Gitanos

La primera referencia documental de la cofradía de los Gitanos data de 1682, en el que en un testamento se habla de la «Hermandad del Santo Cristo de la Columna de la Iglesia de la Merced». No es hasta 1799 cuando consta la existencia de otro documento. En este año, el gremio de herreros, tradicionalmente vinculado con la hermandad y al que tambíen había vinculados muchos gitanos, convoca concurso público para la realización de la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Columna. El encargo recayó en Francisco de Paula Gómez Valdivieso. No obstante, la imagen no se procesionaría hasta mediados del siglo XIX. Tras un periodo de crisis, en el que la hermandad casi desaparece, resurge con fuerza en los años 20, ya en pleno siglo XX. En los sucesos de 1931 y 1936, en los que se producen asaltos a iglesias y quema de imágenes, se pierde todo el patrimonio, con la excepción de cuatro angelitos de la peana del trono del Cristo. La imagenl del Señor de la Columna que se procesiona es de 1942 y es obra es del escultor gitano, Juan Vargas Cortés. María Santísima de la O es una talla de 1970 del imaginero sevillano Francisco Buiza Fernández.

La actual talla de Nuestro Padre Jesús de la Columna es obra de Juan Vargas Cortés en 1942. Es un escultor de raza gitana que nació en Málaga y que llevó a la madera a los de su raza. Por ello el Cristo es moreno, como la persona que lo esculpió. La imagen mide 1,72 metros y está realizado en madera de pino. Iconógraficamente, la imagen del Señor de los Gitanos atado a la columna representa el momento de la flagelación. Fue restaurada por Francisco Buiza Fernández en 1980

María Santísima de la O representa los cánones de belleza de la etnia gitana. De ahí toma su tez bronceada, la rotundidad de la nariz y la barbilla ligeramente apuntada por un hoyuelo. La talló en 1970 el imaginero sevillano Francisco Buiza Fernández. Está realizada en madera policromada y mide 1,67 metros. Cinco lágrimas recorren su rostro, tres en la mejilla izquierda y dos en la derecha.

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