La Expiración celebra una misa conmemorativa por su centenario

La Archicofradía de la Expiración pudo al fin celebrar, en días pasados, una misa conmemorativa de acción de gracias por el centenario de su creación, fruto de la fusión de las cofradías del Cristo de la Expiración y la Virgen de los Dolores. Aunque este acto litúrgico se debió oficiar en mayo del pasado año –la erección de la actual corporación se produjo el 2 de mayo de 1920–, lo cierto es que la pandemia por la Covid-19 impidió su desarrollo, tanto en la fecha de la efemérides como en otros días alternativos.

La misa conmemorativa, celebrada en la parroquia de San Pedro, sede canónica de la Archicofradía de la Expiración, fue presidida por el obispo de la diócesis, Jesús Catalá, y concelebrada por el vicario general, Antonio Coronado; el delegado de Hermandades, Salvador Guerrero; y por párroco de San Pedro y director espiritual de la corporación, Alfonso Crespo.

Durante la homilía, el prelado repasó la trayectoria de la archicofradía a lo largo de los cien años de historia, al tiempo que habló del significado de las imágenes de Cristo y de la Virgen, basándose en las dos lecturas y el evangelio del día, y subrayó la misión redentora del Señor «como salvador del mundo», dijo.

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Por último, Catalá pidió al Crucificado de la Expiración y a la Virgen de los Dolores Coronada «que nos ayuden a mantener la fe, el amor y la esperanza cristiana, promoviendo ambas advocaciones como un torrente de gracia y misericordia», subrayó.

Al acto acudieron, entre otros, representantes de la Guardia Civil, benemérito instituto hermanado con la archicofradía desde 1938, y de la Policía Nacional, así como miembros del Ayuntamiento.

Para la ocasión, ambos titulares de la corporación quedaron colocados en un altar efímero, ubicado al fondo de las capillas de la archicofradía, en el que, a partir de una base dorada y sobre una alfombra de buganvillas, se situaban las dos tallas en una disposición que evocaba la estampa clásica de esta entidad nazarena desde que llegara la imagen del Crucificado de Mariano Benlliure, en 1940.

La ceremonia religiosa concluyó con el canto de la 'Salve' a la Dolorosa dieciochesca y el descubrimiento de una placa que recuerda esta efemérides.

La próxima cita para los hermanos de la Expiración será el próximo 4 de octubre –lunes– con la celebración de una función solemne con motivo del 35.º aniversario de la coronación canónica de la Virgen de los Dolores.