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El sábado 28 de marzo de 2020, Javier González de Lara tendría que haber dado el pregón de la Semana Santa de Málaga. El coronavirus lo impidió. La pandemia tampoco permitió que hubiese pregón en 2021. Dos años más tarde de lo previsto, el presidente ... de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) y de Málaga (CEM) saldrá mañana sábado al escenario del Teatro Cervantes para anunciar la llegada de la Semana Santa. Será, como él dice, «el pregón del reencuentro», un texto en el que el fondo será más importante que la forma. El acto comenzará a las 19.00 horas. González de Lara será presentado por la pregonera de 2019, Paloma Saborido.
-No hay dos sin tres, ¿eh? Y a la tercera va la vencida.
-Es correcto. Han sido unos momentos muy complejos, porque el 14 de marzo de 2020 se nos paró en seco la vida a todos. Los días se llenaron de incertidumbre y el pregón se adentró en un letargo muy desconocido y oscuro. No sabíamos qué podía ocurrir. Cuando la imprenta estaba a punto de imprimir el pregón, el 13 de marzo de 2020, llamé para decir que pararan las máquinas y que no lo imprimieran. Al día siguiente se declaró el estado de alarma.
-Su caso es único en la historia: ser tres veces pregonero. Eso le habrá obligado a reescribir el texto.
-El pregón es algo dinámico, es como un pulmón que respira. Han ocurrido tantas cosas y acontecimientos desde 2020 que no somos los mismos. Aunque la columna vertebral del texto es la que escribí en un principio, el pregón de 2022 es diferente; he tenido que reescribirlo. Al final, ha habido que hacer casi el triple esfuerzo.
-¿Considera acertado que el año pasado no hubiese pregón, aunque sí se presentó el cartel de la Semana Santa?
-Hubiese sido improcedente darlo. El pregón tiene sentido si viene detrás la Semana Santa. El pregonero es un heraldo. Tú estás anunciando lo que viene. Si no viene, ¿qué sentido tiene el pregón? Este año hay que aprovechar el momento tras unos tiempos muy duros y emocionalmente difíciles con hasta seis olas de la pandemia. Doy fe de la soledad del pregonero.
-Salvando las distancias, lo suyo ha sido como el preso que espera un indulto y no le llega.
-Sí, más o menos. Podría valer como ejemplo Jesús El Rico. He estado como esperando ese indulto y que me dijeran: «Te toca ya». Dios ha querido que sea la tercera ocasión. Estoy con mucha ilusión desde el primer minuto, pero también con incertidumbre.
-¿Cómo está afrontando estos días previos al pregón?
-Estoy viendo y viviendo unos días muy especiales, en los que la primavera asoma, y con la ilusión de que la espera ha merecido la pena y que el pregón, que durante dos largos años ha estado en un letargo y en una falta de visibilidad casi absoluta, vuelve a aparecer. Es un tiempo de ilusión, emoción y responsabilidad. Estoy con muchas ganas de que llegue el sábado 2 de abril.
-¿Que sensación le gustaría provocar en las personas que lo escuchen?
-Voy a intentar hacer un pregón muy emocional, que sea cofrade y con profundas raíces cristianas, con la intención de que muchos malagueños puedan sentirse identificados y vean esa Semana Santa tan acrisolada, diferente y personal que tenemos. Es un pregón para compartir entre todos. Creo que lo importante es que recordemos que es el pregón del reencuentro, de la esperanza y del retorno, en el que Málaga y los malagueños son los verdaderos protagonistas de este acontecimiento.
-¿Cómo va a encajar en su pregón todos los acontecimientos sucedidos en estos dos años?
-El pregón tiene que ser atemporal en gran medida, porque no se puede vivir de forma permanente en el minuto de lo que sucede, pero lo que ha ocurrido ha sido tan profundo y determinante, con mucho padecimiento, sufrimiento y más de 110.000 muertos en España por la pandemia, que merece un reconocimiento y una reflexión. Nuestra generación nunca había vivido una situación como esta, pero el Señor elige a sus soldados. Esto me ha servido para crecer en lo personal y en lo espiritual. He pensado en positivo que era una oportunidad para evolucionar yo con el pregón. Ya no somos los mismos que en 2020.
-Por su condición de presidente de los empresarios, ¿las empresas estarán presentes en lo que diga en el Cervantes?
-Qué duda cabe que no voy a negar lo que soy. Las cofradías y las empresas tenemos mucho en común: el compromiso con la sociedad. Hay que reivindicar la visión humanística de las empresas. Con la adversidad sufrida, somos mejores cofrades y mejores cristianos. Dentro de que quiero que sea un pregón emotivo, también deseo que sea el pregón del reencuentro y de la esperanza. Va a ser un pregón más de fondo que de forma. El mensaje debe prevalecer sobre la forma. No puedo ser inconsecuente conmigo mismo.
¿Por qué ha dicho que este va a ser el pregón del reencuentro?
-Es que el fondo es un reencuentro. Lo que intentaré transmitir es que ya está aquí la Semana Santa. Hay que aprovechar para reivindicar lo que hemos hecho los cofrades durante la pandemia. Esa enorme función social es una trayectoria de siglos para ayudar a los desfavorecidos. Ha habido una corriente de solidaridad de todas las hermandades.
-Por la forma en que ha estructurado su pregón, ¿será clásico o innovador?
-La Agrupación de Cofradías da completa libertad a los pregoneros. Recuerdo las épocas en que el pregonero estaba casi obligado a citar a todas las cofradías empezando por el Domingo de Ramos. Eso, honestamente, aparte de ser mucho más predecible, convertía el pregón en un ladrido, si se me permite la expresión. Con eso, ya le adelanto que mi texto va en la línea de una libertad mayor para poder recorrer la Semana Santa sin la necesidad de estar encorsetado. Hay que trascender un poco y ser atrevido, visualizando la Semana Santa con mil prismas. De lo que se trata es que ese día se encienda una llama en cada persona que me escuche y diga: «¡Caramba!, me siento identificado con algunos mensajes».
-Después de dos años esperando, supongo que los nervios aflorarán.
-Seguro. Y si no afloraran estaría preocupado. Los nervios son el mejor pasaporte para las emociones. De hecho, llevo días con la inquietud y los nervios previos por la responsabilidad de querer hacerlo bien y de darlo todo. También me preocupa, y es aterrador, no poder satisfacer a todas las personas que me han pedido entradas para ir al pregón. Les he dicho la verdad: que solo dispondré de las entradas que me pueda entregar la Agrupación.
-¿Ha ensayado mucho la forma de decir el texto y lo que supone glosar la Semana Santa de Málaga?
-He ensayado todo lo que he podido y más. La suerte está echada. Es el pregón de un cofrade y a la vez de un cristiano. Lo que pretendo es hacer ver la importancia de la grandeza de lo que viene con nuestra Semana Santa. El pregonero no está para lucirse, sino para ensalzar el fenómeno religioso, social, cultural y artístico tan bello que tenemos.
-¿A qué cofradías pertenece?
-Al Monte Calvario, cofradía a la que estoy vinculado desde que era pequeño, incluso antes de su reorganización. Asimismo, he sido hombre de trono de Jesús de la Pasión y de la Virgen de la Paloma. Además, la Confederación de Empresarios de Málaga es hermano mayor honorario de la Archicofradía de la Sangre. Durante una serie de años, en mi juventud, saqué tronos lunes, miércoles y viernes, en la Pasión, la Paloma y el Monte Calvario (el Cristo Yacente). Lo hice con el afán de ayudar.
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