Esperanza

Aunque parece que la cofradía ya existía antes, los primeros datos fehacientes que se tienen son de 1567. En 1641, durante el reinado de Felipe IV, se fundó la hermandad de la Madre de Dios de la Esperanza, que desde el primer momento de su constitución se unió a la Archicofradía del Dulce Nombre de Jesús. Aunque al principio las dos cofradías gozaron de cierta autonomía, su unión fue progresiva hasta llegar a la fusión total. La tradición ha vinculado a la hermandad del paso con los Toneleros. El carácter interclasista ha sido una constante de esta corporación. En 1940, la archicofradía volvió salir en procesión tras los incidentes de mayo de 1931 y la guerra civil. El 18 de junio de 1988 María Santísima de la Esperanza fue coronada canónicamente. Fue la primera concedida por la autoridad eclesiástica a una imagen de la Semana Santa de Málaga. La infanta doña Elena de Borbón restituyó en 1993 a María Santísima de la Esperanza en nombre del rey, el rey fajín de capitán general que tuvo su en momento. A la Virgen le impuso el fajín Alfonso XIII, pero se perdió en los sucesos de 1931. 475 nazarenos procesionan con el Cristo y 582 nazarenos con la Virgen. Túnicas moradas en la sección del Cristo y verdes en la sección de la Virgen. El trono del Nazareno del Paso es llevado por 220 portadores. El trono de María Santísima de La Esperanza Coronada, el más pesado de Málaga, es portada por 267 hombres de trono.

El Nazareno del Paso fue tallado en madera de pino de Flandes por Mariano Benlliure y Gil en 1935 aunque hasta 1940 no llegó a Málaga. Se trata de una imagen clásica de una belleza impresionante. El rasgo más acusado es la serenidad que refleja la cara. Es el Nazareno de mayor envergadura de cuantos se procesionan por Málaga. Mide 1,84 metros y es una de las imágenes con mayor novedad y calidad artística.

La Virgen de la Esperanza es una Dolorosa de candelero de evidente y manifiesta proyección devocional universal lo que la convierte en la Virgen de todos los cofrades malagueños. Es de un autor anónimo del siglo XVII, aunque restaurada en profundidad por Luis Álvarez Duarte. Tiene tallada únicamente el rostro y las manos. Fue concebida con el fin primordial de provocar la devoción, expresando su tristeza de forma serena, sin gesticulaciones ni aspavientos. Tiene una altura total de 1,67 m presentando la cabeza de tamaño natural fina forma ovalada con un rostro de delicado modelado.

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