La Hermandad de la Crucifixión aprueba la ejecución del palio bordado de su Dolorosa

La obra será realizada por la escuela de bordado que creó precisamente la hermandad hace justo un año, bajo la dirección de la también hermana de la cofradía y reconocida bordadora Felicitación Gaviero. Este taller, uno de los principales proyectos del equipo que encabeza Francisco José González, está compuesto por algo más de una veintena de cofrades, que se encargarán de la ejecución de las piezas de bordados del baldaquino de la Dolorosa del Buen Pastor, y autores, igualmente, del manto 'de estrellas' que lucirá la imagen de Dubé de Luque el próximo 8 de diciembre, con motivo de la festividad de la Inmaculada Concepción.

Aunque, como asegura Francisco José González, la hermandad «no tiene prisa en su realización», ya que será una pieza definitiva, si se cumplen los plazos previstos, la primera fase del palio, que contempla el techo, «se estrenará en 2026», calcula.

El proyecto del palio de la Virgen del Mayor Dolor en su Soledad se fundamenta en el propio trono de orfebrería que ejecutara el taller de Orovio de la Torre, de Ciudad Real (2001-2009), siguiendo el bosquejo entregado por Antonio Rodríguez, el mismo artífice del baldaquino aprobado por la hermandad. Así, el conjunto, que será realizado en hilo de oro fino sobre terciopelo de algodón tipo alemán como tejido base, perseguirá un discurso teológico sustentado en la vida de la Virgen. En concreto, el techo de palio lo presidirá una pintura, en gran formato, del malagueño Raúl Berzosa, un autor de reconocido prestigio, quien concebirá este espacio como un cielo cuajado de ángeles con la Santísima Trinidad, mientras que la Asunción de María «la personaliza la propia Virgen del Mayor Dolor en su Soledad que sube a los cielos», describe el hermano mayor de la cofradía. Esta obra de Berzosa, quien ya firmara en 2015 un techo de palio de gran formato para el paso de la Virgen del Sol de Sevilla, irá enmarcada por una cenefa bordada.

La parte exterior del baldaquino estará formada por las cuatro bambalinas exteriores, donde se muestra la Iglesia doméstica; esto es, la cofradía, en el frontal, rematada por el escudo de la corporación; en los laterales, la Santa Iglesia Catedral con su propia simbología, una jarra con azucenas, y la parroquia del Buen Pastor, la sede canónica de la hermandad, representada por un Buen Pastor enmarcada en cartela con motivos vegetales; y en la trasera se mostrará la heráldica de la ciudad de Málaga.

Motivos vegetales y decoración asimétrica recorrerán toda la superficie, destacando que cada ánfora posee juegos florales diferentes para cada una de estas jarras. El conjunto quedará rematado por un fleco de canutillo mixto, normal rizado grueso en oro entrefino.

Según argumenta la memoria descriptiva de la obra, tras una primera visión del palio exterior, «nuestra Iglesia más cercana, los fieles que contemplen la llegada de María Santísima del Mayor Dolor en su Soledad comprenderán que el trono es un altar que nos invita también a la oración. Un altar donde nos acercamos a rezar», indica. Es por ello que una sinuosa cenefa, a modo de crestería bordada, recorrerá todo el perímetro superior de las bambalinas, donde se podrá leer la primera parte del Ave María, entrelazada por espinos y rematada por fleco camaraña en su parte inferior, situándose la segunda parte del Ave María en el propio techo de palio entre cenefas y decoración vegetal.

De esta manera, el nuevo baldaquino de la Virgen del Mayor Dolor en su Soledad «invitará al pueblo a la oración por y para María mostrándonos la Asunción de la Santísima Virgen a los Cielos, a nuestro particular cielo», explica la hermandad.

El conjunto lo rematarán las bambalinas interiores con similar decoración, a base de hojas de cardos y motivos florales y vegetales, que recorrerán todo el perímetro.