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Esplendoroso y completo. Así fue el comienzo de la Semana Santa de Málaga, donde la ciudad vivió ayer un Domingo de Ramos con nueve cofradías en unas calles llenas de un público ávido de procesiones y con buen tiempo, si bien el viento se hizo ... notar más de la cuenta por la mañana y al mediodía. Una jornada cofrade donde se produjo un estreno de altura, el de la nueva imagen del Cristo de Humildad y Paciencia, una talla salida de las gubias de José María Ruiz Montes y bendecida el pasado septiembre, y que por primera vez pasó por el recorrido oficial después de haber protagonizado el vía crucis oficial de la Agrupación de Cofradías.
Un Domingo de Ramos con diecisiete tronos en la calle y donde la incidencia del día la protagonizó la Virgen de Lágrimas y Favores a la que, antes de entrar en el recorrido oficial, se le rompió la corona que lucía sobre su sienes –había sido restaurada por Orfebrería Montenegro– y hubo que cambiarla. Un contratiempo que provocó un ligero retraso en la llegada de las cofradías al recorrido oficial –el Huerto estuvo diez minutos parada en la plaza de Camas– que se mantuvo a lo largo de toda la tarde.
Un año más, Jesús volvió a entrar en la Jerusalén malagueña por calle Parras con la salida de Jesús de la Pollinica y la Virgen del Amparo en presencia del nuncio apostólico de su Santidad el Papa Francisco en España, Bernardito Auza; el obispo de la diócesis, Jesús Catalá; el presidente de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa, Pablo Atencia y el alcalde de la capital, Francisco de la Torre.
«Lleváis al Rey de Reyes en vuestros hombros. Que esta salida sea una oración permanente», afirmó Catalá, quien invitó al nuncio a dirigir la oración con el rezo del padrenuestro y el avemaría. Después, el alcalde dio los primeros toques al trono. En el caso de la Virgen del Amparo el encargado de dar los toques de campana al trono en el interior de la casa hermandad fue el pollinico José Carlos Soriano, mientras que en la salida fue Pablo Atencia.
La Virgen del Amparo estrenó la culminación de la candelería y lució nueva corona, diseñada por Pablo Cortés del Pueblo y ejecutada por Alberto Quirós, que ya llevó el pasado año en la procesión extraordinaria con motivo de su 75º. aniversario.
Al paso del cortejo por la calle Puerta de Buenaventura, el acompañamiento musical se silenció en un gesto en recuerdo a las personas con sensibilidad auditiva, ya que ayer se celebró el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo. Lo mismo hicieron Humildad y Paciencia en calle Mendívil y Prendimiento en calle Carretería, hasta la altura de la plaza de San Francisco.
En su primera salida procesional, el Cristo de Humildad y Paciencia estrenó un juego de potencias de Orfebrería Montenegro con diseño de Fernando Prini, una túnica bordada por Joaquín Salcedo, un cordón dorado y un broche, además de la carpintería del trono. Otra de las estampas de la jornada cofrade la protagonizó la Virgen de la Concepción, de la Archicofradía del Huerto, que lució un manto liso de terciopelo azul, ya que el suyo bordado está siendo restaurado por el taller de Manuel Mendoza.
Uno de los momentos más emotivos de la jornada se vivió en el interior de la iglesia de San Pablo antes de la salida del Cristo de la Esperanza en su Gran Amor y la Virgen de la Salud. Cumpliendo una de sus tradiciones internas, la cofradía cedió a un hermano que ha estado enfermo el honor de dar los primeros toques de campana a la Dolorosa. En esta ocasión el elegido fue el joven de 18 años Felipe Medina, a quien a los doce años le diagnosticaron un Linfoma no Hodgkin y pasó siete días en la UCI, donde le acompañó una pulsera de la Salud. Ayer fue la primera vez que llevó sobre sus hombres a la Virgen tallada por Luis Álvarez Duarte.
Desde Capuchinos se puso en marcha la Hermandad del Dulce Nombre. José Nieves, un portador que lleva 25 años bajo los varales, dio los primeros toques de campana al trono del grupo escultórico de Jesús de la Soledad, mientras que en el de la Dolorosa lo hizo un familiar del que fuera presidente de la comisión reorganizadora de la cofradía desde 1989, Domingo Parras, fallecido en el verano de hace dos años.
En el trono de la Virgen del Dulce Nombre figuró un lazo verde con la inscripción 'Pastora Coronada', en homenaje a la distinción que ha aprobado el Obispado para la imagen de la Divina Pastora de las Almas, titular de la parroquia.
Salutación, que estrenó el paño de la Verónica obra de José Carlos Torres, y Humildad hicieron estación de penitencia en la Catedral, mientras que el Prendimiento volvió a lucirse en su recorrido, especialmente, al paso del Señor y la Virgen del Gran Perdón por la Tribuna de los Pobres, donde hubo pulsos.
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