divina Magestad sea servido llevarnos de esta presente vida al descanzo eterno es nuestra voluntad que nuestros cuerpos vestidos en Avitto de Ntra. Sra. del Carmen sean sepultados en la iglesia de Sor. Sn. Pedro delante del Altar de Nuestra Señora de los Dolores, y lo mas inmediato que se pueda (...)».

El 16 de octubre de 1750, el provisor y vicario general del Obispado, Pedro La Torre y Pinazo, aprobaba las constituciones presentadas por la cofradía.

El fin corporativo era tributar culto «con la mayor devoción a esta Reina de los Dolores». El Viernes de Dolores se convirtió en la fiesta principal, celebrándose función religiosa en honor de la soberana titular, de la que se desconoce el autor. En cuanto a la procesión, estaba previsto que: «(…) se hara en su mismo dia Viernes de sus Dolores, esto es la fiesta de Ygª., y la Prosecion (…) el Domingo de Ramos (…)».

El Papa Benedicto XIV concedió en 1753 un jubileo perpetuo y dos privilegios, por un período de siete años, para que se oficiasen misas en el altar de María Santísima de los Dolores. El Real y Supremo Consejo de Castilla aprobó en 1789 sus estatutos para «su mejor regimen y gobierno».

Durante el siglo XIX, especialmente durante las décadas de los 50, 60 y 70, los cofrades de la Virgen de los Dolores celebraron el septenario que se tributaba en honor de su titular mariana.

El periódico El Avisador Malagueño informaba el 1 de abril de 1865 que: «El lunes 3 de abril á las seis y media de la noche se celebra en la parroquia de S.Pedro el setenario á Ntra. Sra. de los Dolores, que le dedica su cofradía (…)».

En 1883, siendo obispo de la diócesis Manuel Gómez Salazar y Lucio de Villegas, se decidió cerrar la iglesia de San Pedro por el estado ruinoso del edificio y trasladar el culto y el archivo a la parroquia de Nuestra Señora del Carmen.

Sin embargo, no está probado que la imagen de Nuestra Señora de los Dolores fuese llevada al antiguo templo de carmelitas descalzos.

Como anteriormente se comentó, en los sucesos del 11 y 12 de mayo de 1931, la imagen no sufrió ningún daño al ser puesta a salvo de los alborotadores e incendiarios de la iglesia.

El trono procesional de María Santísima de los Dolores lo realizó el orfebre hispalense Manuel Seco Velasco en 1950 y el taller de Esperanza Elena Caro confeccionó el palio y manto en 1953 y 1955, respectivamente.

La imagen de la Virgen fue coronada canónicamente el 4 de octubre de 1986 en la Santa Iglesia Catedral, convirtiéndose en la primera Dolorosa de pasión de Málaga que recibía tal privilegio.

Debido al estado de conservación de la imagen, la junta de gobierno de la corporación, presidida por Amando José Alonso Martínez, solicitó al Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico su restauración.

Los técnicos la intervinieron en el año 2007 y el 25 de enero de 2008, fue presentada la Santísima Virgen en su capilla de la iglesia de San Pedro. Posteriormente, el 3 de marzo, tuvo lugar en la casa hermandad la disertación acerca del proceso llevado a cabo que le ha devuelto su aspecto original.

El 8 de octubre de 2011, la imagen protagonizó una procesión extraordinaria en su majestuoso trono por las calles de Málaga con motivo del 25º. aniversario de su coronación canónica.

Por la mañana, la Virgen fue llevada a la Catedral para la celebración de una misa estacional. La procesión se produjo por la tarde desde la casa hermandad de la Cofradía de los Estudiantes, ubicada en la calle Alcazabilla, desde donde salió el trono y se organizó el cortejo.

Desde la jura de cargos celebrada el 31 de julio de 2011, preside la Archicofradía de la Expiración Miguel Alfonso Gutiérrez Rodríguez como hermano mayor.

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